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Cuando el odio vence a la razón

Hoy bajo el imperio del autoritarismo y del contagio de la locura de las definiciones nacionales, la provincia hace las mismas andanzas.

Redacción

Por Patricia Cetera/Héctor Roncallo

Son tiempos de acomodarse, aunque ya hace mucho tiempo que se acomodan a los tiempos de conveniencia.
Durante 2024 hemos asistido a la mejor exposición de odio de las autoridades del Gobierno de la provincia de Río Negro, demostrado en los ataques sistemáticos a la docencia rionegrina departe de legisladores que pretenden inventar la pólvora, mintiendo y diciendo una cosa cuando en la realidad hay otra intención que es la de quitar derechos a los trabajadores. Hemos asistido a la quita de cargos y de licencias, dejando de lado acuerdos con muchos gobiernos para garantizar el funcionamiento de la representación de la organización de los trabajadores/as de la Educación.
¿Qué tal si a los ministros, directores de nivel, vocales del CPE, a los legisladores, al vicegobernador y a todos aquellos que llegan en forma directa o indirecta al Gobierno y necesita de colaboradores para cumplir sus funciones, no se las damos más? ¡Así ahorramos parejo!
Es cierto que “la historia la escriben los que ganan”, como también es cierto que para conservar el poder se uniforma el control y el discurso, porque molesta y duele cuando se le dice lo contrario. Pero también es cierto que la Historia es una continuidad de diferentes momentos y procesos y que no empieza cuando llega el que está en el poder.
A menos que se piensen únicos y excesivamente serios como parece que quieren darnos ejemplos el Legislador “presentismo”, el gobernador que dice que no ajusta pero no mueve un lápiz para salarios, como si nada hubiera pasado en todo el año, en los precios, en los costos de alquileres, en los gastos de energía, en la alimentación, en la vestimenta y en el transporte, entre otras tantas cosas que sucedieron.
Grandes artículos con sesudos comentarios sobre los procesos que vendrán, mientras tanto siguen ajustando, le gusta escribir al vicegobernador como si no fuera parte del proceso de ajuste.
Todos han llegado en los lugares que están porque hubieron muchos que luchamos y siguen luchando para abonar a la democracia, a su mantenimiento y crecimiento y ahora quienes gastaron enormes dineros en proyectos que no concretaron, en compra de aviones, en propuestas que quedaron truncas, en fiestas que no participamos, en deudas que no nos corresponden, pretenden, con sus discursos bonachones y desde las alturas del poder, como siempre echar las culpas de todo a los de abajo, a las organizaciones sindicales etc., etc.
Que espera el gobernador o la ministra de Educación cuando largan tantos epítetos que no sólo son verbales, sino a través de ajustar, quitar derechos, recortar funcionamiento y hasta escuchar, si quieren “licencia que la pague el gremio”. Que tal si cada político del Gobierno se debe pagar a sus colaboradores que por cientos son sacados del presupuesto de educación, mediante la figura de relevo de funciones y otros artilugios, para que confortablemente tenga el “funcionario” las manos a su disposición.
En el proceso histórico de la conformación de las juntas las leyes y los acuerdos paritarios fueron reconociendo que la representación docente debe ser mayoritaria por entender que son los que viven el sistema educativo desde adentro y por ello se acordó que los sumariantes también estaban bajo esta definición.
Hoy bajo el imperio del autoritarismo y del contagio de la locura de las definiciones nacionales, la provincia hace las mismas andanzas, recorta, quita conquistas de organización, echa representantes, quita secretarios en la vocalía docente y deja en la vocalía gubernamental generando una desigualdad laboral y una afirmación sublime del odio a lo gremial.
Sr. gobernador, Sr vicegobernador, Sra. ministra de Educación, queda claro que durante muchos años jugaron a la “democracia” y hoy cuando aparece el tirano se sienten muy cómodos en ese papel.

*Docentes, Agrupación Provincial Unidad Azul -Arancibia


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Son tiempos de acomodarse, aunque ya hace mucho tiempo que se acomodan a los tiempos de conveniencia.
Durante 2024 hemos asistido a la mejor exposición de odio de las autoridades del Gobierno de la provincia de Río Negro, demostrado en los ataques sistemáticos a la docencia rionegrina departe de legisladores que pretenden inventar la pólvora, mintiendo y diciendo una cosa cuando en la realidad hay otra intención que es la de quitar derechos a los trabajadores. Hemos asistido a la quita de cargos y de licencias, dejando de lado acuerdos con muchos gobiernos para garantizar el funcionamiento de la representación de la organización de los trabajadores/as de la Educación.
¿Qué tal si a los ministros, directores de nivel, vocales del CPE, a los legisladores, al vicegobernador y a todos aquellos que llegan en forma directa o indirecta al Gobierno y necesita de colaboradores para cumplir sus funciones, no se las damos más? ¡Así ahorramos parejo!
Es cierto que “la historia la escriben los que ganan”, como también es cierto que para conservar el poder se uniforma el control y el discurso, porque molesta y duele cuando se le dice lo contrario. Pero también es cierto que la Historia es una continuidad de diferentes momentos y procesos y que no empieza cuando llega el que está en el poder.
A menos que se piensen únicos y excesivamente serios como parece que quieren darnos ejemplos el Legislador “presentismo”, el gobernador que dice que no ajusta pero no mueve un lápiz para salarios, como si nada hubiera pasado en todo el año, en los precios, en los costos de alquileres, en los gastos de energía, en la alimentación, en la vestimenta y en el transporte, entre otras tantas cosas que sucedieron.
Grandes artículos con sesudos comentarios sobre los procesos que vendrán, mientras tanto siguen ajustando, le gusta escribir al vicegobernador como si no fuera parte del proceso de ajuste.
Todos han llegado en los lugares que están porque hubieron muchos que luchamos y siguen luchando para abonar a la democracia, a su mantenimiento y crecimiento y ahora quienes gastaron enormes dineros en proyectos que no concretaron, en compra de aviones, en propuestas que quedaron truncas, en fiestas que no participamos, en deudas que no nos corresponden, pretenden, con sus discursos bonachones y desde las alturas del poder, como siempre echar las culpas de todo a los de abajo, a las organizaciones sindicales etc., etc.
Que espera el gobernador o la ministra de Educación cuando largan tantos epítetos que no sólo son verbales, sino a través de ajustar, quitar derechos, recortar funcionamiento y hasta escuchar, si quieren “licencia que la pague el gremio”. Que tal si cada político del Gobierno se debe pagar a sus colaboradores que por cientos son sacados del presupuesto de educación, mediante la figura de relevo de funciones y otros artilugios, para que confortablemente tenga el “funcionario” las manos a su disposición.
En el proceso histórico de la conformación de las juntas las leyes y los acuerdos paritarios fueron reconociendo que la representación docente debe ser mayoritaria por entender que son los que viven el sistema educativo desde adentro y por ello se acordó que los sumariantes también estaban bajo esta definición.
Hoy bajo el imperio del autoritarismo y del contagio de la locura de las definiciones nacionales, la provincia hace las mismas andanzas, recorta, quita conquistas de organización, echa representantes, quita secretarios en la vocalía docente y deja en la vocalía gubernamental generando una desigualdad laboral y una afirmación sublime del odio a lo gremial.
Sr. gobernador, Sr vicegobernador, Sra. ministra de Educación, queda claro que durante muchos años jugaron a la “democracia” y hoy cuando aparece el tirano se sienten muy cómodos en ese papel.

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