Reconstruirán los pasos de Otoño antes de desaparecer

CIPOLLETTI (AC).- Los últimos pasos de la estudiante Otoño Uriarte serán reconstruidos en las próximas horas, comenzando en el gimnasio de donde salió luego de practicar voley hasta el tramo de la calle Kennedy en la que fue vista por un testigo el 23 de octubre del 2005 cerca de la medianoche, antes de su muerte.

El cuerpo de la estudiante del CEM 14 de Fernández Oro fue hallado meses después, cuando bajó el agua del canal grande de riego, encastrado en los hierros de una exclusa de la usina del paraje El Treinta.

La autopsia realizada en la morgue judicial de Roca no habría arrojado huellas de golpes ni lesiones de balas ni de arma blanca en las partes óseas que se rescataron de la exclusa, contenidas por el buzo negro que abrigaba a la jovencita cuando desapareció.

Al parecer, y como novedad importante, no todo terminó con los trámites de ADN realizados en la facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA que ordenó la magistrada del Penal 23 Alejandra Berenguer, quien con esa certeza científica de que se trataba de los restos de Otoño le transfirió todas las actuaciones a la jueza del Penal 21, María del Carmen García García, que lleva la causa principal por «privación forzada de libertad», ahora seguida de muerte.

Esto, porque ayer se reunieron el fiscal actuante en el caso José Rodríguez Chazarreta, el padre de Otoño, Roberto Uriarte y el perito de la parte querellante, Enrique Prueguer. El padre de la jovencita habría insistido en que deben hacerse nuevos estudios de ADN.

Prueguer evitó hacer declaraciones pero pudo haberle pedido al fiscal un operativo de allanamiento sobre el que anoche se cernía un total hermetismo.

Se supone -porque ayer Uriarte, molesto, no entregó precisiones- que sus dudas en el punto de los ADN se relacionan conque únicamente se sabe que dio positiva la identidad por el ADN de línea materna, con sangre de la abuela René Riquelme, que vive en Neuquén, mientras que faltarían precisiones respecto del de la línea paterna, por lo que la familia estaría aferrándose a una postrera esperanza en función de los datos que estarían inconclusos o que arrojaron un ADN que supuestamente no tendría correlato con el de los restos de la usina.

La abuela René Riquelme podría quedar en no mucho tiempo en el foco de la escena, de acuerdo con fuentes tribunalicias, porque en el juzgado Penal 21 de García García habría enfatizado que la niña, pocos días antes de su desaparición, le pudo haber manifestado que quería irse a vivir con ella a Neuquén y trasuntado cierta inquietud, mientras que en sus declaraciones del domingo a «Río Negro» obvió esa cuestión, y la relativizó.

Así, para saber sin ninguna duda cuál es la versión oficial la señora podría ser invitada para una nueva testimonial.

En el Penal 21 se receptó ayer un elemento clave, llegado de Buenos Aires, que ya está en poder de expertos de Criminalística de la policía. Se trata del reactivo de tecnología de punta denominado «Blue Star Forensic» con el que se puede detectar la presencia de sangre no perceptible a simple vista, o con otros reactivos menos sofisticados.

Con el «BSF» se tratará el buzo que llevaba Otoño, el colgante que se halló en el cuerpo, y también se trabajará con el eficaz reactivo en autos que están siendo objeto de investigaciones -con un rodado mediano, color blanco, según se dice, habrían movilizado a Otoño, por la fuerza- como asimismo en otros objetos cuya referenciación se inscribe en el secreto de determinadas actuaciones.