Chubut, donde nadie vio venir a Maira

La candidata de Milei, dueña de las urnas. El oscuro futuro del peronismo y un tercer lugar que el gobernador Torres no esperaba ni en sus peores pesadillas.

 

Maira Frías, la gran ganadora en Chubut

Solo algunos intendentes del oficialista “Despierta Chubut” ensayaron alguna responsabilidad en la derrota del domingo 26 pidiendo la renuncia de funcionarios, alguno de los cuales estaban muy lejos de ostentar alguna culpa. Es que el partido creado y liderado por el gobernador Ignacio Torres podía imaginar alguna sorpresa en las urnas, pero nunca quedar en tercer lugar en la general y cuarto en Trelew, bastión del radicalismo y tierra de Torres, donde nació y creció y donde se formó como político.

Si hay resultados que duelen este fue uno para el gobierno, aunque tuvo un motivo para disimularlo: el triunfo del “si” en la consulta popular que ratificó el quite de los fueros a representantes de los tres poderes y sindicalistas de la provincia, un resultado más cantado que “Despacito”. Además, renovó el abierto enfrentamiento que, por el tema, Torres mantiene con integrantes de la justicia que no se resignan a perder un beneficio del que la mayoría de la sociedad reniega.

Por ahora nadie voló por los aires en el gabinete (aunque hay rumores sobre el descabezamiento de todo un sector) y todo siguió hacia afuera como si nada hubiera pasado ese domingo en que una mujer adelantó la celebración de Halloween, se pintó la cara y salió a buscar los frutos de nadie sabe qué cosecha pero que le sirvieron para dejar atrás a los favoritos quizá subida a la cresta de la ola que el presidente Javier Milei hizo estallar a lo largo y ancho del país con capitanes de barco que nunca se habían enfrentado a ninguna tormenta. “Nadie vio venir a Maira, nos equivocamos de adversario”, se lamentan en los pasillos del palacio. Los microclimas políticos no suelen a veces ser buenos consejeros.

Maira Frías ganó las elecciones por algo más de mil votos, relegando la esperanza kirchnerista de volver a ser una opción para el 2027 y acestándole un fuerte golpe de realidad a la “intocable” gestión de “Nacho” Torres.

No alcanzó el carisma del joven gobernador, niño mimado de Mauricio Macri y con una incipiente proyección nacional para disimular algunos problemas que pudieron ser escondidos bajo la alfombra durante más de un año y medio pero que emergieron justo en el momento menos oportuno. Hay conflictos sin resolver en educación, salud y también en seguridad donde el gobierno no hace buen pie.

De todas maneras, el gobernador chubutense había puesto todas las fichas en otra mesa, donde sabía que la victoria le llegaría servida en bandeja y le serviría como su propio “caballo de Troya” tal como lo definió diario RIO NEGRO algunas semanas antes de los comicios de medio término.

Torres insistió siempre que la elección que más importaba a los chubutenses era la del plebiscito que convertiría a Chubut en la primera provincia en terminar con el privilegio y la impunidad que los fueros les otorgaban a integrantes de los tres poderes y a los miembros de los sindicatos. El 63 por ciento que los chubutenses le dieron al “si” fue un bálsamo que le alcanzó al mandatario para disimular el fracaso de sus candidatos al Congreso Nacional que no solo le quitaron una banca de legislador a su partido, sino que le dieron una más al presidente Milei, necesitado de manos que le den aire fresco a su gobernabilidad.

Desde un primer momento, “Nacho” Torres dijo que esta elección de medio término para nada ponía en juego la opinión de los chubutenses sobre su gestión, sino que la que se exponía al voto de los ciudadanos era la del presidente.

De todas maneras, no dejó de ser esa una expresión que pudiera atajar cualquier sobresalto teniendo en cuenta que, en los últimos dos meses previos a los comicios, el mandatario se puso la campaña al hombro llevando consigo a sus candidatos Ana Clara Romero y Gustavo Menna a todos los actos de gobierno intentando con ello captar votos que nunca llegaron.

Maira Frías fue la gran ganadora. Sin campaña rimbombante, con pocas palabras y escasos recorridos, se llevó un triunfo electoral tan inesperado como sorpresivo. No figuraba en ningún radar. Nadie la vio venir. Pero ganó.

El peronismo K volvió a salir segundo cuando tenía otras expectativas. “Del segundo nadie se acuerda”, dijo alguna vez Carlos Salvador Bilardo. Y puede ser que esa frase futbolera defina de la mejor manera el futuro de un partido que no puede cicatrizar las heridas autoinfligidas en eternas peleas internas y rencillas de poca monta por un poder que ya no existe.

Torres sufre en su fuero interno un tercer lugar inesperado, que no esperaba ni en sus peores sueños. Un resultado que, si le dejó algunas dudas, nunca nadie podrá saberlo. “No hables si tus palabras no pueden mejorar tu silencio”.

Para el gobernador, es mejor así.


Maira Frías, la gran ganadora en Chubut

Solo algunos intendentes del oficialista “Despierta Chubut” ensayaron alguna responsabilidad en la derrota del domingo 26 pidiendo la renuncia de funcionarios, alguno de los cuales estaban muy lejos de ostentar alguna culpa. Es que el partido creado y liderado por el gobernador Ignacio Torres podía imaginar alguna sorpresa en las urnas, pero nunca quedar en tercer lugar en la general y cuarto en Trelew, bastión del radicalismo y tierra de Torres, donde nació y creció y donde se formó como político.

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