Santoral del 26 de agosto 2025: por qué la Iglesia Católica celebra hoy a Santa Teresa de Jesús

La Iglesia Católica celebra hoy a Santa Teresa de Jesús. Una religiosa española, fundadora de la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Los detalles en esta nota.

Santa Teresa de Jesús Jornet Ibars, también conocida como Santa Teresa de Jesús de la Cruz, fue una religiosa española, fundadora de la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Nació el 9 de enero de 1843 en Aytona, Lérida, España, y murió el 26 de agosto de 1897 en Valencia, España.

Teresa Jornet dedicó su vida al cuidado de los ancianos desamparados y enfermos, especialmente de aquellos que vivían en la pobreza y la marginación. Fundó la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados en 1873, con el objetivo de proporcionar atención y cuidado a los ancianos necesitados.

Las Hermanitas de los Ancianos Desamparados crecieron rápidamente bajo el liderazgo de Teresa Jornet y se extendieron por toda España y otros países. Su dedicación al servicio de los ancianos y su amor por los más necesitados la convirtieron en un ejemplo de caridad y compasión.

Teresa Jornet fue canonizada por el Papa Juan Pablo II en 1974 y su fiesta se celebra el 26 de agosto en el calendario litúrgico católico. Es recordada como una santa que dedicó su vida al servicio de Dios a través del cuidado de los ancianos y los enfermos.

Oración a Santa Teresa de Jesús


Oh, Santa Teresa, Virgen seráfica, querida esposa de Tu Señor Crucificado, tú, quien en la tierra ardió con un amor tan intenso
hacia tu Dios y mi Dios, y ahora iluminas como una llama resplandeciente en el paraíso, obtén para mí también, te lo ruego, un destello de ese mismo fuego ardiente
y santo que me ayude a olvidar el mundo, las cosas creadas,
aún yo mismo, porque tu ardiente deseo era verle adorado
por todos los hombres.
Concédeme que todos mis pensamientos, deseos y afectos
sean dirigidos siempre a hacer la voluntad de Dios,
la Bondad suprema, aun estando en gozo o en dolor,
porque Él es digno de ser amado y obedecido por siempre.
Obtén para mí esta gracia, tú que eres tan poderosa con Dios,
que yo me llene de fuego, como tú, con el santo amor de Dios.
Amén.