Por la saturación de los ductos, autorizan más exportaciones de gas a Chile

Ante la imposibilidad de inyectar más gas en las redes, Nación autorizó a seis petroleras a exportar en firme parte de su producción a Chile. Apunta a evitar el cierre de pozos productores. Un informe de Cammesa advierte que podría haber falta de gas para las usinas del NOA.

La secretaría de Energía de la Nación que conduce Darío Martínez, autorizó una nueva tanda de exportaciones de gas natural hacia Chile bajo la modalidad en firme o no interrumpible, elevando así a 10,2 millones de metros cúbicos por día el volumen que se destinará a las exportaciones estables hasta abril a raíz de la saturación de los gasoductos que parten desde la Cuenca Neuquina.

En total los permisos comprenden a seis empresas productoras de gas: YPF, Total, PAE, Vista, Pampa y Tecpetrol que presentaron contratos de exportación que fueron avalados ante la situación de saturación que se viene registrando en los gasoductos troncales Neuba II y Centro Oeste.

De acuerdo a un estudio integral realizado por la secretaría de Energía y un nuevo informe del Enargas, se determinó que el gasoducto Centro Oeste está funcionando a plena capacidad de transporte para llevar gas hasta la cabecera de San Jerónimo, nodo que abastece las centrales térmicas del Litoral. En tanto que en el caso del sistema Neuba II, la saturación se dio en el 38% de los días durante el último trimestre.

Es por esto que el estudio concluye que la producción excedente de gas a la comprometida en el Plan Gas.Ar y que sea imposible transportar para satisfacer demanda interna por esta saturación, puede ser exportada hacia Chile tanto por el gasoducto del Pacífico, ubicado en Neuquén, como Gas Andes, que parte desde Mendoza.

Martínez afirmó que «en este caso hemos establecido el precio de Plan Gas.Ar de invierno como precio mínimo para estas exportaciones (que es 4,47 dólares por millón de BTU), y estamos satisfechos con el nivel de acuerdos comerciales alcanzado por las productoras con sus compradores chilenos». Para los compradores trasandinos, estas ventas representan un ahorro importante ya que el precio del gas natural licuado (GNL) en estos días ronda los 30 dólares por millón de BTU.

Estas exportaciones tendrán la categoría de en firme, es decir que no podrán ser interrumpidas ante necesidades del mercado nacional, durante el plazo que va del 1 de enero al 30 de abril, alcanzando en ese período un pico máximo de inyección de 4,23 millones de metros cúbicos diarios que se suman a los 6 millones de metros cúbicos que se habían autorizado desde octubre y hasta el mismo plazo final, ya que a partir de mayo la producción se destinará al consumo nacional.

«Más exportaciones significa más producción, más trabajo, más actividad y más ingreso de divisas», sostuvo Martínez y agregó que «con esta ronda estamos cumpliendo con el compromiso de completar los 11 Millones de metros cúbicos diarios de exportaciones planteadas en Plan Gas.Ar».

El titular de Energía destacó que «la política de la secretaría y los mecanismos previstos en el Plan Gas.Ar garantizan el abastecimiento de la demanda interna con la capacidad de transporte existente, y producción excedente que permite afianzar relaciones comerciales estables con exportaciones en firme».

Y remarcó que la «producción del gas argentino en aumento, y exportaciones en firme crecientes, son señales positivas para afianzar la integración energética con Chile, que generan trabajo para las regiones productoras y un incremento de la actividad».


El complejo escenario que trazó Cammesa


La autorización de estas exportaciones de gas incluyó un documento elaborado por el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) que da cuenta del complicado escenario que desde la Compañía Administradora Mayorista del Mercado Eléctrico (Cammesa) se avizora para el año que viene con una mayor demanda de combustibles líquidos importados y además serios riesgos para la generación térmica en el Noroeste Argentino (NOA).

«El informe de Cammesa proyecta un escenario de dificultad creciente ante la doble ocurrencia: incremento de la demanda eléctrica (a ser generada con mayor requerimiento térmico) y menor oferta de gas natural ya sea por declinos en los yacimientos de la cuenca norte y sur, volúmenes contractuales no cumplidos por parte de Bolivia, altos precios en la importación del GNL y/o por saturación del sistema existente de transporte», indica el informe.

Y advierte que «para poder cumplir con sus contratos, y ante la demanda insatisfecha de gas natural, Cammesa recurre permanentemente al uso de combustibles líquidos».

El documento señala que «el análisis muestra en el sector gasífero una reducción en la inyección de gas natural por los declinos de la cuenca norte y sur, y la progresiva disminución de las importaciones de Bolivia, lo que produciría una disminución año a año de disponibilidad de gas natural para las usinas».

Es por esto que desde el Enargas se advirtió que «la baja de la inyección en la Cuenca Noroestey de la importación de Bolivia ponen en riesgo el abastecimiento de la demanda ante la imposibilidad de operar centrales eléctricas de altos rendimiento como ser los ciclos combinados en el área del NOA«.

Y que «la saturación del sistema de transporte de la Cuenca Neuquina impacta en una menor disponibilidad de gas natural en el área del Litoral, donde se encuentran instalados los ciclos combinados de mayor eficiencia, obligados de esta manera a la utilización del gasoil (por ende, mayores costos, horas de operación y frecuencia entre mantenimientos)».


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