Se aflojó el nudo

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San Lorenzo finalmente logró respirar. Asediado por los promedios, la impaciencia de su gente, y el flojo rendimiento del equipo dentro de la cancha, logró sobreponerse y regresar a la victoria. Con más esfuerzo que fútbol, derrotó 1-0 a Banfield y cortó una larga sequía. La paciencia de los hinchas del equipo de Boedo se empezó a agotar rápido. Es que venía de varias decepciones y encima desde adentro sus jugadores aportaron poco. El partido se pudo inclinar rápido para el local, pero Emanuel Gigliotti desperdició la única chance que generaría en todo el primer tiempo. El delantero la ganó bien, aunque después eligió mal la definición. Optó por gambetear al “Laucha” Lucchetti, pero el arquero le adivinó la intención y tapó un gran mano a mano. El Taladro de La Volpe no se achicó y salió al golpe por golpe. Enseguida metió una contra que de no ser por el preciso corte de Sebastián Luna, pudo haberse transformado en la apertura del marcador. A partir de ahí fue todo del visitante. Le faltó muy poco para doblegar a Nereo Champagne que cuando no pudo él, contó con la colaboración de los palos. Banfield usufructuó sobre todo el lado derecho de su ataque, desde donde surgieron las mejores opciones de gol. El rosarino Jonathan Gómez estuvo incontenible por ese lado y fue de lo mejor del primer tiempo. Sobre los 12 llegó una escalada del volante, que remató fuerte pero en el camino la pelota rozó en un rival. Ese tiro de esquina derivó en una jugada de carambola que terminó en un rebote en Cristian Tula y la pelota estrellándose en el palo derecho de Champagne. La fórmula estaba por la derecha y por ese lado continuó el asedio visitante. Y el protagonista siguió siendo Gómez. Sobre los 32 apareció de nuevo en ataque pero se encontró con la firme resistencia del “1” local. Con San Lorenzo sumido en su propia inoperancia, Banfield insistió aunque no tuvo puntería. Cuando se iba el primer tiempo, esta vez fue el palo el que le dijo que no a Gómez. La inexpresividad del equipo del Turco Asad se transformó en potentes silbidos de desaprobación de su gente mientras el equipo se iba al descanso. En el complemento no mejoró mucho el local, pero de a poco la presión del Taladro comenzó a aflojar porque vio en el empate un buen negocio. El problema fue que empezó a hacer negocio antes de tiempo y se quedó sin nada. Bastó un ataque por izquierda de Bazán, centro atrás y entrada frontal de Juan Manuel Salgueiro para entrarle de frente y con un derechazo potente, clavar el 1-0. Fue un desahogo muy grande, porque había demasiadas cosas en juego. En el final Banfield intentó pero ya no tuvo nafta y los del Turco se aferraron con todo a una victoria que da algo de tranquilidad.

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