Reconocen que no pueden controlar las picadas nocturnas en Neuquén

Para la Municipalidad falta un cambió cultural para poder frenar las carreras callejeras. Desde la Policía indican que no es posible montar controles en simultáneo porque los conductores van cambiando los lugares.

¿Qué se puede hacer con los pisteros en Neuquén? La pregunta ingresa como puñaladas en los oídos de las autoridades municipales y policiales. Despierta broncas y culpas cruzadas entre quienes deben responsabilizarse por ejercer los controles. Mientras tanto, la falta de una respuesta concreta habilita zonas liberadas que exponen vidas ajenas y la propia.

En Neuquén existen un puñado de calles amplias, rectas y sin obstáculos que parecen invita a circular a altas velocidades. Calles como Independencia, Obreros Argentinos, Rodhe y avenida del Trabajador forman parte del listado.Son pistas clandestinas donde los ruidos de los motores rompen el silencio nocturno y terminan por destruir la paz en los vecindarios.

La muerte de Francisco Hoffmann (de 30 años) y Evelyn Díaz Sondermann (23) en un incidente de moto el domingo 7 de abril en la avenida Olascoaga, puso sobre le mesa un problema que los vecinos ya evidenciaban todos los veranos: era motivo de reclamos y juntas de firmas. Las demostraciones de motociclistas, los parlantes saturados de música hasta cualquier hora en la vía pública y las conservadoras abundantes en bebidas alcohólicas, fueron el dolor de cabeza en el barrio Río Grande durante años.

El trágico accidente y sus repercusiones obligaron a tomar medidas directas y permanentes. Años atrás la municipalidad de Neuquén realizó operativos de control de tránsito en la avenida durante los meses de verano, fueron en el 2016 y en el 2017. En el 2018 no los realizaron porque consideraron que se trataba de un problema superado, ahora, con la fatalidad de fondo, se restringió el ingreso de motos en horarios determinados y anunciaron algunas obras para evitar nuevas tragedias.

El pasado 17 de abril, día en que se presentó el paquete de obras para evitar las acrobacias en la avenida Olascoaga, el intendente Horacio Quiroga indicó que desde el primero de diciembre de 2018 hasta el 31 de marzo último se hicieron entre 900 y 1.000 operativos de tránsito donde se secuestraron 2.500 motos y se constataron más de 200 alcoholemias positivas, para justificar que pese al control no hay forma de prevenir.

Un problema cultural
Quiroga anunció que el último tramo de Olascoaga será una especie de paseo recreativo. Pero antes de ejecutar las obras la comuna ya sabe que el problema de fondo no se resuelve porque se van a mudar a otros sitios.

Hay posiciones encontradas al respecto. Tránsito de la Policía afirma que tiene una jurisdicción muy grande y responsabilidades en toda la provincia como para instalar controles permanentes y el municipio, que tiene 48 inspectores, dice que no le corresponde tratar con estas situaciones. En ultima instancia creen que se trata de más educación y un cambio cultural.

Al ser consultado por otros sectores donde se repliquen las infracciones el intendente Horacio Quiroga aseguró que “hay varios” y Fabián García (a cargo de MovilidadUbrana) agregó que “cuando vamos a las comisiones vecinales nos manifiestan que en algunas de las calles troncales tienen este tipo de problemas”.

En ese contexto el funcionario mencionó “en Canal V con calle Rodhe, la última etapa de la avenida del Trabajador donde ha quedado muy bien con el Metrobús tenemos problemas con la velocidad”.

En el corredor Doctor Ramón-Leloir es frecuente ver vehículos con excesos, y otros que pasan semáforos en rojo, sin ir más lejos el 11 de septiembre del 2018 un conductor volcó su auto sobre la curva que está frente la Legislatura provincial, las pericias arrojaron que viajaba a 107 kilómetros por hora.


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