Un despliegue sin precedentes de Gendarmería en Roca

Hubo otros dos operativos con represión en una ciudad sorprendida por los hechos de hoy. Pero ninguno de esta magnitud

Un despliegue sin precedentes de Gendarmería en Roca

Emiliana Cantera

Los repudios de organizaciones políticas, sociales y sindicales al operativo de Gendarmería Nacional en la UNRN parten desde un dato fáctico: nunca hubo tamaño despliegue de una fuerza de seguridad en la ciudad para cumplir una orden judicial.

Carro hidrante, una veintena de vehículos, unos 70 efectivos y hasta un dron sobrevolando la esquina de Belgrano y Canalito conformaron un marco inusual para un procedimiento de desalojo.

Es cierto también que esos ocupantes contaron a lo largo de estos casi tres meses con apoyo externo, por lo tanto era previsible que viralizada la noticia, se concentraran en las inmediaciones para acompañar a los protagonistas de la usurpación.

Aparece allí el segundo elemento en tela de juicio: la actitud de los gendarmes ante las esperables manifestaciones en los alrededores del Vicerrectorado.

Gas pimienta, potentes chorros de agua y postas de goma aparecieron rápidamente en escena, afectando no sólo a quienes pedían liberar a los detenidos dentro de la UNRN sino también a vecinos que nada tenían que ver con el hecho central, como ocurrió con un paciente de la clínica que está en Yrigoyen y Belgrano, del lado norte del Canalito.

Roca tiene antecedentes de operativos con represión de las fuerzas de seguridad.

1.- Diciembre del 2001 es el primero que llega a la memoria y más atrás en el tiempo aparecen las protestas de 1995, ante el malestar de los estatales provinciales por los atrasos salariales.

2.- También hubo casos de enorme despliegue policial, como el juicio a los integrantes de la banda que protagonizó el asalto al Banco Río de Cipolletti. Fue en abril del 2001 y la versión sobre un posible “rescate” a los imputados obligó a montar un procedimiento alrededor de los tribunales provinciales -que en esa época estaban en 25 de Mayo y España- que incluyó francotiradores y varias calles cerradas al tránsito.

La diferencia es que en el 2001 se corrió detrás de los hechos, con protestas y saqueos en medio del contexto anarquizado del país. En el caso de la UNRN, hubo más de un mes para organizar el procedimiento, teniendo en cuenta que el desalojo está firme desde el 6 de noviembre.

Y en el caso del juicio, se trataba de una banda “pesada” de Buenos Aires, acusada de asesinar a sangre fría a un policía. En el Vicerrectorado había siete mujeres y un hombre, que a lo largo de la mañana no sumaron más apoyo que el de unas 40 personas.

Por eso ahora aparecen confusas las responsabilidades y en vez de hablarse del final de un delito en un edificio público, se empieza a hablar también de un caso con excesivo uso de la fuerza del Estado.


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