Una obra eléctrica vital para Bariloche y Villa La Angostura está paralizada: buscan fondos internacionales para Alipiba II

La línea de alta tensión entre Alicurá y Dina Huapi, que prevé una posterior conexión a la ciudad neuquina, comenzó el año pasado pero quedó en suspenso con la disolución del fideicomiso que la financiaba, por las medidas del gobierno de Javier Milei.

La obra de Alipiba II, el tendido eléctrico desde la represa Alicurá que es clave para Bariloche y Villa La Angostura, está paralizada y los gobiernos de Río Negro y Neuquén están trabajando en forma conjunta para lograr los fondos internacionales que permitan retomar los trabajos la línea de alta tensión de 132 kV.

Con la llegada de Javier Milei a la presidencia se produjo la disolución de varios fideicomisos, y entre ellos estaba el Fotae (Fideicomiso de Obras de Transporte para el Abastecimiento Eléctrico), que proveía fondos para los tres tramos en que se dividía el proyecto de ampliar la provisión de energía eléctrica para Bariloche y conectar a Villa La Angostura al sistema interconectado.

Con este escenario, los trabajos quedaron paralizados en 2024, cuando dejaron de pagarse las certificaciones de la obra a las empresas contratadas, que en total habían realizado solo entre un 10 y un 15% de los trabajos.

El tema fue puesto en agenda en la reunión que Alberto Weretilneck y Rolando Figueroa tuvieron con sus respectivos gabinetes un mes atrás. «Se hizo todo un proceso proceso de negociación y el acuerdo final es que las provincias se van a hacer cargo de avanzar con la obra«, indicó Néstor Pérez, secretario de Energía Eléctrica de Río Negro.

Durante el año pasado se llegaron a construir las bases de las torres de alta tensión.

Por la dimensión de los números que se manejan, el financiamiento es posible solo si llega desde el exterior. Es que según el recálculo que se hizo, y teniendo en cuenta el movimiento que las empresas constructoras contradas deberán volver a realizar, el monto para terminar la obra asciende a entre 70 y 75 millones de dólares, cifra similar a la que se había previsto originalmente para concretar el proyecto.

Originalmente la obra completa tenía un plazo estimado de 36 meses y el primer tramo incluía 108 kilómetros entre la central hidroeléctrica Alicurá y la nueva estación transformadora en Dina Huapi.

Tel 3, una empresa del grupo Pérez Companc, tenía a cargo dos etapas del proyecto, y era la firma que más estructura tenía de desplegada en terreno, fue de a poco retirando a los trabajadores y el equipamiento, y dejó una instalación mínima en Pilcaniyeu.

Según indicó el funcionario rionegrino, del lado de Neuquén están trabajando para conseguir los fondos para la obra la Unidad Provincial de Enlace y Ejecución de Proyectos con Financiamiento Externo (Upefe) y del lado de Río Negro la Unidad Provincial de Coordinación y Ejecución del Financiamiento Externo (Upcefe).

El secretario de Energía Eléctrica dijo además que el Gobierno Nacional que se comprometió a acompañar a Neuquén y Río Negro en cualquier en cualquier gestión que se haga con organismos internacionales de crédito.

Una de las posibles fuentes de financiamiento es el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que estuvo a punto de financiar la obra antes de que durante el gobierno de Alberto Fernández se decidiera que se haga a través del Fotae.

«La obra es fundamental para la comarca andina, teniendo en cuenta que Bariloche es la ciudad más grande de la provincia y una de las que más crece. Necesitan para todo su desarrollo, para los proyectos que hay en el cerro Catedral, más energía», señaló el secretario.

«Es clave contar con esta segunda fuente de alimentación para poder tener tranquilidad y dejar que la ciudad pueda proyectar su futuro sin tener este este cuello de botella», precisó Pérez.

Técnicamente, Alipiba II le duplicaría la capacidad de energía que tiene hoy Bariloche.

En el caso de Villa la Angostura Alipiba II es clave porque la ciudad de Neuquén está generando el 100% de su energía con equipos de gasoil y gas. Esto genera un alto costo de producción y además tiene la contra de la contaminación que genera. La conexión a través de Alipiba II le aseguraría la provisión de energía suficiente por décadas, explica Pérez.

Justamente hay una línea construida entre la ciudad neuquina y el cruce entre las Rutas 237 y 40. Allí se está esperando el empalme para la obra que debería llegar desde la zona de Dina Huapi. Llamativamente los cables terminan enterrados por cuestiones de seguridad y no porque el cableado siga en forma subterránea como creen algunos.

Entre Alicurá y Pilcaniyeu la empresa TEL 3 llegó a realizar parte de las fundaciones de la torres de alta tensión y tendría en la Aduana comprada las torres, a la espera de que se defina si llegarán fondos externos para continuar la obra.

Cómo es la obra de Alipiba II


Los trabajos fueron licitados en tres grandes áreas que iban a realizar las empresas Tel 3, del grupo Pérez Companc, y la UTE entre IPE y Edevesa.

Por un lado se realizará la instalación de la la línea de alta tensión de 132 kV entre Alicurá y Pilcaniyeu Norte (75 kilómetros); otro tramo desde Pilcaniyeu a Dina Huapi (35 kilómetros), por una traza nueva paralela a la Ruta 23-; y la construcción de la Estación Transformadora (ET) Dina Huapi, la conexión con la ET La Paloma en Bariloche, la ET Alicurá, y la línea que interconectará el sistema a Villa La Angostura.