Salud: ¿Qué hace un quiropráctico?

Tomemos un ejemplo: uno siente que es sumamente complicado mantenerse en una posición erguida, agacharse es imposible y la zona baja de la espalda da un dolor que parece un calambre. Bueno, esos síntomas pueden aliviarse recurriendo a la quiroterapia, que trabaja sobre la columna vertebral, investigando si hay algún bloqueo en las articulaciones o una contractura muscular.

El quiroterapeuta puede poner las cosas en su lugar, ya sea a través del estiramiento, el masaje o la presión.

La quiroterapia trata cuadros muy variados. Pueden ser dolores de espalda, de cabeza, tensiones, lesiones de disco, síntomas que se conocen como el “codo de tenista”, artrosis de rodilla o de cadera… “Lo importante es informarse muy bien sobre el estado de las articulaciones haciendo una tomografía computada o rayos x”, recomienda el especialista Ramin Nazemi.

Por un lado, hay quiroterapeutas, que son médicos tradicionales que hicieron una formación adicional y, por el otro, quiroprácticos, que son especialistas que se formaron directamente en esa disciplina.

Los quiroprácticos consultados señalan que no trabajan sobre los síntomas sino sobre las causas. Su tarea consiste en buscar, detectar y apartar inconvenientes neurológicos, pero es necesario saber que su tarea no es curar, sino darle impulso a un proceso de autosanación, y lo hacen, sobre todo, mediante métodos como la rotación, que apuntan a generar movimientos mínimos pero efectivos en las articulaciones y los tejidos.

Las cervicales requieren un cuidado especial. Los movimientos bruscos en esa zona son peligrosos y es mejor evitarlos, según nos dicen diversos expertos.

“La rotación brusca en esa zona tiene un alto riesgo de que se produzca una rotura de alguna de las cuatro arterias del cuello, que transportan sangre al cerebro”, advierte el neurólogo Gereon Nelles, miembro de la Asociación Alemana de Neurólogos. De ocurrir algo así, el cerebro dejaría de recibir la sangre que necesita y podría sufrir un ataque cerebrovascular.

Pero todo en su justa medida. Eso no tiene por qué generar un distanciamiento hacia las terapias alternativas, sino saber que todo debe ser aplicado con la debida precaución.

¿Cuántas sesiones de quiroterapia se recomiendan? Depende de cada caso. Por lo general, una o dos sesiones no bastan. Puede llevar meses o incluso años que el cuerpo corrija ciertos comportamientos o posturas.

Lo importante es saber que uno está en buenas manos, ya sea a través de organizaciones que nuclean a los profesionales de este área o a través de recomendaciones directas.


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