Cada semana, un equipo de Salud recorre casa por casa de pobladores rurales en Piedra del Águila

La población del área rural va disminuyendo y solo quedan adultos mayores. Las distancias son extensas y los caminos de ripio. Muchos pacientes no acceden fácilmente al servicio de salud. Por eso, los profesionales van a buscarlos.

Gabriela Leguizamón, la directora del hospital de Piedra del Águila, recuerda cuando, tiempo atrás, en una recorrida por las áreas rurales, llegó a la casa de un paciente para hacerle un seguimiento. El hombre tomó la guitarra y la sorprendió con una canción. Poco después, homenajeó al equipo con unas tortas fritas.

Situaciones como éstas las vive a diario el equipo del hospital de Piedra del Águila cuando, cada martes y jueves, se dispone a visitar a los pacientes que viven en las áreas más alejadas para facilitar la accesibilidad al servicio de salud. El trabajo lleva gran parte del día y demanda recorrer grandes distancias de caminos de ripio. La visita es casa por casa.

“Vamos todo el año. En esta ocasión, lo diferente fue que visitamos una escuela rural del paraje El Sauce, a unos 80 kilómetros de Piedra del Águila, junto con los Bomberos. Se dictó una capacitación de RCP y primeros auxilios. Fue linda la conexión con los chicos, incluso merendamos juntos”, comentó Leguizamón. La idea del equipo es abordar “temas álgidos”, como bullying, violencia y adicciones. Por eso, se visitará también otras escuelas de la zona.

“La idea es abarcar la niñez y adolescencia; el tema es que resulta complejo llegar a los parajes con los caminos de ripio. Ni hablar cuando nieva o llueve mucho. De todos modos, cada vez que vamos dejamos medicación a los agente sanitarios, en caso de que después, no podamos llegar. Si se da una emergencia, el agente llama al hospital y tenemos una ambulancia apta para entrar a esos lugares”, dijo.

Respecto al «esquema de visitas del área rural», señaló que el objetivo es no perder de vista a muchos pacientes crónicos de esas áreas que son hipertensos, diabéticos, tienen insuficiencia cardíaca y «no suelen moverse mucho del lugar».

Además, los profesionales aseguran que esta población rural va disminuyendo cada vez más. Solo quedan adultos mayores que viven solos porque los más jóvenes migran para poder estudiar. «La vida del campo es dura. Es hermoso, pero hay que estar ahí», dijo Leguizamón.

El equipo concurre al área rural en camioneta. El poblado más grande es Santo Tomás, el más próximo a Piedra del Águila, a 40 kilómetros, donde viven 500 personas. Solo en ese lugar, los profesionales atienden en la salita; en el resto de las áreas rurales concurren casa por casa «porque no hay un lugar físico donde poder hacerlo». Cerro Orqueta, por ejemplo, es el más alejado a 100 kilómetros.

«Sucede que la gente no va al hospital. Estamos, de alguna manera, atrás de ellos. Una vez cada seis meses, les pedimos laboratorio. O coordinamos si necesitan una interconsulta con un especialista», explicó.

Por lo general, el equipo está integrado por un médico, un agente sanitario, un asistente social, una psicóloga y un chofer. En ciertas ocasiones, también concurre una nutricionista y una obstétrica.


Gabriela Leguizamón, la directora del hospital de Piedra del Águila, recuerda cuando, tiempo atrás, en una recorrida por las áreas rurales, llegó a la casa de un paciente para hacerle un seguimiento. El hombre tomó la guitarra y la sorprendió con una canción. Poco después, homenajeó al equipo con unas tortas fritas.

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