Procesaron con preventiva a un «arbolito» por tráfico de drogas en Bariloche

Así lo resolvió el juez federal subrogante Gustavo Zapata, que concluyó que el hombre se dedicaba presuntamente a la comercialización de estupefacientes en el centro de esta ciudad. Y lo envió al penal federal de Esquel.

El juez federal subrogante Gustavo Zapata procesó con prisión preventiva a un hombre, que usaba como “pantalla” la actividad del cambio de divisas de manera informal, como presunto autor del delito de tráfico de estupefacientes, en la modalidad de tenencia con fines de comercialización. Además, dispuso un embargo de sus bienes hasta cubrir 200 mil pesos.

Zapata, que subroga el juzgado federal de Bariloche, resolvió que el imputado, cuyas iniciales son H.J.U, sea alojado en la cárcel federal de Esquel para cumplir la prisión preventiva.

El imputado había sido condenado a principios de septiembre pasado a 3 años de prisión de ejecución condicional en un juicio abreviado, donde había admitido haber sido el autor del delito de tenencia simple de drogas.

El juez federal subrogante Gustavo Zapata dispuso que el acusado cumpla la prisión preventiva en la cárcel federal de Esquel. (Archivo)

Casi un mes después de esa condena, personal de la Delegación de Toxicomanía Zona Andina de la Policía de Río Negro secuestró el 30 de septiembre pasado 224,7 gramos de clorhidrato de cocaína, cuya posesión el juez atribuyó al sospechoso.

Según el procesamiento -al que accedió “Río Negro”-, 12,8 gramos se encontraban fraccionados en 22 envoltorios que fueron secuestrados del bolsillo del pantalón del acusado y otros 34, con un peso total de 211,9 gramos, fueron hallados en un allanamiento que se hizo en el domicilio del sospechoso la noche del 30 de septiembre último por orden del juez federal subrogante de Bariloche.

El allanamiento se hizo en Vicealmirante O´Connor 749 de esta ciudad. Allí, incautaron además una balanza, diversas sustancias, dinero en efectivo de distintas denominaciones y monedas, y teléfonos celulares.

El acusado se dedicaba “al narcomenudeo en las inmediaciones” de varios comercios del centro de Bariloche, sostuvo Zapata en el procesamiento que dictó el martes. Aunque no está firme.

Silencio

El imputado cuando fue citado a indagatoria, ejerció el derecho de guardar silencio. Sin embargo, las pruebas recolectadas durante la investigación fueron relevantes para el juez. “No caben dudas que pertenecían” al imputado los estupefacientes incautados, afirmó Zapata.

El juez sostuvo que en los días previos a dictar el procesamiento, el sospechoso al comunicarse con terceros “hizo claras referencias de que había recepcionado sustancias estupefacientes…” Citó declaraciones que surgieron de las intervenciones telefónicas. “Mencionó que había recibido “visitas” a las “3 y media de la mañana” y refirió a la mercancía como “delfina”, “dólares”, “CD´s” y “baucher” –según quien sea la persona con la que se comunicaba-”, afirmó el juez.

Dijo que ese escenario contrastado con los elementos secuestrados en el procedimiento “permite inferir” que el acusado el sábado 28 de septiembre pasado “se hizo efectivamente de una importante porción estupefacientes sobre los que tenía un inmediato poder de disposición y que comenzó a revender inmediatamente”.

“A ello se adicionan una gran cantidad de constancias acollaradas al sumario que refuerzan con indicios objetivos y concordantes mi criterio que el acusado se dedicaba a la comercialización de estupefacientes al menudeo, actividad que concretó hasta que fue detenido el pasado 30 de septiembre”, agregó el juez en el procesamiento.

Aseguró que la sustancia incautada en el domicilio del sospechoso “no tenía otro objetivo que ser comercializada con terceras personas”.

El magistrado consignó en el fallo que de las transcripciones de las escuchas “surge claramente” que el acusado “se dedicaba en esta ciudad al cambio de divisas informal y a la comercialización de estupefacientes…”

Zapata dijo que la detención del imputado “debe ser convertida en prisión preventiva” porque advirtió que en caso de obtener la libertad, el procesado “podría intentar eludir la acción de la justicia, circunstancia que tornaría ilusoria la aplicación de la ley”.

Sostuvo que aun cuando el Registro Nacional de Reincidencia informó que el imputado no posee antecedente, “surge de la sentencia agregada” a la causa, que el 6 de septiembre pasado había sido condenado a la pena de 3 años de prisión en suspenso como autor del delito de tenencia simple de estupefacientes.

Prisión preventiva

Por eso, agregó el juez, la condena que pudiera recaer sobre el imputado “ante la elevada escala con la que se reprime” el delito por el que ahora fue procesado, será de efectivo cumplimiento “por lo que su soltura tornaría ilusorio el avance del proceso”.

“No puedo pasar por alto que de la sentencia citada surge que el nombrado al acordar el trámite de juicio abreviado y realizar la audiencia el 23 de agosto pasado, dijo que residía en Otto Goedecke 62 de esta ciudad, “cuando se encuentra corroborado” que desde mayo ya residía en Vicealmirante O`Connor 749.

“Cabe preguntarse entonces si es factible que quién ante el beneficio de la ejecución condicional de una pena de 3 años de prisión miente y luego omite ex profeso denunciar su domicilio cumplirá en lo sucesivo con las obligaciones que pudieran imponérsele para recuperar su libertad”, planteó Zapata.

“La respuesta no puede ser otra que la negativa, máxime si se tiene en cuenta que desde la sentencia impuesta no pasó siquiera un mes hasta que fue nuevamente detenido en poder de una importante cantidad de estupefacientes”, añadió el juez en el procesamiento. Por eso, lo envió al penal federal de Esquel. Aunque fuentes vinculadas con la defensa del acusado anticiparon que apelarán la preventiva.


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