Aún no pueden dar con dos ladrones en Rincón

La policía de Neuquén estaba hasta ayer en la búsqueda de dos de los cuatros sujetos que poco después de la una de la madrugada de ayer, ingresaron a una despensa sobre la calle Belgrano y después de reducir a punta de pistola a todos los integrantes de la familia que habita en el lugar, golpearon violentamente a un hombre mayor para que les dijera donde estaba unos $250 mil.

El robo se produjo en una vivienda ubicada sobre el final de la calle Belgrano, pasando el cañadón.

Luego de cometer el violento hecho, los sujetos huyeron pero las cámaras de seguridad del sistema de monitoreo urbano, logró seguir a los presuntos ladrones hasta un domicilio sobre las calles Catamarca y San Luis.

Allí se produjo un allanamiento con resultados positivos: en el lugar del operativo detuvieron a dos personas supuestamente con vinculación directa en el hecho y hay otros dos sujetos en carácter de prófugos.

El hombre mayor golpeado fue llevado al hospital para evaluar si estado de salud y si bien presenta lesiones de consideración, no reviste gravedad aunque deberá seguir de cerca su evolución.

Desde la unidad policial 35 trabajan con pistas firmes sobre el resto de la banda que dio el golpe y según se supo todas serían personas oriundas de la ciudad.

Es el segundo robo a mano armada del mes de marzo.

El primero fue en el transporte Vía Bariloche también en la calle Belgrano con el mismo grado de violencia. Por ese hecho no hay detenidos

Pocos policías

Rincón de los Sauces tiene 40.000 habitantes y la policía solo cuenta con 60 uniformados, de los cuales muchos están con licencia o recargados por los adicionales a empresas petroleras.

Fuentes vinculadas con la policía aseguraron que no cuentan en ésta ciudad ni con el personal mínimo indispensable para cubrir los rondines en la ciudad y mucho menos para dar protección las 24 horas a los 27 testigos del femicidio de Fernanda Pereyra. Dijeron que las autoridades provinciales están al tanto de esta situación.

Los ladrones actuaron con mucha violencia. El dueño del comercio, un hombre mayor, tuvo que ser llevado hasta el hospital aunque estaba fuera de peligro.