Showroom, ropa barata y de diseño a sólo un clik

gabriel lamas

glamas@rionegro.com.ar

La venta de indumentaria en casas particulares se ha tornado una nueva moda en la región. Con sólo buscar la palabra “showroom” en Facebook podemos encontrar cientos de alternativas que ofrecen prendas a muy buen precio y de diseños únicos. Con una inversión mínima y la posibilidad de obtener grandes ingresos, cientos de comerciantes ya se han inclinado por esta metodología. Los principales problemas, la habilitación comercial y el pago de impuestos.

En una tarde pueden pasar centenares de hombres y mujeres, depende el tipo de público al que se dediquen. Llegan, se prueban las prendas, deciden cual llevar, pagan y vuelven a sus casas. Hasta el momento nada llamaría la atención, pero el dato más característico es que todo esto no sucede en una tienda, sino en una tradicional casa de familia.

Y es que la venta en “showrooms” -como se denominan en la actualidad- se ha tornado un moda en nuestra región por disponer de “diseños únicos”, precios “súper” competitivos y por el gran alcance y el bajo costo de la publicidad a través de las redes sociales.

La receta es sencilla. En una casa de familia, se desocupa una sala, se colocan percheros para exhibir las prendas y un gran espejo para que las potenciales compradoras puedan observarse. Los baños son utilizados como probadores y generalmente más de un integrante de la familia ayuda a atender a los posibles compradores.

Trabajan durante toda la semana pero cada showroom dispone de sus horarios de atención y para asistir hay que avisar con anticipación por el mismo Facebook, por cuestiones organizativas.

Las únicas contras que los vendedores han confiado, son las dificultades para adaptar sus casas a las condiciones necesarias para obtener una habilitación comercial y la falta de regulación en lo que respecta a “ferias” de venta de distintos productos.

Por otro lado, muchos de los comerciantes no cumplen con el régimen impositivo de la AFIP, aunque esta tendencia se está reduciendo, ya que muchos han decidido inscribirse como monotributistas.

En las redes sociales, los prestadores suben fotos de sus productos y los usuarios pueden realizar consultas sobre el talle y el precio de cada artículo. Cuando están decididas a comprarlo pueden encargarlo con un comentario en el mismo perfil clickeado y como respuesta se brinda la dirección del local por mensaje privado.

“Comprar por internet es re cómo y práctico”, confió una compradora habitual de esta modalidad. “Vos ves en tu casa tranquila todo lo que tienen y le avisás a la dueña que es lo que vos querés, preguntás el precio, todo y después te lo probás y te lo llevás. Es mucho más rápido que ir a un local en el centro y suele ser más barato”, agregó.

Hay quienes comienzan con su showroom para obtener una buena clientela y poder abrir así su local comercial, otros lo hacen en busca de vender sus propios diseños originales y quienes buscan en la venta de ropa obtener un ingreso económico importante trabajando en sus ratos libres.

Con una inversión mínima que no supera los mil pesos y la posibilidad de obtener un importante medio de vida, los showroom proliferan de una forma sorprendente en el Alto Valle.

Con una simple conexión a internet y a tan sólo un click de distancia, proveedores y clientes sin duda seguirán comercializando de esta forma por mucho tiempo más.