Recuerdan el centenario de la llegada del tren

Los rieles permitieron el florecimiento económico.

Yamil Regules

NEUQUÉN (AN)- El sábado tres de enero de 1914 arribaba al por entonces Territorio Nacional de Neuquén el primer tren de pasajeros de la empresa británica “Ferrocarril del Sud”, que provenía de Capital Federal. En él viajaban autoridades locales, de la Nación y de la compañía ferroviaria, con el objetivo de inaugurar cinco estaciones de la zona: Plottier, Senillosa, Challacó, Plaza Huincul y, finalmente, Zapala.

A las 12 del mediodía, el convoy llegó al solitario edificio, que llevaba el nombre homónimo de los pioneros de la región quienes cedieron las tierras, Felipe y Pastor Senillosa. Ese mismo día se inauguró la “Estación Senillosa”.

Jesús Camilo Carrasco, en sus investigaciones sobre los orígenes y las raíces de su pueblo nata, aseguró que si bien esta fecha “escapa del conocimiento de la gente” es necesario conocerla porque “es un hecho importantísimo para entender el establecimiento del pueblo”.

Ayer se cumplieron 100 años desde aquel día. Según Carrasco, fue un hecho fundamental para crecimiento del Estado argentino que buscaba fortalecer la presencia en la región, desarrollar la actividad productiva y, por otro lado, fue el puntapié para el desarrollo de los pueblos .

“El proyecto de abrir la ruta de los rieles a todo el país tiene sus orígenes desde 1820 y 1850. Es un proyecto económico de los ingleses, que tenía sus intereses en la región”, señaló y añadió que “a partir de eso el Alto Valle se convirtió en una zona increíblemente productiva. Digamos que toda la producción se debe a los ferrocarriles”.

La importancia del ferrocarril y las numerosas estaciones, como Senillosa, son un “punto estratégico porque los británicos vieron que la zona era apta para convertirse en productiva. En ese momento todo se trasladaba en carretones y tardaba días en llegar a destino. Entonces ellos instalaron galpones enormes en distintos lugares, a donde los productores llevaban su producción y luego se trasladaba en tren”.

“Históricamente la ‘Estación Senillosa’ y el tren, viabilizaron, posibilitaron y contribuyeron fuertemente, tanto al desarrollo de la vida económica y social de la Ciudad de Senillosa. Hacia el año 1920, alrededor de ella, comenzó a echar bases un muy reducido caserío de adobes, que paulatinamente se orientó hacia un pequeño poblado que el día seis de Diciembre de 1951, definió y concretó definitivamente substancia política-administrativa e institucional”, explicó Carrasco.

La estación de Senillosa tiene su lugar en la historia regional.


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