Pixar: el gigante de la animación visto desde adentro

¿Cómo se hace una película animada? Una recorrida por el estudio que creó “Toy Story”, entre tantas otras, revela el costado artesanal de sus impresionantes producciones cinematográficas.

El proceso que lleva una película de Pixar no sólo abarca aquel producto final animado que uno ve en la pantalla, sino que arranca seis o siete años antes con un trabajo artesanal que estudia al detalle cada elemento del filme.

En una recorrida por los estudios de la empresa en San Francisco, de cara al estreno de “Coco” el 11 de enero, Télam pudo ver cómo desde un dibujo a mano alzada se pasa a una escultura y, a partir de allí, comienza la tarea de los animadores.

Con una obsesión artesanal, los creativos estudian los movimientos de cada parte de los cuerpos y “elementos”. Los dedos de una mano que toca la guitarra, la cola de un perro y el bamboleo de los vestidos tienen equipos que los desarrollan hasta conseguir la “expresión” deseada.

Esto también sucede con los “objetos”, como explicó uno de los dibujantes: cuando el director les pide que dibujen una tasa, deben pensar la historia de la misma y por qué está ahí, para que tenga cierta “personalidad” ante los ojos.

En esta empresa de 1.300 empleados y que ocupa un predio con cancha de fútbol, dos edificios, gimnasio, pileta y áreas de recreación también se ve a los directivos comer junto a los empleados rasos.

Esta cercanía convierte a Pixar en una firma en la que la movilidad está garantizada y, en tiempos de “meritocracia”, nadie tiene el puesto asegurado. Cada vez que se arma un equipo de trabajo, los empleados deben “aplicar” al puesto que desean ocupar, más allá de lo que hayan hecho.

La forma de buscar talentos de la compañía creada por Steve Jobs en 1986 y comprada por Disney en el 2005 es amplia y de búsqueda permanente a nivel mundial: caminando por sus pasillos uno se cruza a asiáticos, latinos y estadounidenses por igual.

Así, separados en el ala de animadores y el ala de creativos, los proyectos empiezan a tomar forma luego de que el equipo de producción de cada película realiza la investigación pertinente del filme, por ejemplo, para “Coco” el director Lee Unkrich se instaló el México durante varias semanas para aprender la costumbre del Día de Muertos.

Una vez que regresó a San Francisco, ciudad que por su cercanía a Silicon Valley es una de las más caras de Estados Unidos, comenzó las reuniones con los diferentes departamentos.

Según le comentaron a Télam en el comedor que ocupa la planta baja del edificio Steve Jobs, levantado en el 2000, para cada película el proceso es similar, aunque el orden varía según el director.

El primer paso, ya con la “información de campo en su poder” es la escritura de guión, de donde se sacan las características que tendrán los personajes y los escenarios que tendrá el filme.

Cuando se ve una película animada, absolutamente todo lo que está en escena fue creado a conciencia, nada de lo dibujado está puesto al azar o como relleno.

Hay dibujantes que en forma exclusiva trabajan con los “objetos” (tazas, mesas, comidas, etcétera) y otros con los personajes y con las vestimentas, entre varios aspectos.

Ello completa el set, que en el caso de “Coco” es una ciudad entera.

Desde Pixar explicaron también que para cada cinta la idea es superar a las anteriores, algo que no parecería sencillo luego de ganar ocho Óscar y poseer éxitos como la saga “Toy Story”, “Los invencibles”, “Cars” y “Buscando a Nemo”.

Para “Un gran dinosaurio” una de las metas fue crear con animación sets que parecieran reales; para “Coco”, por el contrario, querían dejar la sensación de animación, pero creando una ciudad entera, que “existiera” más allá de lo visualizado en la pantalla.

Como el “trabajo de campo” es de suma relevancia para los creativos, así como Unkrich viajó a México con su equipo, para “Un gran dinosaurio” los dibujantes fueron a Escocia.

Al predio de Pixar sólo se puede ir por invitación, ya que desde su página de internet advierten que no hay visitas turísticas, como sí sucede en los estudios Disney o Universal, ubicados en Los Ángeles, 600 kilómetros al sur.

Esto se nota en la imposibilidad de sacar fotos, más allá de la mencionada planta baja, donde están los Óscar y los Globo de Oro.

En los pasillos superiores, las galerías presentan el desarrollo de los últimos dos proyectos. En septiembre pasado de un lado estaba “Cars”, mientras que del otro, “Coco”.

Allí, a modo de exposición, estaba el desarrollo de los personajes, que iba desde los dibujos hasta impresiones de las animaciones, pasando por las esculturas y gigantografías de los escenarios.

Justamente, el armado de los sets también muestra complejidad. El feedback que existe entre los diferentes departamentos hace que las correcciones a los bocetos nunca vuelvan al principio, aunque llega a haber jornadas de 14 o 15 horas de trabajo.

En el medio de ello, y ya cuando la parte “analógica” está terminada, comienza la precisión computarizada, que se realiza con programas desarrollados dentro de Pixar y cuyo uso se limita exclusivamente a sus producciones.

Cada película es un “mundo” y como tal se lo trata: las piezas deben encajar una al lado de la otra para que este gigante no se desmorone y siga creciendo.

Los cortos suelen proyectarse junto con algún largometraje del estudio, que utiliza este tipo de producciones para desarrollar su tecnología de animación.

La historia de Pixar

en cinco puntos

Su origen se remonta a 1979, cuando comenzó a operar como The Graphics Group, la división computacional de Lucasfilm.

Casi una década después fue adquirida por Steve Jobs, tras su salida de Apple, que además invirtió en su capital para establecerla como una empresa independiente de animación.

En 1995 Pixar produjo “Toy Story”, el primer largometraje animado por computadora en la historia del cine.

Después de varios años de colaboración marcados por varias producciones exitosas, Disney adquirió el estudio en el 2006.

Hasta la fecha, Pixar estrenó 18 películas en Argentina. “Coco”, ya estrenada en buena parte del mundo, aquí se verá el próximo jueves.

“Toy Story”, estrenada en 1995, recaudó más de 361 millones de dólares en todo el mundo y obtuvo tres nominaciones en los premios Óscar.

Datos

Los cortos suelen proyectarse junto con algún largometraje del estudio, que utiliza este tipo de producciones para desarrollar su tecnología de animación.
“Toy Story”, estrenada en 1995, recaudó más de 361 millones de dólares en todo el mundo y obtuvo tres nominaciones en los premios Óscar.

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios