De los barrios de Bariloche al cerro Catedral: la oportunidad de esquiar por primera vez

El Programa Esquí Escolar se extiende durante ocho semanas en Bariloche y contempla a 1.500 estudiantes de sexto grado. El costo para el Ministerio de Educación de Río Negro es millonario pero argumentan que "es un acto de justicia".

Con los primeros rayos del sol, la temperatura bajo cero casi no se percibía ayer en el cerro Catedral que, poco a poco, empezaba a llenarse gente. En la base, teñida de blanco, entre gritos en portugués y esquiadores avezados que bajaban a toda velocidad, decenas de pecheras verdes llamaban la atención.

Estos niños de sexto grado de cinco escuelas de Bariloche y la región finalizaban su paso por el programa de Esquí Escolar. En cuatro jornadas de clases, aprendieron a esquiar. La semana próxima será el turno de otros grupos ávidos por disfrutar del cerro.

El programa comenzó este lunes y se extenderá a lo largo de ocho semanas. Unos 200 estudiantes por semana concurren al cerro, junto a cuatro coordinadores y 25 instructores de esquí.

Los chicos son acompañados por profesores de educación física e instructores de esquí. Foto: Chino Leiva

Mientras algunos todavía se colocaban los esquíes, una niña no lograba detener su marcha para atrás en la nieve al tiempo que sus piernas se abrían hasta terminar cayendo al piso. Las risas de sus amigos estallaban, al igual que ella.

A unos metros, otro grupo descendía la montaña con gran habilidad. Una instructora ayudaba a alguien que presentaba mayor dificultad. «Mirame a mí. Cuando quieras frenar, volvés a armar el triángulo con los pies», le decía gesticulando con las manos. «¡No se tiren nieve en la cara, chicos!», reprendía otra instructora, sin poder ocultar su sonrisa. Luego, le acotaba a otra alumna: «¿Te enseño un secreto para no tener que sacar los esquíes?».

Ramiro y Cyrano, de 11 años, son alumnos de la escuela 298 y decidieron encarar juntos la bajada de la montaña. Las ganas de argumentar por qué sintieron ganas de aprender a esquiar lleva a que interrumpan constantemente. «Sentimos que queríamos practicar esta actividad que en Bariloche es tan famosa. Era algo nuevo para nosotros«, definió Ramiro. Su compañero acotó que, hasta ahora, lo que más disfrutó fue «tirarse tan alto de la montaña y bajar rápido, disfrutando con amigos. Al principio, se siente algo de miedo, después es todo felicidad. Cuando le agarrás la mano es lo más».

Tiago, Alejo, Ulises, León, Lautaro y Tisi tienen entre 11 y 12 años y son alumnos de la escuela Antu Ruca. «Nos anotamos porque otros compañeros nuestros ya habían participado y nos dijeron que no podíamos perdernos esto. Yo solo había probado el culipatín, pero esto es mucho mejor», reconoció Tiago. Tisi alardeó que ya logran bajar «solos de la montaña»: «Ayer nos cruzamos con una bola de nieve enorme, pero le pasamos por el costado. Es una experiencia única cuando vas bajando y el ves el paisaje«.

«Una experiencia única», definen los mismos chicos. Foto: Chino Leiva

León también describió sus sensaciones: «Somos muchos los que nunca podemos venir porque es un deporte caro. Pero esto es único. Cuando sentís el aire en la cara que vas bajando, sentís una adrenalina tremenda«.

Damián Rodríguez, un profesor de educación física en la escuela Antu Ruca, los acompañó. «Los pibes no lo olviden nunca. De hecho, los estudiantes más grandes aconsejan la experiencia a los más chicos. Son conscientes de que es una oportunidad única por lo que cuesta acceder al pase y a los equipos», subrayó.

Reconoció que «la mayoría de los chicos de Bariloche ven el esquí como algo lejano. Cuando están arriba de la montaña, no lo pueden creer. Se sienten un Power Ranger. Me incluyo: en mi niñez pude acceder por el programa de Esquí Escolar«.

«Primero se siente un poco de miedo, después es una felicidad», sintetizaron los chicos. Foto: Chino Leiva

«Muchos pibes no conocen la montaña»

El programa Esquí Escolar históricamente estuvo destinado a los chicos de quinto grado, pero como el año pasado no se implementó, en esta oportunidad lo pusieron en marcha con alumnos de sexto. Son alrededor de 1500 niños de las escuelas públicas de Bariloche, cuatro de gestión social , escuelas rurales de Corralito, Cerro Alto, Pilcaniyeu y desde hace tres ediciones, se sumaron colegios de El Bolsón, El Manso, El Foyel y Villegas que viajan a Bariloche durante cuatro días.

«El 98% de nuestros pibes no conocen la montaña y no han esquiado nunca. Se trata de que puedan dar los primeros pasos en el esquí, al segundo día ya están esquiando y al tercero, logran bajar por Princesita. Terminan esquiando con un nivel que les permite recorrer toda la montaña«, resumió Daniel Fisher que se define como «segunda generación en el programa» en el que trabajó durante 15 años y del que se está despidiendo.

