Proponen edificios escalonados en la barda del Ñireco

Hay un informe que indica riesgo para asentar construcciones pero esta semana ingresó un proyecto en el Concejo que lo refuta y propone soluciones habitacionales.

URBANISMO

Un informe técnico que desmiente la imposibilidad de asentar construcciones en la barda del arroyo Ñireco y propone emplazar en el lugar “edificios escalonados” para ofrecer solución habitacional “a cientos de familias” fue presentado este lunes en el Concejo Municipal.

El ingeniero, proyectista y constructor Jorge Zapata distribuyó entre los concejales una gruesa carpeta con gráficos y fotos, y defendió su iniciativa que (según dijo) resolvería la actual indefinición sobre los usos posibles de la barda.

Señaló que los edificios escalonados son comunes en Chile y resultan ideales para construir sobre pendientes muy anguladas. Los departamentos se conectarían con ascensores oblicuos y podrían tener hasta 14 niveles.

Según Zapata, el talud de la barda, donde el municipio realizó una campaña para erradicar viviendas en riesgo, “es estable, y lo hacen inestable los malos manejos”. Señaló que el principal error “fue fraccionarlo en lotes muy chicos”, ya que es imposible desarrollar viviendas unifamiliares en esos espacios.

Su propuesta es instalar complejos de departamentos que incluso “se podrían construir con el programa Procrear”.

Explicó que la misma solución se podría adaptar para la cantera municipal. “La cantera es peligrosa y hay que hace algo -dijo Zapata-. La cantidad de edificios que puede recibir depende de una cuestión estética. Se podría convertir lo que hoy es un hueco en un barrio con soluciones habitacionales y espacios parquizados”.

El ingeniero admitió que tiene en la barda cinco lotes de su propiedad y aseguró haber presentado su proyecto al Ejecutivo municipal hace un año y que todavía no le contestaron. Según le dijeron, están en la búsqueda de otras opiniones técnicas para contrastarlas.

Zapata dijo que su especialidad son los estudios de suelo y que la barda del Ñireco no ha sufrido grandes cambios en los últimos 10 años, de modo que las pendientes (que van de los 33 a los 38°) “sólo puede ser afectada por eventos climáticos”. Insistió en que no se trata de una zona peligrosa si se asientan edificios debidamente planificados.

Los concejales escucharon sus explicaciones, pero se mostraron muy prudentes porque para iniciar cualquier tarea sobre la barda sería necesario derogar una ordenanza que prohibió cualquier construcción y la declaró como zona de “daño temido”.

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