Quieren saber qué cambió desde que se plantaron bosques artificales

Especialistas del CEAN estudian cómo se comporta la fauna autóctona ante la presencia de coníferas, árboles implantados en la Patagonia para generar actividad comercial.

A fines del 2017 comenzó la primera etapa de un proyecto que busca evaluar el efecto de las plantaciones exóticas sobre la fauna en Neuquén. Bajo el título “Respuesta de Aves y Mamíferos a las Prácticas de Manejo en Forestaciones de Pino de la Provincia de Neuquén”, el Centro de Ecología Aplicada de Neuquén (CEAN) busca conocer cuál es el impacto que tienen las plantaciones de pino sobre la fauna nativa de la provincia.

El reemplazo de la vegetación nativa por plantaciones de coníferas figura dentro de las actividades productivas que mayor impacto negativo tiene sobre la flora y fauna. Por este motivo es que se pensó en llevar adelante el estudio.

En los últimos días de noviembre del año pasado, se realizó el primero paso del proyecto que consta del proceso de captura y de anillado a las aves (ver aparte).

El lugar elegido para el desarrollo del estudio fue la estancia “Los Peucos” que se encuentra a 40 kilómetros de la sede del CEAN. En ese sentido, el director de Ecosistemas Terrestres del organismo, Martín Monteverde, dijo que “se evaluaron varios lugares de la ciudad de Neuquén, pero se eligió esa estancia porque tiene plantaciones de pino muy bien manejadas y es casi la única estancia que maneja los pinos de manera adecuada. Por lo cual logísticamente y técnicamente nos sirve muchísimo”.

Te puede interesar La comunidad mapuche que revive un bosque incendiado

El proyecto está desarrollado por la investigadora del Conicet, María Cecilia Sagario quién está trabajando en conjunto con el personal de la Dirección de Ecosistemas Terrestres y María Laura Guichón y Fernando Milesi del Conicet.

“Es un proyecto a largo plazo, pero el objetivo principal de este estudio es evaluar el efecto de estas plantaciones sobre el comportamiento y la dinámica poblacional de la fauna en la provincia de Neuquén. Y dentro de esa fauna que queremos evaluar, están las aves, pero también tenemos mamíferos”, expresó Monteverde.

El siguiente paso será a fin de enero y principios de febrero donde se recapturarán para poder visualizar y luego trabajar los primeros datos. También se van a combinar con otros muestreos que serán obtenidos de otros mamíferos. “Siempre hay que tener en cuenta qué tipo de animales o qué tipos de especies vos querés estudiar; para las aves la época es esta, pero para roedores conviene esperar hasta otoño”, explicó el director de Ecosistemas Terrestres. Dijo que “falta definirlo, pero en marzo, podríamos a empezar a algunos carnívoros”.

El CEAN es un organismo del estado provincial encargado de realizar estudios e investigaciones aplicados para el aprovechamiento sostenido, la conservación, el control y manejo de la fauna silvestre y sus hábitat.

Esta Institución inicia sus actividades oficialmente el 28 de agosto 1986, en un predio cercano a la localidad de Junín de los Andes, que fue donado oportunamente por la Estancia Collun Co, con personal empleado por la provincia de Neuquén y la asistencia técnica de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA).

El personal actual del CEAN esta compuesto por biólogos, técnicos en acuicultura, veterinarios, técnicos en turismo, ingenieros agrónomos, e idóneos.

Las especies

que se capturaron

En total, las redes estuvieron activas por 56 horas, y esto permitió involucrar a un total de 140 aves de aproximadamente 15 especies distintas. Más del 90% de las aves fueron capturadas en los sectores de vegetación nativa y cerca del 80% fueron anilladas. Las aves que más se capturaron fueron los Fíos (Elaenia Albiceps) y Zorzales (Turdus Falcklandii). Estas dos especies comprendieron aproximadamente el 40% de las capturas en los ambientes nativos y los ambientes modificados como es una plantación de pino.

Las Torcazas (Zenaida Auriculata) y los Gauchos (Agriornis Lividus) fueron capturadas solo en pinares. El resto de las especies fueron capturadas únicamente en los sectores de vegetación nativa. Es el caso de los Canasteros (Asthenes Pyrrholeuca), las Diucas (Diuca Diuca), las Loicas (Sturnella Loyca) y Ratonas (Troglodytes Aedon).

Los pinos

Las capturan, las marcan y luego las liberan

El primer paso del proyecto fue capturar las aves, anillarlas y luego liberarlas a fin de evaluar su estado corporal y realizar un seguimiento de los individuos marcados en futuras campañas. El director de Ecosistemas Terrestres del CEAN, Martín Monteverde, expresó que “la campaña comenzó con el trampeo de aves y para esto se utilizan lo que se conoce como Redes de Niebla, que es algo muy parecido a una media sombra negra”. Las redes se colocan en diferentes partes, cerca de arbustales, donde se estima que las aves van a pasar; entonces quedan capturadas en las redes que son muy finas. Una particularidad es que esas redes se revisan constantemente, no es de un día para el otro. Cada vez que se las coloca, una persona tiene que estar alerta, y una vez que caen, se las desenreda y se las procesa.

El proceso consiste primero en sexar a las aves, luego se las anilla, se les saca muestras de sangre para algunas patologías y se vuelven a liberar. “Con el tiempo lo que obtenés es una tendencia y comparaciones de dinámicas, demográficas, de aves que están utilizando zonas nativas y aves que están utilizando las zonas de plantación de pinos”, dijo Monteverde.

Las marcas que se les hacen son anillos como pulseras de diferentes colores que tienen códigos, por el orden de colores, además de números. “Si la podés volver a capturar podés identificar por donde anduvo, si es un ave que está por ahí, si utiliza varios ambientes, etc. Con eso te vas aproximando a tu objetivo principal”, finalizó.

Cabe aclarar que las Redes de Niebla sólo permiten registrar el elenco de aves pequeñas que suelen moverse en los estratos bajos.

Para el proyecto general desde el Centro de Ecología Aplicada de Neuquén detallaron que están previstos otros tipos de relevamientos para incluir en la evaluación a todo el elenco de aves de la zona.

“El estudio se hace en dos ambientes diferentes, uno es el de estepa nativa y el otro es uno modificado y alterado, como es una plantación de pino”,

dijo Martín Monteverde, director de Ecosistemas Terrestres del CEAN.

Datos

87%
de los plantados en la Patagonia corresponden a la variedad Ponderosa. El 4% es Oregon.
“El estudio se hace en dos ambientes diferentes, uno es el de estepa nativa y el otro es uno modificado y alterado, como es una plantación de pino”,

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios