Por qué no te quiero

Zapala

Si mentís una vez y mentís otra vez, al contrario de la letra de Jorge Falcón, gran éxito de Libertad Lamarque, ya no puedo querer semejante esperpento. El titular de la Cámara de la Construcción, que no construye nada porque no es en realidad empresario, logró sintetizar varias mentiras en pocas frases, para ver si puede lograr más ganancias a costa de los trabajadores.

Primera mentira: ni siquiera los sufridos trabajadores de la construcción pueden ser despedidos arbitrariamente, pese a la espantosa ley Papagno (Nº 22250, llamada “fondo de cese laboral” y conocida como “fondo de desempleo”). Crivelli dice que se puede reemplazar en cualquier momento a cualquier obrero de la construcción, si le parece a la patronal que no tiene rendimiento suficiente.

Pero la verdad es que de producirse vacantes en las categorías superiores -de mayor especialización- debe ascender a ellas a los trabajadores capacitados que revistan en categoría inferior. Así lo determina el Art. 14 del Convenio Colectivo de Trabajo. Pero además, si se produce un despido “por voluntad de Crivelli”, podría incurrirse en discriminación y ese daño debe indemnizarse. Eso ocurrió, por ejemplo, en la causa “Lescano, Víctor César c/ Ingeplam SA s/ despido”.

Segunda mentira: la flexibilización laboral genera y promueve empleo. En todos los países, incluido Argentina, la consecuencia inmediata fue la contraria.

Hay muchas razones para ello, que muestra cualquier economista serio. Ningún empleador contrata más empleados si su actividad no se lo exige, solamente porque le salen más baratos. Nadie adquiere lo que no necesita, aunque le hagan descuentos.

Julián Álvarez (abogado)

DNI 7.574.027


Temas

Despidos

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios