Quemar las hojas, una insana costumbre del otoño

Especialistas aseguran que genera problemas serios de salud. En Neuquén, rige una prohibición y existen elevadas multas para los infractores. Otras opciones para aprovechar esos restos.

Llega el otoño y con él las hojas de los árboles desarrollan una estrategia biológica: desprenderse de los elementos que consumen más de lo que producen. El proceso es necesario para la naturaleza, pero para los vecinos muchas veces se convierte en una molestia y muchos optan por amontonarlas y quemarlas.

Sin embargo, esa opción no es recomendable ni aceptable. En principio, como cualquier acción que implique la quema a cielo abierto, libera gases altamente tóxicos para el ambiente y la salud y en el caso de las hojas, produce dioxinas y furanos, compuestos químicos que resultan a partir de los procesos involuntarios de la acción. “En todo lo que es combustión de materia orgánica se produce dióxido de carbono y algunos gases como metano altamente peligrosos. Por eso no se aconseja quemar”, afirmó Daniel cortés, ingeniero agrónomo y coordinador del CFPA N°1 en Plottier.

Cristian Haspert, subsecretario de Limpieza Urbana de la municipalidad, explicó que “en esta época del año es muy común que los vecinos opten por llevar adelante este tipo de acción, está como instalado en la cultura desde hace años. Pero cada vez hay mas conciencia sobre las consecuencias posteriores”.

Números

$ 14.000
Es la multa máxima por quema de hojas, en la ciudad de Neuquén, donde rige la ordenanza 12028.
2004
Ese año, Argentina firmó el Convenio de Estocolmo, que prohibe la quema por sus consecuencias para la salud.

A pesar de que aún no se denunciaron casos específicos, desde el municipio aseguraron que algunos barrios se destacan por tener una vegetación abundante y esto obliga a mantener la limpieza más seguido.

Los sitios con mayor acumulación de hojas se percibe en Río Grande, Centro Este, Jardines del rey, Santa Genoveva, Barrio Belgrano, Huiliches, Villa María e incluso el área céntrica de la ciudad.

Haspert indicó que ya se hizo una prueba piloto para recolectar las hojas que estén sobre el cordón cuneta y la calle.

“Hemos puesto a disposición dos aspiradoras, dos barredoras y una sopladora, para que los barrenderos puedan hacer el trabajo de manera más efectiva y rápida, por eso le pedimos a los vecinos que traten de colaborar juntando las hojas de sus propias veredas y las embolsen para que los camiones de Cliba se las lleven” sostuvo el funcionario.

Para que los vecinos puedan tener otra opción, el municipio neuquino ofrece métodos de limpieza además del barrendero que se ocupa de los cordones cunetas y las calles. “Estamos montando un operativo con dos nuevas barredoras y aspiradoras que permiten mayor precisión a la hora de la limpieza urbana”, indicó Haspert.

Por otro lado, además de la tarea municipal, según el ingeniero agrónomo Daniel Cortés lo ideal sería hacer compost con esas hojas.

Lo que se recomienda es reutilizar la hojarasca y colocarla alrededor del mismo árbol o en la base de otras plantas. Luego, hay que humedecerlas para que se degraden rápidamente y enriquezcan el suelo con material orgánico.


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