Impulsan pericias por el doble crimen de Cipolletti

Estela Morales y su padre, Vicente, fueron asesinados hace más de un año en su casa del barrio Del Trabajo. No hay imputados y la hija de la mujer asesinada lleva adelante la causa.

Laura Frank

CIPOLLETTI (AC).- La hija de Estela Morales se constituyó en querellante para impulsar la investigación por los crímenes de su madre y de su abuelo Vicente, ocurridos hace más de un año en el barrio Del Trabajo. Su abogado informó que se analizarán hisopados que podrían contener evidencia. Daniela Morales, que tiene 19 años, mantuvo un encuentro con la jueza Sonia Martín y se informó sobre las novedades del caso. Su patrocinante, Marcelo Hertzriken Velasco, explicó que analizarán los cuatro cuerpos del expediente y que aguardarán el resultado de las pericias que se están realizando en el laboratorio forense de Bariloche. Se trata de hisopados con material genético obtenido de unos trapos y de los vasos que había en la casa. “Voy a ser paciente, la Justicia no me da las respuestas que yo quiero escuchar pero por lo menos conozco lo que se hizo y lo que se está investigando”, dijo la joven. Vicente Morales, de 83 años, y su hija Estela, de 54, fueron asesinados en la noche del lunes 24 de septiembre del año pasado. Se presume que el criminal los conocía y que entró a la casa de la calle Juan José Paso 128, en el barrio Del Trabajo de Cipolletti, sin ejercer violencia. No se sabe si hubo una discusión antes del sangriento ataque. Lo más probable, según las sospechas de los investigadores, es que el homicida haya atacado a Estela por sorpresa con una hachuela que había en la vivienda. La mujer se cubrió con el brazo izquierdo, aunque no resistió los golpes y murió a raíz de las múltiples fracturas en el cráneo que le produjo el agresor. Vicente vivía en un departamento en la parte de atrás del mismo terreno. Creen que pudo haber escuchado los gritos de su hija e intentó socorrerla. Llegó hasta el garaje y allí también fue atacado. El asesino le tiró una bolsa de cal encima y también murió por los golpes en la cabeza. A pesar de que los investigadores cotejaron huellas digitales, buscaron ADN en las uñas de las víctimas, examinaron cabellos y analizaron comunicaciones, el caso aún no tiene detenidos. También se recibieron testimonios pero nadie vio entrar ni salir al homicida de la casa. El abogado aseguró que él o los asesinos modificaron la escena del crimen y que pudieron haber lavado los pisos. “Revolvieron todo para desviar la investigación hacia un robo”, dijo. La noche de los homicidios, Daniela llegó a la casa con su hija de dos años y encontró la terrible escena. Su abuelo todavía estaba con vida, aunque no alcanzó a pronunciar ninguna palabra.


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