En agosto trasladan a los feriantes de Onelli

El intendente fijó los plazos y dijo que hay un entendimiento con los vendedores ambulantes. No precisó a dónde serán reubicados.

En agosto trasladan a los feriantes de Onelli

El intendente Gustavo Gennuso dijo que en agosto culmina el plazo estimado para “liberar el espacio público” en la calle Onelli y 25 de Mayo donde se concentran cientos de puestos de venta ambulante.

Sin precisar a dónde serán reubicados los feriantes, el intendente afirmó que se realizó un trabajo conjunto entre el gobierno y los vendedores que tienen sus puestos habitualmente en inmediaciones de la iglesia Santo Cristo donde se instalan unos 300 puestos cada fin de semana con venta de mercadería de todo tipo, comidas rápidas, indumentaria, discos, entre otros productos.

El gobierno anunció tiempo atrás que la erradicación de la venta ambulante de calle Onelli se concretaría en corto plazo y hoy Gennuso puso fecha a esa decisión. “En agosto es la fecha para liberar el espacio público para todos los barilochenses. Todas las partes están poniendo un poco de sí”, afirmó en una rueda de prensa al presidir el acto de presentación de nuevos camiones adquiridos por la municipalidad.

Gennuso recordó que se trabaja en distintas alternativas desde febrero y que se ofrecerán opciones de lugares a los vendedores, divididos en espacios entre los que funcionan todos los días y los que se instalan los fines de semana. Un segmento aparte será el rubro de los que ofrecen comidas.

El intendente señaló que el jefe de Gabinete, Pablo Chamatrópulos, encabezó las gestiones del gobierno y que en conjunto con los feriantes se anunciará próximamente a dónde serán reubicados.

El municipio prevé el pago de un canon que deberán afrontar los feriantes, que tendrán en los nuevos espacios acceso a servicios como agua y electricidad.

En la intersección de Onelli y 25 de Mayo, donde se produce la mayor concentración de puestos los fines de semana, el municipio prevé construir una parada grande del transporte urbano de pasajeros.


Reubicación y canon para ordenar la venta ambulante

El municipio tiene decidido erradicar la venta ambulante que se concentra en el cruce de Onelli y 25 de Mayo y en pocos días llevará a los puesteros un plan para reubicarlos en cuatro nuevas locaciones, que los obligará a encuadrarse en un registro y pagar un canon mensual.

Actualmente la feria agrupa algunas decenas de puestos de presencia diaria y más de 300 los fines de semana, con mercadería de todo tipo, que va desde la ropa, los muebles usados y los juguetes, hasta discos, películas y comidas rápidas.

El subsecretario de Coordinación General del municipio, Carlos Sánchez, dijo que algunos de los nuevos espacios son de propiedad municipal y otros son predios privados. No quiso dar las ubicaciones antes de revelarlas a los propios vendedores.

Tampoco adelantó el valor del canon que les cobrará el municipio, aunque dijo que el monto estará “dentro de sus posibilidades”. Aclaró que a cambio tendrán accesos a servicios como agua y electricidad. También está previsto que en las nuevas ferias haya baños públicos y aseguró que “a futuro” estarán techadas.

El proyecto suena ambicioso porque apunta a erradicar por completo la venta callejera informal. Sánchez es optimista. “La gente está interesada en regularizar su situación y en tener espacios más acordes”, aseguró.

Pero la historia le juega en contra. Hubo ya varios intentos del municipio de encuadrar la venta ambulante en ferias organizadas, pero siempre la calle volvió a convocar en poco tiempo a nuevos (o los mismos) vendedores.

Según Sánchez, esta vez no será así porque el municipio buscará generar “paseos” atractivos y porque el rigor invernal empujará a los puesteros a mudarse a un lugar más acogedor. También se propone implementar una fiscalización más severa.

Dijo que los nuevos lugares estarán a no más de “tres o cuatro cuadras” de la esquina donde hoy se emplaza la “saladita” barilochense. Insistió en que “la idea es liberar la vía pública para que la gente pueda transitar con comodidad y también para reubicar las paradas de colectivo sobre Onelli”, que debieron correrse por la presencia de los puestos.

Para la venta de panchos, hamburguesas y otros alimentos (que hoy prolifera sin ningún control), Sánchez dijo que trabajan en un nuevo proyecto de ordenanza que reglamente la actividad de los “carritos”. También en este caso aseguró que los vendedores “quieren trabajar dentro de las reglas y están dispuestos a invertir” en seguridad alimentaria, “y si no lo hicieron hasta ahora fue porque no tenían garantías”.


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