Otro round para los gobernadores
Los vetos de Milei a tres leyes que contaron con explícito apoyo de las provincias van en el mismo sentido: polarizar con el peronismo y mantener su plan bajo mano dura. Provincias Unidas buscará insistir en la “tercera vía” aunque no tendría eco en otros distritos antes de octubre.
La Argentina es tan centralizada que el presidente Javier Milei recién volvió a convocar a gobernadores después de la derrota que sufrió en Buenos Aires. Apenas llamó a los tres aliados con los que armó listas, el mendocino Alfredo Cornejo; el chaqueño Leandro Zdero y el entrerriano Rogelio Frigerio mientras el flamante ministro del Interior, Lisandro Catalán, abre diálogos bilaterales con mandatarios a los que consideran “afines”.
Pocos estiman que pueda haber algún gesto en la presentación del Presupuesto Nacional que se hará por cadena nacional mañana. Nada obliga a que sea el Jefe de Estado quien explique este instrumento. Sin embargo es simbólicamente su mayor reaseguro: el año pasado retiró la ley del Congreso enojado por las modificaciones propuestas por los legisladores. No tiene margen para prorrogar el Presupuesto por tercera vez consecutiva aunque el vocero Manuel Adorni insistió contra el orden republicano: “No permitiremos que el Congreso haga desastres”.
Los vetos a tres leyes que contaron con apoyo de gobernadores como el financiamiento universitario, la emergencia en salud pediátrica y el reparto por índices de coparticipación de los fondos que quedan sin ejecutar de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) van en el mismo sentido: mantener su plan bajo mano dura. La pregunta de por qué vuelve a arriesgarse a una derrota tiene varias respuestas.
Primero, la única de las tres leyes que tendría allanada la insistencia es la “Ley Garrahan”. El resto entra en disputa por estrecho margen.
Segundo, si Milei repartiera los ATN según la coparticipación perdería la discrecionalidad y beneficiaría a su más grande enemigo, el triunfante Axel Kicillof.
El jefe de gabinete Guillermo Francos; el ministro de Economía Luis Caputo y Catalán tejen subterráneamente para limitar un triple triunfo opositor en el Parlamento.
Contribuyen en la estrategia desde Lule Menem –que invisibiliza su ingreso a diario a Casa Rosada- hasta Catalán, que después de un acto electoral con Karina Milei se quedó en Tucumán para charlar con Osvaldo Jaldo, un gobernador opositor que hasta hace días fue fiel acompañante. Tampoco están rotos los puentes con el conglomerado de Provincias Unidas que se diferencia más del kirchnerismo que de Milei aunque se le planta con exigencias como la baja de retenciones y, muy especialmente, el reclamo por un trato “respetuoso” del federalismo y la vuelta de las obras viales, el mayor drama en el país.
Con Cornejo, Frigerio y Zdero en la Rosada se habló de cómo encaminar la relación con otros mandatarios en el próximo periodo legislativo. “Estamos en tiempo de campaña” reconocieron sobre el distanciamiento de quienes apoyaron al Gobierno en el inicio de la gestión y a quienes esperan recuperar a cambio de gobernabilidad mutua.
Aunque con matices, evitan acercarse Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Carlos Sadir (Jujuy), Claudio Vidal (Santa Cruz), Gustavo Valdés (Corrientes) e Ignacio Torres (Chubut). El lunes 8 en un zoom los seis acordaron viajar a La Rural de Río Cuarto y acompañar a Llaryora y a Juan Schiaretti, un gesto para empoderar al otrora gobernador que encabeza la lista local y que planea conducir en el Congreso un interbloque federal. No la tiene fácil Schiaretti y la misma sensación tienen varios de los gobernadores.
Aún entusiasmados por la performance de Kicillof, admiten que el 26 de octubre es otra elección. Para evitar una polarización entre LLA y Fuerza Patria como la que se vio en territorio bonaerense cambiaron su plan y harán puestas similares a la riocuartense en Chubut (30/9), en Jujuy (9/10) y en Ciudad de Buenos Aires (15/10).
Provincias Unidas insiste en ampliar el espacio aunque no tendrían eco antes de la definición electoral. Esperan por Rolando Figueroa y Alberto Weretilneck, por ahora reticentes al convite. La lista de eventuales incorporaciones la encabeza el sanjuanino Marcelo Orrego. No hay ningún peronista.
La Argentina es tan centralizada que el presidente Javier Milei recién volvió a convocar a gobernadores después de la derrota que sufrió en Buenos Aires. Apenas llamó a los tres aliados con los que armó listas, el mendocino Alfredo Cornejo; el chaqueño Leandro Zdero y el entrerriano Rogelio Frigerio mientras el flamante ministro del Interior, Lisandro Catalán, abre diálogos bilaterales con mandatarios a los que consideran “afines”.
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