Rescatan del olvido el «poli» del barrio Progreso
Cada vecino del barrio neuquino colabora en la construcción del gimnasio. Recibieron donaciones y aportes del Estado, pero el trabajo es a pulmón. La vereda y el quincho, los primeros pasos.
NEUQUEN (AN).- Después de una década de abandono, vecinos del barrio El Progreso rescatan del olvido un Polideportivo comunitario. Con donaciones y el trabajo mancomunado desde hace más de un año construyen la sede del club, un salón cultural y canchas cubiertas.
La historia del «poli» comenzó a tomar forma en 1980, cuando una familia italiana donó a la comisión del barrio, unas seis hectáreas para el desarrollo deportivo. Los primeros pobladores de la barriada construyeron allí una cancha de fútbol al aire libre y dejaron parte del terreno para la futuras instalaciones del club.
Posteriormente, el espacio verde futbolístico fue cedido para la construcción de la actual EPET 7 y los sueños de contar con un polideportivo se detuvieron. Pasaron diez años y los vecinos de El Progreso quisieron rescatar del olvido el proyecto de los primeros habitantes del barrio y pusieron manos a la obra.
«Frente a muchos intentos de usurpación del terreno, decidimos juntar donaciones, conseguir ayuda de los vecinos, de profesionales y de organizaciones barriales para retomar la idea original y comenzar a construir el polideportivo que se pensó en un principio. Queremos un lugar que sirva para actividades deportivas, sociales y recreativas y que pueda ser utilizado por toda la comunidad», explicó Fredy Aguilera, vecino y miembro de la comisión del 'poli'.
El primer paso fue conseguir la personería jurídica y reconstruir la cancha de fútbol, donde en la actualidad 40 chicos y 80 veteranos más un grupo de mujeres, practican el deporte más popular. Se plantaron 50 árboles y s comenzó con el adoquinado de las veredas y con la edificación de un quincho, con materiales donados por la subsecretaria de Deportes de la provincia.
Después de un año y medio de trabajo continuo, el predio ya tiene su cerco perimetral de material, su portón de hierro y el proyecto comenzó a tomar forma desde la bases que sostendrán un edificio de 700 metros cuadrados.
Entre sus paredes se diseñarán canchas de fútbol, vóley y hándbol, una sede administrativa, vestuarios y un salón para actividades culturales y sociales.
«El objetivo es contar con un espacio de contención para los jóvenes que continuamente están en situación de riesgo de contraer enfermedades sociales como la deserción escolar, la violencia o la droga», agregó Aguilera.
La construcción está en manos de hombres y mujeres, muchos de los cuales reciben subsidios provinciales y nacionales. Los hombres son los encargados de la cuchara y el balde; las mujeres organizan ferias de platos, empanadas o tortas para recaudar dinero y comprar materiales.
Y así el «poli» soñado hace más de diez años, se convierte día a día en una realidad que enorgullece a cada habitante del barrio.
NEUQUEN (AN).- Después de una década de abandono, vecinos del barrio El Progreso rescatan del olvido un Polideportivo comunitario. Con donaciones y el trabajo mancomunado desde hace más de un año construyen la sede del club, un salón cultural y canchas cubiertas.
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