Desarrollan el material de filtros de agua para detectar arsénico y flúor en la región sur
El proyecto de la Comisión Nacional de Energía Atómica beneficia a los pobladores de una zona rural aledaña a Ingeniero Jacobacci.
El objetivo es identificar estas sustancias presentes en el agua que pueden tener efectos negativos en la salud. Foto: gentileza
La Comisión Nacional de Energía Atómica (Cnea) elaboró un proyecto consistente en relevar y determinar la calidad de agua en un predio cercano a Ingeniero Jacobacci, en el que residen más de 100 familias, respecto a la presencia de sustancias como arsénico y flúor. La información se transferirá al Consejo Local Asesor del INTA Jacobacci y al Departamento Provincial de Aguas (DPA). Pero a su vez, los investigadores diseñan los materiales que se utilizarán en los filtros de absorción.
El investigador del Instituto de Nanociencias y Nanotecnología y la Universidad Nacional del Comahue, Juan Cabrera, explicó que el trabajo pretende “avanzar en una solución tecnológica innovadora a fin de mejorar la calidad del agua» cuando el arsénico y flúos estén por encima de los valores de referencia establecidos por el Código Alimentario Argentino.
El objetivo es identificar estas sustancias presentes en el agua que pueden tener efectos negativos en la salud, medir su concentración en el agua y verificar si se encuentran en valores aceptables o superiores a los límites establecidos para el agua de consumo humano.
La zona rural aledaña a la ciudad de Ingeniero Jacobacci, destinataria del proyecto, es un área de un millón y medio de hectáreas y está poblada en su mayoría por productores ganaderos de ovinos y caprinos.
«El clima es árido y frío, con sequías recurrentes que generan escasez de agua, favoreciendo el proceso de desertificación del pastizal natural y poniendo en riesgo el acceso al agua para el consumo de las familias y del ganado«, explicaron los investigadores.
En este momento, desarrollan un material que puede utilizarse para filtrar el agua, a partir de tierra de diatomeas modificadas, que permitirían retener arsénico y fluoruros.
«La tierra de diatomeas -precisaron-, formada por fósiles de algas microscópicas, es un recurso abundante en la región, que puede ser modificado químicamente para incorporar hierro y obtener un material para construir filtros de agua».
Este proyecto fue seleccionado por el Programa de Proyectos Federales de Innovación 2021 del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación. Y cuenta también con el apoyo de la Secretaría de Ciencia, dependiente de la Agencia Río Negro Innova, por su aporte a la mejora de la calidad de vida de las personas.
El monto total solicitado al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación para implementar el proyecto es de 2 millones de pesos.
La iniciativa consta de dos etapas. Por un lado, la toma de muestras y la identificación de las concentraciones de las diferentes sustancias (con foco en las potencialmente tóxicas). Luego, se plantea brindar una solución a través de los filtros y sus materiales que serán diseñados en la CNEA.
“Actualmente estamos cerrando la primera etapa. El proyecto contemplaba la realización de dos campañas de monitoreo: una en la estación húmeda y otra en la estación seca, para conocer la composición del agua antes y después del proceso de recarga de los acuíferos. Para ello, se tomaron muestras de agua de pozos y vertientes en predios de familias rurales que habitan la región aledaña a Jacobacci«, especificó Cabrera.
La directora del proyecto e investigadora de la CNEA, Georgina De Micco, comentó que unos meses atrás, comenzaron a desarrollar la segunda etapa consistente en el estudio, diseño y síntesis de los materiales que se utilizarán en los filtros de absorción.
«Contempla el proceso de lograr un primer prototipo, para luego hacer una devolución a los entes involucrados que son el nexo con los pobladores y transferirles el resto de los resultados obtenidos”, dijo.
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