Ataques rusos a escuelas

KSANDR STASHEVSKYI *


El gobierno ucraniano dice que los rusos bombardearon más de mil escuelas y destruyeron 95. Los ataques intencionales a escuelas y otras estructuras civiles constituyen un crimen de guerra.


Enterrada debajo de los escombros, con fracturas en las dos piernas, sin poder ver por la sangre que corría por sus ojos y por nubes de polvo, Inna Levchenko escuchaba los gritos. Eran las 12.15 del mediodía del 3 de marzo y poco antes una explosión había destrozado la escuela donde enseñó por 30 años.

En medio del incesante bombardeo, había abierto la Escuela 21 de Cherníhiv para que fuese usada como refugio por aterrorizadas familias. En las ventanas pintaron con letras grandes la palabra “niños”, en la esperanza de que las fuerzas invasoras rusas no atacasen la escuela. Sin embargo, lo hicieron.

No lo sabía todavía, pero 70 niños que ella había mandado al sótano sobrevivieron a la explosión. Al menos nueve, incluido uno de su alumnos -un niño de 13 años-, fallecieron.

“¿Por qué atacan las escuelas?”, preguntó la maestra. “Es doloroso ver todos los amigos que murieron. Cuántos niños perdieron a sus padres y están traumatizados. Se acordarán de esto toda la vida y le contarán lo sucedido a la próxima generación”.

Este informe es parte de una investigación en marcha de la Associated Press y el programa “Frontline” de PBS, que incluye la experiencia interactiva War Crimes Watch Ukraine y un documental de próxima presentación.

El gobierno ucraniano dice que los rusos bombardearon más de mil escuelas y destruyeron 95. El 8 de mayo, una bomba destruyó una escuela de Zaporiyia que, igual que la Nro. 21 de Cherníhiv, estaba siendo usada como refugio antibombas. Se cree que unas 60 personas habrían muerto en ese ataque.

Los ataques intencionales a escuelas y otras estructuras civiles constituyen un crimen de guerra. Expertos dicen que la destrucción en gran escala puede servir como evidencia de que los ataques rusos fueron intencionales, restando peso al argumento ruso de que son daños colaterales.

El impacto de la destrucción de cientos de escuelas va más allá que la pérdida de vidas y de edificios, según expertos, maestros y otros que sobrevivieron a los conflictos de la antigua Yugoslavia, Siria y otros sitios. Afecta la capacidad de una nación de salir adelante cuando concluyen los combates, causando perjuicios a generaciones enteras y limitando las esperanzas de un país respecto al futuro.

En los casi tres meses que pasaron desde el inicio de la invasión de Rusia, la Associated Press y la serie de PBS “Frontline” verificaron en forma independiente la destrucción o daños serios de 57 escuelas de una forma que podría constituir un crimen de guerra. Es posible que haya muchas más. Tan solo en Cherníhiv, el concejo municipal dijo que solo siete de sus 35 escuelas no sufrieron daños. De tres de ellas solo quedan escombros.

La Corte Penal Internacional, fiscales de todo el mundo y el procurador general de Ucrania están investigando más de 8.000 denuncias de posibles crímenes de guerra en Ucrania, que involucran a 500 sospechosos. Muchos de ellos son acusados de atacar deliberadamente estructuras civiles, como hospitales, refugios y barrios residenciales.

Los ataques a las escuelas -espacios pensados para que los niños aprendan, crezcan y tengan amigos- son particularmente dañinos: Transforman espacios para la niñez en algo violento y peligroso, que mete miedo.

Una maestra de geografía, Elena Kudrik, yacía muerta en el piso de la escuela 50 en Gorlovka, al este de Ucrania. Entre los escombros que la rodeaban había libros y papeles manchados de sangre. En un rincón, otro cadáver -el de Elena Ivanova, la subdirectora- estaba todavía en su silla, con una gran herida en un costado.

A pocos kilómetros, en el jardín de infantes Sonechko de Okhtyrka, una bomba de racimo destruyó el edificio y mató a un niño. Frente a la entrada principal había dos cadáveres en un mar de sangre.

A pesar de los destrozos generalizados y de la destrucción de la infraestructura educativa, expertos en crímenes de guerra dicen que será difícil demostrar que los ataques fueron intencionales. Los rusos niegan atacar estructuras civiles y en el caso de Gorlovka, hoy bajo control ruso, la prensa dice que el ataque en el que murieron las dos maestras fue perpetrado por fuerzas ucranianas que trataban de retomar la ciudad.

El impacto de la destrucción, en todo caso, es innegable.

* Periodista de AP


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