Santoral del 13 de mayo 2025: por qué la Iglesia Católica celebra hoy a la Virgen de Fátima
La Virgen de Fátima es venerada como patrona de Portugal y su fiesta se celebra cada 13 de mayo. Según la tradición, la Virgen se apareció a tres niños pastores entre mayo y octubre de 1917. Los detalles.
La Virgen de Fátima es una advocación mariana que se refiere a las apariciones de la Virgen María ocurridas en Fátima, Portugal, en 1917. Según la tradición, la Virgen se apareció a tres niños pastores: Lucía dos Santos y sus primos Francisco y Jacinta Marto, en seis ocasiones entre mayo y octubre de 1917.
Durante las apariciones, la Virgen María transmitió mensajes de paz, conversión y oración. También reveló tres secretos a los niños, uno de los cuales incluía una visión del infierno y la necesidad de la devoción al Inmaculado Corazón de María.
Las apariciones de Fátima atrajeron a miles de peregrinos y devotos, y se convirtieron en un importante centro de peregrinación mariana. La Virgen de Fátima es venerada como patrona de Portugal y su fiesta se celebra el 13 de mayo, aniversario de la primera aparición.
La devoción a la Virgen de Fátima se ha extendido por todo el mundo, y su mensaje de paz y esperanza sigue siendo relevante para los fieles de hoy en día.
Oración a la Virgen de Fátima
Oh Virgen Santísima, Vos os aparecisteis repetidas veces a los niños; yo también quisiera veros, oír vuestra voz y deciros: Madre mía, llevadme al Cielo. Confiando en vuestro amor, os pido, me alcancéis de vuestro Hijo Jesús, una fe viva, inteligencia para conocerle y amarle, paciencia y gracia para servirle a Él, a mis hermanos, y un día poder unirnos con Vos allí en el Cielo.
Padre nuestro, Avemaría y Gloria.
Madre mía, también os pido por mis padres, para que vivan unidos en el amor; por mis hermanos, familiares y amigos, para que viviendo unidos en familia un día podamos gozar con Vos en la vida eterna.
Padre nuestro, Avemaría y Gloria.
Os pido de un modo especial por la conversión de los pecadores y la paz del mundo; por los niños, para que nunca les falten los auxilios divinos y lo necesario para sus cuerpos, y un día conseguir la vida eterna.
Padre nuestro, Avemaría y Gloria
Oh Madre mía, sé que escucharás, y me conseguirás estas y cuantas gracias te pida, pues las pido por el amor que tienes de tu Hijo Jesús. Amén.
¡Madre mía, aquí tienes a tu hijo, sé tu mi Madre!
¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!
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