Roca vuelve a tener colectivos, luego de 70 días muy caros para el usuario

Desde hoy funciona el servicio municipal de contingencia. La cooperativa de trabajadores avanza para quedarse con la concesión y mantener los puestos laborales.

La historia pondrá a los 70 días que pasaron desde el 12 de mayo hasta el 22 de julio dentro de la etapa más compleja de la pandemia por covid-19 en la Argentina. El aumento exponencial de contagios, el pico de muertes, las dudas concretas sobre la capacidad de respiradores se llevarán los párrafos principales en esos relatos globales. Pero acá, en Río Negro, en Roca, esos mismos 70 días llevarán un sello adicional.

Para decenas de vecinos con recursos limitados, fueron los 70 días en los que gastaron una fortuna en taxis, en los que caminaron en medio del frío como nunca lo habían pensado, en los que tuvieron que pedir prestada una bicicleta o se endeudaron para comprar una moto.

Fueron los 70 días sin transporte urbano, donde pasó de todo, pero paradójicamente, todo pasó con los usuarios lejos del papel central de la historia.

La última vez que los roquenses pudieron subir a un colectivo para llegar desde los barrios al centro el servicio estaba a cargo de la empresa 18 de Mayo. Los choferes que hoy reactivarán los recorridos seguirán siendo aquellos trabajadores que ese día decretaron un paro, pero las unidades que manejarán serán de la empresa Ko Ko.

La presentación de los vehículos que alquilará el municipio se concretó ayer en la Terminal de Ómnibus, donde la intendenta María Emilia Soria se reunió con el grupo que decidió conformar una cooperativa y que -como primer gesto de buena voluntad- ofreció conductores para el servicio de contingencia.

La posibilidad de que ese grupo se quede con la concesión a largo plazo es real, según indicaron ayer colaboradores directos de la mandataria local.

“Los números dan, las cuestiones legales se van concretando, porque ellos están avanzando en la formación de la cooperativa. Marcha todo como para poder avanzar”, resumió la fuente consultada sobre la propuesta que apareció a último momento en el municipio, cuando todo parecía avanzar hacia la contratación directa de una empresa con trayectoria en el rubro.

De acuerdo con los datos que manejan en el Ejecutivo, el esquema diseñado prevé una cooperativa en la que un grupo de trabajadores de 18 de Mayo se conviertan en socios de Juan Castillo, uno de los directivos de la exconcesionaria. El resto de los choferes, mecánicos y administrativos seguirían como empleados, pero ahora de la cooperativa.

“El vínculo con el gremio tendría que resolverlo la cooperativa”, dijo la fuente allegada a Soria, ratificando el pésimo momento que atraviesa la relación entre la conducción local de la UTA y el gobierno roquense.

El sindicato siempre desalentó las ideas cooperativistas, principalmente después de la primera propuesta concreta que hubo en ese sentido, cuando choferes y autoridades municipales se reunieron en el Concejo Deliberante.

Por otra parte, la salida del conflicto de la mano de los trabajadores también resuelve un problema de gestión para el gobierno roquense.

Después del trago amargo por la abrupta salida de 18 de Mayo, hubo numerosos intentos por atraer a otra firma del rubro hacia la ciudad. Sin embargo, en dos meses nunca se pudo cerrar un acuerdo. Escasos subsidios, la negativa a darle continuidad a todos los trabajadores de la exconcesionaria y el clima hostil con la UTA fueron obstáculos para que empresarios y funcionarios coincidan 100%.

La gran incógnita de esta nueva etapa es la ecuación financiera. La pregunta central es por qué 18 de Mayo no pudo sostenerse y sí podrá hacerlo una cooperativa con la misma cantidad de empleados, en una ciudad con actividad deprimida.

Hoy a las 5 AM, desde las dársenas del centro, empezará a escribirse esa respuesta.

La alternativa

300
Pesos cuesta un viaje promedio en taxi desde Barrio Nuevo al centro. Si un trabajador usó ese servicio en forma regular, dos veces por día, cinco días a la semana, gastó unos 30.000 pesos en las 10 semanas de conflicto.

12 de mayo: los empleados de 18 de Mayo empiezan un paro, por reclamos salariales.

18 de mayo: la concesionaria anuncia formalmente que no firmará el nuevo contrato, a pesar de haber ganado la licitación por 10 años.

19 de mayo: el municipio anuncia la desadjudicación, para contratar en forma directa a otra empresa.

11 de junio: el gobierno informa que negocia con tres empresas: Pehuenche, Vía Bariloche (Ko Ko) y Autobuses Santa Fe.

2 de julio: la intendenta y trabajadores se reúnen en el Concejo y analizan la posibilidad de formar una cooperativa.

12 de julio: sin acuerdo entre los propios trabajadores para asociarse, el municipio anuncia un servicio municipal, con colectivos alquilados y choferes de su propio plantel. Al mismo tiempo, se informa que Ko Ko y Pehuenche son los que más avanzados están para la concesión a largo plazo.

15 de julio: Ko Ko gana el concurso para alquilar colectivos. Pehuenche anuncia que se baja de las negociaciones. Autobuses Santa Fe ratifica su interés por llegar a Roca, igual que Vía Bariloche.

20 de julio: un colectivo es atacado con una bomba molotov. El municipio orienta sus sospechas hacia la UTA.

21 de julio: se reactiva el plan cooperativista, pero con una propuesta que incluye a un exdirectivo de 18 de mayo.

23 de julio: se lanza el servicio municipal de contingencia.


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