¿Se juzgará al eslabón más débil del plan?

Detalles

Antje Passenheim DPA

Los investigadores no abandonan la cama del hospital en la que se trabaja por su recuperación, aunque ante un tribunal, Dzhokhar Tsarnaev podría ser condenado a muerte. Los investigadores saben que sólo él puede ayudarles a arrojar luz sobre el trasfondo de los ataques con bomba . Hay cada vez hay más indicios que indican que Dzhokhar fue incitado por su hermano mayor, que hizo de un típico “chico” estadounidense, un terrorista. “Por lo que sabemos de los dos parece que el hermano mayor era la cabeza de esta historia”, cuenta Luis Vasquez, un amigo de los hermanos Tsarnaev. “Siempre fue el líder, y su hermano lo siguió”. Y el entrenador de boxeo de Tarmelan, John Curran, dijo: “El hermano menor seguía al mayor como un perrito”. A Dzhokhar le encantaba el skateboard yla música rap. Iba a fiestas, tenía amigos y se sentía bien en su nuevo país, lejos de los conflictos del Caúcaso en la que nació. “Siempre fue un niño agradable”, señala Cam Blauchner, un compañero de clase de octavo año. “Era tímido, pero no extraño. Era un tipo dulce”. Yno hablaba de religión. “Ni siquiera sabía que es musulmán”. Los amigos nunca vieron rezar al estudiante de biología marina y delante de ellos nunca reveló ideas religiosas o islamistas. Dzhokhar llegó desde Kirguistán a Estados Unidos en 2002, cuando tenía ocho años, con su madre, esteticista, y su padre, mecánico de automóviles, con una visa de turista y después logró un permiso de residencia. El 11 de septiembre de 2012 obtuvo la nacionalidad, al contrario que su hermano mayor, Tamerlan, que en 2003 llegó al país como refugiado . Tamerlan asumió su papel como el mayor de cuatro hermanos. Según amigos, cuidaba de que no perdieran sus raíces chechenas. Nunca logró la nacionalidad estadounidense y se le conocía también por violencia machista contra su mujer. En 2009 el servicio secreto ruso dio la alarma y el FBI accedió a estudiar sus tendencias radicales. El FBI lo analizó, sin resultados y la policía federal dejó de buscar cuando el joven volvió en julio de un viaje de seis meses por Rusia. Y pese a que se radicalizó visiblemente, como salió a la luz tras los atentados. Quizá fuera por influencia de Tarmenlan que Dzhokhan comenzó a ver películas sobre la derrota de musulmanes extremistas en Siria y a colgarlos en las redes sociales. Hace poco escribió en facebook “Para nosotros es mejor morir en libertad que vivir como esclavos”, junto a un neutral: “Mi religión es el islam”, en ruso.


Detalles

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora