Ratifican que la explosión ocurrida en Río Tercero en 1995 fue intencional

En el reciente fallo del conjuez de Río Cuarto que sobreseyó a los seis militares imputados de estrago doloso, se afirma que la pericia química no tiene rigor científico.

CORDOBA (DyN) – Daniel Yorio, uno de los peritos de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) que tuvo a su cargo la prueba química de la explosión ocurrida en 1995 en la Fábrica Militar de Río Tercero, ratificó hoy que la voladura fue intencional y planificada. El fallo del conjuez de Diego Estévez, que sobreseyó a los seis militares imputados de estrago doloso, dijo que la pericia química no tiene rigor científico.

«Nosotros no vamos a hacer declaraciones de ningún tipo», le dijo Yorio al diario Puntal de Río Cuarto, dando a entender que no quiere entrar en polémicas sobre la cuestión que les tocó resolver a los profesionales de la UNC. «Todo lo que hemos hecho está en la causa. Lo que dijimos (sobre la explosión intencional) es así, no hay otra posibilidad. No tenemos nada que ocultar», dijo Yorio, quien junto con Oscar Sicilia, Héctor Zanoni y Jorge Rodríguez, tuvieron a su cargo la prueba química.

Los citados profesionales pertenecen al Departamento de Química Industrial y Aplicada, perteneciente a la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba. La pericia se hizo en el Polígono de Tiro de Serrezuela y se trató de la segunda prueba experimental, encargada por el Tribunal Oral número 2 de la Justicia Federal, puesto que la primera se realizó en 1999. «No nos metemos en cuestiones de abogados. El nuestro fue un trabajo técnico. Decidimos no hablar para no generar polémica. A nosotros no nos ha llegado oficialmente nada, nos hemos enterado por los medios», dijo el ingeniero Yorio.

El especialista recordó además que la prueba química fue resaltada por el Tribunal Oral y, recientemente, por la Cámara Nacional de Casación Penal. En su trabajo, conformado por más de 300 fojas, los peritos cordobeses dijeron que «la iniciación del primer fuego en el tambor de trotyl, el sorpresivo y vigoroso incendio del resto de los tambores con el mismo explosivo y las explosiones simultáneas fueron intencionales y organizadas con conocimiento sobre explosivos y el efecto de las detonaciones».

«El tambor cargado con trotyl fue iniciado intencionalmente. No se encontró ninguna evidencia de que el fuego pudiera haberse originado accidentalmente», agregaron. En otra de las conclusiones del estudio se «descarta por completo la incidencia que pudiere haber tenido el autoelevador, ya sea por el choque con el tambor o las chispas». Se sostiene que «la iniciación de la llama en el tambor se produjo por efecto programado, utilizando artefactos electrónicos existentes en el mercado, como, por ejemplo, un celular» y también se afirma que pudo haberse utilizado «un mecanismo de tiempo».


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