La política en un mundo de fantasmas digitales

En el universo virtual será cada vez más sencillo remplazar la verdad objetiva por otra creada por los poderosos de turno.

Mauricio Macri convoca a la gente a Instagram.

Desde hace miles de años, los políticos o sus equivalentes han entendido que una buena imagen vale mucho más que la mera realidad.  El engaño es inherente a su oficio, razón por la que los hombres públicos de las distintas épocas siempre se rodeaban de propagandistas a sueldo. Hasta el siglo XVIII, la política era un asunto muy minoritario monopolizado por una elite reducida, pero andando el tiempo involucraría a cada vez más personas, lo que brindaría oportunidades al número creciente de operadores duchos en el arte de borrar la diferencia entre lo falso y lo presuntamente auténtico que han proliferado no sólo en los países democráticos sino también en los autoritarios.

   No hay forma de remediar esta situación. Antes bien, todo hace pensar que está por empeorar merced a la aceleración del progreso tecnológico que tantos trastornos culturales está provocando. Hace un par de semanas, algunos libertarios que apoyan al presidente Javier Milei se las ingeniaron para producir y difundir, con la ayuda de la Inteligencia Artificial (IA), un video en que una versión convincente del expresidente y líder de PRO Mauricio Macri decía que Silvia Lospennato había decidido abandonar su candidatura y que los dos querían que sus simpatizantes votaran a Manuel Adorni.

Aunque se trataba de una maniobra que es claramente ilegal por la cual los responsables merecerían pasar un rato entre rejas, Milei optó por tratarlo como una broma, de tal modo felicitando a los autores. ¿Incidió el video engañoso en los resultados de la elección porteña? Nadie sabe la respuesta a este interrogante, pero el que se haya hecho aún más difícil de lo que era antes distinguir entre los políticos de carne y hueso y sus sosias fantasmales es de por sí muy preocupante.

También lo es la voluntad explícita de Milei, su asesor estratégico Santiago Caputo y, desde luego, su hermana Karina, de seguir debilitando a los medios de información tradicionales con el propósito de fortalecer a los llamados medios sociales. No les gusta para nada el periodismo profesional porque incluye a diarios, revistas y programas televisivos que se resisten a dejarse manipular por el gobierno de turno.

Prefieren a los medios novedosos basados en el Internet en que abundan los inventores de realidades alternativas que los favorecen y escasean aquellos que, por aferrarse a conceptos que a su juicio pertenecen a la prehistoria, procuran ser imparciales. Dicen que el modelo comunicacional que está en vías de construcción es mucho más democrático que el existente hasta aproximadamente veinte años atrás+ porque permite a cualquiera propagar sus ideas sin que nadie se sienta obligado a darse el trabajo de verificar los datos en que se apoyan.

La mayoría de los jóvenes ya se relaciona con el mundo a través de sus teléfonos celulares, computadoras y tabletas. Es de prever que sigue aumentando la población de este universo virtual en que será sencillo remplazar la verdad objetiva por otra creada por los poderosos de turno. No extrañaría en absoluto que en los meses próximos los consumidores de la información que se difunde electrónicamente se vieran bombardeados, con el beneplácito oficial, por imágenes tan falsas como la que, en vísperas de una elección significante, mostraba a Macri y Lospennato colaborando humildemente con las fuerzas del cielo.

En opinión de Milei, quienes toman en serio aquella “broma” están en contra de la libertad de expresión. Tal vez cambiaría de actitud si los kirchneristas, digamos, comenzaran a confeccionar videos similares en que él mismo y su hermana protagonizaran episodios grotescos o se afirmaran partidarios de medidas reñidas con su acendrada fe libertaria que profesan. Si bien por ahora parecería que los mileístas se las han arreglado para colonizar las redes, otros serían capaces de hacer lo mismo, agregando así al caos que ya es una de las características más notables del ciberespacio.

A pesar de las dificultades ocasionadas por los esfuerzos incesantes de políticos de todas las tendencias por ocultar lo que podría perjudicarlos a ojos de sus conciudadanos y llamar la atención a lo considerado positivo, la democracia ha prosperado en muchas partes del mundo. ¿Será capaz de superar el desafío planteado por la capacidad de la IA para confeccionar imágenes verosímiles pero así y todo fraudulentas que quienes dependen del Internet tomarán por genuinas? Hay muchos motivos para dudarlo. Ya antes de la irrupción de la IA muy pocos confiaban en lo que decían los políticos, y el que se haya hecho difícil saber si quienes nos están hablando son reales o sólo réplicas digitales no puede sino socavar aún más la confianza pública en el sistema democrático.