La sucesión de Weretilneck: Pesatti salió de las gateras y Palmieri medita

El gobernador no lo expresa abiertamente, pero cree que encabezar la lista con el presidente del bloque legislativo es la mejor opción para enfrentar a Soria.

El oficialismo insinúa sus principales candidatos para el proceso electoral del 2019. El vicegobernador Pedro Pesatti punteó finalmente con su postulación, mientras que el roquense Alejandro Palmieri mantiene su resolución en un análisis personal, a pesar de que el gobernador Alberto Weretilneck confiesa, más allá de su abstención pública, que el roquense ofrecería la mejor estrategia para detener el sostenido tránsito de Martín Soria.

Hace casi un mes el mandatario reunió a la dirigencia mayor de Juntos en Viedma, arengando a los interesados en la sucesión, para que comenzaran a expresarlo y a recorrer Río Negro. “Yo no voy a elegir a nadie”, aclaró antes de fijar al mes de agosto -después del Mundial- como plazo para definir “por consenso” el candidato.

Días después, Weretilneck ya exponía su ansiedad. “Estamos dando ventaja”, decía y pedía armado partidario, como la apertura de locales de Juntos. Se abrieron Roca y en Cipolletti.

El mandatario imaginaba disponer rápidamente la procesión de los potenciales postulantes, porque él siempre reafirma su misión proselitista: “Yo tengo mi espacio institucional y recorro la provincia. ¿Y qué hay de los candidatos? Deben salir y comenzar a mostrarse. ¿Por qué todavía no lo hacen? Ellos tienen que contestar”, decía.

Primer paso

Ya en aquel asado viedmense las miradas buscaban a Pesatti y a Palmieri, pero ninguno recogió ese desafío para el 2019. Recién en los últimos días el vice asumió un raid mediático y transparentó su intención para la gobernación. Lo hizo cuando Weretilneck estaba en Brasil, encabezando una delegación turística.

Palmieri opta, por ahora, por el silencio y las evasivas. Su demora responde al proceso personal previo a la determinación definitiva.

El gobernador repite -en la intimidad- que la postulación debe caer en el exministro, garabateando datos y razones: es quien puede “quitarle más votos a Martín” Soria en Roca y el Alto Valle y, además, evitaría la “fuga” de otros sectores. Weretilneck se reserva la militancia en el resto de la provincia, confiando en su trabajo y en su carisma.

Hay motivos callados en esa inclinación.

El mandatario comparte y proyecta con Palmieri, a pesar de que admita dispares actitudes y entregas en la política. Ambos son desapegados a las ideológicas y, en consecuencia, proclives a las alianzas anti-PJ. Pesatti es la antítesis.

El vice aguardaba un camino despejado cuando Weretilneck aceptara que no podría postularse. Esperaba una retribución a su “lealtad”. Fue su ilusión y, ahora, detectó que la marea del gobierno está en otra dirección. Y plantó su voluntad, previa charla con el gobernador, que renovó su aliento general.


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