Bailar hasta jubilarse, la lucha de los artistas de Río Negro y Neuquén

Miles de bailarines no pueden llegar a la edad jubilatoria de 60-65 años por las exigencias y lesiones que genera la actividad. Reclaman una ley que acorte la incansable espera.

Aunque los músculos ya no tengan el mismo vigor y las lesiones condicionan el cuerpo, los artistas de danza deben bailar hasta los 60-65 años para poder llegar a una jubilación.
Tanto en Río Negro como en Neuquén la problemática es la misma. Solo en unos pocos teatros provinciales del país pueden acceder a un régimen especial que les permite jubilarse a los 40 años con 20 de aporte.

“Se trata de un oficio muy sacrificado, se comienza desde muy temprana edad. Se transita un período de estudio y mientras tanto se practica el baile”, expresó el rector del Instituto Universitario Patagónico de las Artes (IUPA), Armen Grigorian que fue director del Ballet de Fundación Cultural Patagonia.

El directivo que fue bailarín profesional y se formó en el Instituto Coreográfico de la Unión Soviética Armenia, señaló que después de los 35 años se empieza a notar el desgaste que genera la actividad.

“En el trayecto vas desgastando los músculos, las articulaciones, empezás a tener dolores articulares que una persona común tiene después de los 50 años. Los bailarines empiezan a sentirlo después de los 35 años, aparecen los casos de artrosis que son muy comunes y tendinitis”, describió.

El rector sostuvo que debería existir una ley que proteja el oficio y permita un retiro voluntario a los 40 años por medio de un aporte del artista.
Al no estar legislada la actividad, los artistas de danza en general trabajan en varios teatros. “No hay una cantidad de horas de referencia que debe trabajar un bailarín”, expuso.

También remarcó que no pueden compararse con otro trabajador porque están en movimiento entre 4 o 5 horas diarias sin parar, saltando, acelerando, impactando. “Hay una desprotección en el oficio en general. Se baila con fiebre, con lesiones, porque si no lo hace no le van a pagar”, comentó.
Solo hay algunos casos muy específicos de artistas que bailaron hasta la avanzada edad como Mikhail Baryshnikov, señaló.

Después de los 35 años empieza a sentirse el desgaste de la actividad. Foto Alejandro Carnevale

La lucha de los artistas de Río Negro y Neuquén: El expediente y la ley

El rector contó que cuando era director del Departamento de Artes de Movimiento del IUPA, empezaron a trabajar en 2018 para declarar insalubre el trabajo de bailarín a partir de los 40 años con una determinada antigüedad. Se presentó un informe con estudios de médicos y con los antecedentes que hay en el mundo. Grigorian contó que tuvieron el visto bueno de la Secretaría de Trabajo de Río Negro, que llevó el expediente ante la Anses en Buenos Aires pero el organismo nacional hizo objeciones. “Después entramos en pandemia y no hubo ningún avance en ese aspecto, ahora de a poquito hay que empezar apuntar otra vez”, comentó.

“Nosotros tenemos ese problema de que la jubilación para los bailarines no depende del Estado provincial, sino que es de la Ansés directamente”, señaló.

El mes pasado ingresó nuevamente al Congreso para ser debatida la Ley de Danza que tiene como fin crear el Instituto Nacional de la Danza. Sin embargo Grigorian cuestionó que no trata esta problemática que afecta a miles de bailarines.

“Ya que una vez se está discutiendo me gustaría que salga algo mucho más completo. El instituto en sí va a trabajar mucho en fomentar la danza, esto está buenísimo, pero mi discrepancia es que se trate a la danza como un oficio, regular la jornada laboral, los montos, las jubilaciones”, criticó.

La formación comienza a una temprana edad. Foto Alejandro Carnevale

La lucha de los artistas de Río Negro y Neuquén: La edad ideal para el retiro

“No se puede bailar hasta los 60 años para acceder a una jubilación”, expresó preocupada la bailarina Rita Larroulet, que este año cumple 50.
A los 11 comenzó a estudiar y así como ha disfrutado con pasión este arte también ha tenido muchas lesiones. “Hay cosas que de por vida no voy a poder hacer por las lesiones que me dejó mi trabajo. Tengo dos hernias cervicales, una protrusión, un labrum de cadera, son lesiones que te quedan”, señaló.

Si bien reconoció que algunos artistas siguen después de los 50, son casos únicos. “Hay bailarines de esa edad pero muy cuidados y no en la actividad total como nosotros que damos clases, bailamos y estamos 10 horas en actividad corporal”, explicó.

Larroulet consideró que tendría que haber una ley para jubilarse antes “porque a los 60 años el cuerpo no te responde igual”.
Para ella la edad ideal es hasta los 40 o 45. “Lo lindo de cuando sos grande empezás a interpretar y a sentir y pasas por otro lado, por la experiencia, pero no te da el cuerpo”, reconoció.

La bailarina dijo que no es el fin de su actividad y que quiere continuar pero no depende solo de ella. “Ayudaré de otra forma, puedo ser maestra de ballet, pero tampoco es la solución. De acá no te vas tan fácil, porque hay algo más pasional pero no depende solamente de mí, depende también de la dirección que está a cargo y si quiere”, reflexionó.

Las jornadas de ensayo duran hasta cinco horas diariamente. Foto Alejandro Carnevale

La lucha de los artistas de Río Negro y Neuquén: Hasta que el cuerpo diga basta

“Seguimos bailando hasta que nos de el cuerpo pero no sería el ideal sino retirarnos en formas óptimas del escenario”, expresó la bailarina Sabrina Carreño.
La artista de 43 años señaló que desde los 17 integra el Ballet de Fundación Cultural Patagonia y tiene aportes jubilatorios desde los 20.

“Tendría que haberme retirado pero bueno esta es la situación que uno sigue aguantando el cuerpo. Está bien que la carrera de los bailarines se haya extendido por el cuidado que uno tiene pero también hay que dar lugar a los que vienen detrás nuestro”, consideró.
A nivel nacional algunos ballets tienen otras regulaciones como el Teatro Municipal de Bahía Blanca, mencionó.
“Habría que ver el tema de los aportes, si hay que hacer un aporte extraordinario, desde cuándo se puede porque estamos en una nebulosa”, señaló la artista.

La lucha de los artistas de Río Negro y Neuquén: “Sistemas de contención”

Marcelo Vidal secretario adjunto del Sindicato de Trabajadores del IUPA sostuvo que deberían existir regímenes especiales para los trabajadores de las universidades en el ámbito artístico que tienen especificidades que no están contempladas dentro del sistema actual.

El gremialista indicó que la danza es un caso donde la exigencia física que tiene un bailarín, “le impide poder desempeñar su tarea al 100% durante el tiempo que establecen las otras leyes que lo rigen que debería hacerlo”.

Para Vidal son necesarios “sistemas de contención en el ámbito de la educación universitaria y artística que les permitan seguir desempeñándose en otras tareas como puede ser por ejemplo la investigación”, agregó.

“Sin duda también debería existir en ese mismo sentido leyes para que los trabajadores del arte pudieran jubilarse en condiciones especiales que deberían estimarse de acuerdo a las tareas que desempeñan y las exigencias que cada una de ellas presenta”, aclaró.
Además contó que el sindicato está trabajando en la actualización de un convenio colectivo de trabajo que atienda las especificidades de la educación artística.


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