«No es el primer muerto que tienen», el duro relato de la hermana del mapuche asesinado en Cuesta del Ternero

Claudia Garay, la hermana de Elías, desconocía que el joven participaba de la recuperación en Cuesta del Ternero.

«Mi hermano murió por la causa de la comunidad y lo dejaron abandonado. Nadie se comunicó con nosotors ni fueron capaces de decirnos que se hacían cargo del traslado del cuerpo a Jacobacci. Lo hicimos con ayuda del municipio». Con una voz desgarrada por el dolor, Claudia Garay aseguró la familia desconocía que Elías participaba de la ocupación de la Lof Quemquemtreu en Cuesta del Ternero, a pocos kilómetros de El Bolsón.

«Sabíamos de la recuperación por las noticias y ese domingo, leí que había un muerto, pero jamás imaginé que fuera mi hermano. Me enteré a las 23 por un llamado de mi hija. Yo sabía que estaba acompañando a su pareja, pero no sabía que estaban en ese lugar«, dijo Claudia, al tiempo que recalcó que no tenía relación con su cuñada ya que «no compartían opiniones».

Elías nació en Ingeniero Jacobacci. Vivió dos años en Chimpay donde trabajaba junto a una de sus hermanas, pero volvió a su pueblo natal hasta que cinco años atrás, decidió establecerse en El Bolsón junto a su pareja. Tenía contacto fluido con su familia, especialmente con su madre.

Claudia contó que su hermano siempre se las «rebuscaba y hacía trabajos de jardinería, de albañilería o, lo que surgiera porque no le decía que no a nada«.

Cuando confirmaron a la familia que Elías había recibido un disparo en la ocupación de Cuesta del Ternero, aseguró que se sorprendieron «un poco». «Él era muy solidario y era muy de decir que sí a todo. Si lo hubiese sabido, quizás le hubiera dicho que no se expusiera tanto«, acotó.

Claudia aseguró no estar en contra de «la recuperación de los territorios de nuestros ancestros, pero ¿a qué costo?, ¿a costo de muertes deben evitar un desalojo? Se deben sentar y dialogar; no llegar a la violencia y pagar con la vida de un inocente. Ahora, nadie me devuelve a mi hermano y a mi mamá, su hijo«.

Respecto a la ocupación en Cuesta del Ternero, dijo no compartir «la manera en que lo hacen. Están pagando muchas personas inocentes. No es el primer muerto que tienen. Son personas que, como Elías, se suman a colaborar porque tienen un corazón enorme y quieren luchar por los pueblos originarios y los ancestros«.

A partir de los incidentes que terminaron con la vida de Elías, Claudia contó que que solo uno de sus hermanos viajó a Cuesta del Ternero. Como su madre tiene problemas de presión, decidieron preservarla. «Mi mamá se enteró lo que había pasado a las 23.30 pero le terminaron de confirmar la identidad recién a la una y media de la mañana. Te podés imaginar lo que siente una madre cuando le dicen que mataron a su hijo. No murió por una enfermedad ni por un accidente. Lo mataron a quemarropa», objetó.

Reconoció que, más allá del dolor, su madre siente mucho enojo hacia la comunidad Quemquemtreu. «Tuvieron tirado a mi hermano 27 horas. Eso es inhumano. Si hubiera sido un lonko, no lo iba a dejar tirado. Mi hermano se sentía mapuche -y la familia lo respetaba-, pero era uno de los que luchaba y no de los de arriba. Usaron su cuerpo para negociar el retiro del COER y la Gendamería», manifestó Claudia.


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