Pata e'Gallo, jazz latino con potencia y sutileza

por: NESTOR PEREZ

NESTOR PEREZ

ngperez74@yahoo.com.ar

El anuncio era corto y preciso: Pata e' Gallo tocaba pasada la medianoche de un viernes en un pub roquense. Era su segunda presentación, con el cubano Nelson Vargas como invitado. El género era el «jazz latino». Hasta aquí la parte objetiva del asunto.

Los subjetivo dice que la banda de los hermanos Diego y Martín Bascur, en piano y bajo respectivamente, y Javier Navarrete en batería, dio una clara demostración de cómo sonar potente y sutil con sólo unos meses de ensayo. Durante alrededor de dos horas, los jóvenes músicos, acompañados por la solvencia en percusión de Vargas, recorrieron un amplio repertorio que tiene como eje vertebrante los ritmos latinos. Hubo bossa, cuecas y zambas, todas impregnadas de jazz. Pero por momentos la base bajo-teclados-batería sonó con la fuerza de un power trío.

En las raíces de las banda, señala Martín, está el folclore. Los miembros del grupo ya formaron De la Misma Savia, marcados por el gusto del padre de los hermanos Bascur, también músico de folclore. Después de tocar sonidos autóctonos y también rock, optaron por el jazz latino. A la formación musical propia, se le agregó la parte académica con los estudios en el IUPA. A principios de este año empezaron a ensayar, y en la madrugada de sábado mostraron que si esto es el principio, el futuro es alentador.

Martín, tras el show, contó que el «cerebro» de la banda es su hermano Diego, responsable de la mayoría de los arreglos de los temas. Es como un «enganche en el fútbol», afirma Martín.»Improvisación en zamba», por ejemplo, es un tema leve, que se desliza por el aire y que cuando parece que termina, arranca con todo el ritmo contagioso del folclore.

Algo que hay que remarcar es que a diferencia de muchas bandas que recién empiezan, Pata e' Gallo tocó sólo cuatro covers («Blues bossa», «Juana Azurduy», «The Chicken» y «Afro Blues»). El resto del repertorio –nueve temas– es de la banda y sonaron muy ajustados. Entre los covers, cabe destacar la interpretación de «The Chicken», del bajista Jaco Pastorius, una muestra de la energía que puede transmitir una banda desde el escenario.

Los temas tocados, en su mayoría, están marcadas por los «in crescendo». Empezaron con introducciones suaves, con el teclado marcando la melodía, para luego ceder el protagonismo al resto de los instrumentos. Los finales fueron furiosos, con el bajo sonando muy cerca del estilo impuesto por Diego Arnedo, una batería que asemejaba un muro, y Vargas poniéndole a la noche un toque caribeño, con las tumbadoras «en llamas».

Pata e' Gallo, contagió y movilizó a los presentes en el «El viejo rancho». Hizo que sea imposible quedarse quieto en las sillas. Y que cada tema terminara con una ovación.

«¿El futuro? Seguir estudiando y tocando, y algún día vivir de esto», afirma el bajista. También expresa un deseo: «que Vargas continúe tocando con nosotros». ¿Como llegó el cubano a la banda?: simple, él y Martín trabajan en un casino de Roca en la ruleta. Por ahora hacer música demanda esfuerzo, representa horas quitadas a otras actividades. Pero hay recompensa, dice Martín: «Llegas al escenario y te olvidás de todo». Sentir la música, de eso se trata.


por: NESTOR PEREZ

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