Desbordes cloacales y robos: alumnos de una escuela de Roca denuncian «abandono»

El CET 33 no tiene conexión a la red cloacal y el pozo ciego se colapsa seguido. También reclaman mayor vigilancia policial.

Desde su inauguración en 2019, el CET N° 33 de Roca siempre fue sinónimo de problemas. No por verse efectada en su calidad educativa, sino por graves situaciones que tienen de rehén a la comunidad del colegio: la falta de cloacas, el desborde de aguas servidas y la falta de seguridad.

Cansados de esta situación, miembros de la cooperadora escolar decidieron hacer pública su problemática. Se encuentran angustiados y desesperados, tras ver agotadas todas las vías administrativas de reclamo.

«Desde que arrancó en 2019 se registraron problemas porque básicamente se construyó en un terreno donde no había servicios ni calle cerca. Hoy el inconveniente principal lo tenemos con el pozo ciego, que vive colapsado. El Consejo de Educación dio una solución transitoria contratando camiones atmosféricos, pero se se convirtió en una solución eterna», argumentó Fernando, padre de la institución.

Alumnos y profesores deben afrontar a diario el desborde de líquidos cloacales en el predio educativo, producto de una falencia edilicia. Es que según informaron los directivos, la fosa séptica fue mal construida lo que impide un correcto drenado. La situación empeora drásticamente con la utilización de los baños y la cocina del comedor.

En agosto se envió la última nota de reclamo ante la coordinadora del Consejo Provincial de Educación Alto Valle Este I, Fernanda Curuchet. Como respuesta, la mujer se comprometió a iniciar las gestiones pertinentes ante la prestataria Aguas Rionegrinas con el fin de lograr la conexión al sistema público, ya que la red recientemente se extendió y pasa a tan solo metros de la institución.

Inicialmente se había anunciado que este proceso solo iba a ser posible cuando se finalice la futura Escuela Primaria de barrio Quinta 25. Pero este proyecto recién se encuentra en su fase licitatoria, lo que atrasaría las labores por al menos tres años.

«Planteamos a que esta altura se tiene que hacer la red cloacal, ya presentamos más de 300 firmas«, añadieron los padres del CET 33.

A esta problemática se le suma la recepción de un afluente de agua potable que viene de cuadras más arriba y tiene cercado al edificio. Los propios profesores debieron ponerse a escarbar para desviar su curso y evitar la llegada hasta el complejo.

Inseguridad


La falta de seguridad del sector se refleja en un aumento de los casos de robos y vandalismo. El más reciente ocurrió hace cerca de un mes, cuando delincuentes ingresaron al establecimiento en dos ocasiones el mismo día.

Para ingresar forcejearon una de las puertas de acceso, que aun no pudo ser reemplazada. Y lograron hacerse de una máquina hormigonera que era utilizada durante la prácticas de taller.

El CET 33 pertenece a la jurisdicción a la Comisaría 31, aunque la unidad poco puede hacer debido a la falta de personal y móviles. Incluso, se iniciaron negociaciones con la Regional II para acordar adicionales que permitieran una vigilancia permanente, pero el pedido fue rechazado.

La delincuencia también tomó por blanco a los propios alumnos. Algunos padres denunciaron que sus hijos fueron asaltados en las calles aledañas, mientras trataban de ingresar al colegio.

«A los chicos les han robado en ese lugar. Nosotros estamos muy mal porque sentimos que la escuela está olvidada en todo sentido. Y nuestros hijos terminan siendo rehenes de situaciones que no se terminan de resolver nunca«, manifestaron desde la cooperadora escolar.

Las familias esperan prontamente soluciones palpables, ante la sucesiva cantidad de notas elevadas en los últimos meses.


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