El programa de esquí Escolar es financiado íntegramente por el Ministerio de Educación de Río Negro. Foto: Chino Leiva

Esquí Escolar nació en 1999 como iniciativa de un grupo de profesores de educación física que no contaban con un gimnasio en las escuelas donde dictaban clases. En ese momento, pidieron pases para llevar a los chicos a esquiar. Poco a poco se fueron sumando otras escuelas y la idea se instaló como un proyecto de extensión en la Universidad Nacional del Comahue. En 2005, el Estado comenzó a aportar a la iniciativa y en 2013, el Ministerio de Educación de Río Negro decidió garantizar la práctica a toda la matrícula.

Fisher aseguró que «en cualquier pueblo de Europa, la gente va y esquía en la montaña. Acá somos la excepción pese a que tenemos un cerro a 17 kilómetros. Este programa nace el derecho de las infancias de acceso al territorio, al patrimonio cultural y deportivo«.

Muchos niños, pese a vivir a pocos kilómetros, no conocen el cerro Catedral. Foto: Chino Leiva

Previamente a las salidas, los coordinadores del programa se reúnen con las familias de los estudiantes en los colegios a fin de llevar tranquilidad respecto a la actividad y explicarles los protocolos.

«¿Se puede aprender a esquiar en cuatro días», se consultó. «Es un deporte fácil y tienen toda la vida para seguir aprendiendo. En poco tiempo, los chicos dominan la velocidad, controlan los deslizamientos, giran. Obviamente, no se los va a exponer a una pista roja. Buscamos que haya aprendizaje, seguridad y disfrute«, respondió.

Recordó que, años atrás, una niña de la escuela 44 incursionó en el deporte y luego, continuó gracias a la Fundación Desafío -una organización que ofrece instrucción de esquí y snowboard adaptado en Bariloche-. «Hoy su hermanito participaba del Esquí Escolar y conoció el cerro por primera vez. Ella se desvivió por mostrarle a su hermano cómo esquiaba y, él después le mostró a ella lo que había aprendido. Los pibes se sienten en libertad y solo con ver las caras te emoción», planteó.

Pasaron por el programa y hoy son instructoras

Guardalupe García Barreyra es ayudante de los instructores. Esta joven de 20 años conoció la montaña y aprendió a esquiar gracias al programa de Esquí Escolar cuando transitaba quinto grado en la escuela 324. «Estoy acá por amor a este proyecto. Me encantó y acá estoy: retribuyendo. Les enseñamos los principios del esquí, a desarrollar una linda bajada. Hay muchos chicos que nunca estuvieron en la montaña», dijo antes de iniciar una de las tantas bajadas.

Hoy tiene 31 años y es instructora de esquí, pero Rocío Villalba también se inició en el deporte gracias al programa del Ministerio de Educación de Río Negro. «El primer paso es que los chicos conozcan el entorno, muchos no conocen el cerro. Se trata de trasladar el aula a la montaña«, definió la mujer que fue alumna de la escuela de Villa Los Coihues y en 2005 empezó a trabajar como ayudante en el programa de Esquí Escolar.

Rocío Villalba conoció el deporte de la mano del Esquí Escolar y hoy, es instructora. Foto: Chino Leiva

«Me abrió un mundo nuevo. Yo no hubiera podido conocer esto porque mi familia no tenía recursos económicos en ese momento. Gracias al Esquí Escolar, hace 20 años pude decirles: ‘Esto me gusta’ y así, encontré mi camino«, añadió.

Hoy como profesora, Rocío disfruta que «todo resulte una sorpresa para los chicos»: «Desde escuchar a los turistas hablar en otro idioma, ver a la montaña con hielo a la mañana y esa nieve derretida al mediodía, bajar la montaña y ver sus propias casas. Es sorprendente que aprendan lo básico en dos días y ya puedan manejarse solos. Al cuarto día recorren pistas nuevas. Son un esquiador más«.

«Un acto de justicia»

El programa Esquí Escolar tiene un costo millonario para el Ministerio de Educación de Río Negro. Sin embargo, desde la cartera resaltaron la infinidad de beneficios.

El gobierno provincial abona 290 millones de pesos a Catedral Alta Patagonia en concepto de los pases. La empresa concesionaria del cerro estableció que los cuatro días del esquí escolar tienen el valor de un pase diario, es decir 115 mil pesos por alumno.

Por otro lado, el gobierno provincial provee la indumentaria y el equipamiento para practicar el deporte, con un valor estimado de 240 millones de pesos. Además, garantiza el transporte entre la escuela y el cerro, valuado en unos 70 millones.

También contrata a instructores de esquí y profesores de educación física.

«Son costos altos, pero el programa es un acto de justicia para estos chicos. Se trata de romper la barrera económica. Ven a muchas personas disfrutar del esquí y muchos, quizás, jamás se subieron a la montaña. Se trata de valorar el patrimonio natural y cultural de donde viven y que puedan disfrutar y desarrollar otras habilidades», evaluó Mónica Temprano, secretaria de Administración del Ministerio de Educación Río Negro.

Unos 1500 estudiantes de sexto grado formarán parte del programa este año. Foto: Chino Leiva

Con los primeros rayos del sol, la temperatura bajo cero casi no se percibía ayer en el cerro Catedral que, poco a poco, empezaba a llenarse gente. En la base, teñida de blanco, entre gritos en portugués y esquiadores avezados que bajaban a toda velocidad, decenas de pecheras verdes llamaban la atención.

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