El debate del futuro ya llegó: ¿podrán los robots cuidar de las personas mayores?

Un informe realizado por investigadores de las universidades de Auckland, Duke y Cornell destaca el potencial de una nueva generación de máquinas programables mejoradas por la inteligencia artificial que podrían actuar como compañeras de adultos de la tercera edad. 

Ya somos testigos del potencial que tiene la inteligencia artificial en todos los ámbitos de nuestras vidas. Lo hemos visto en el arte, en la educación e incluso en la medicina. Pero cuando parecía haber llegado a un límite, volvió a superarlo. Hoy el nuevo debate gira sobre la posibilidad de utilizar robots entrenados con IA que funcionen como acompañantes para cuidar a las personas de la tercera edad. 

Si bien esta es una imagen con la que ya estamos familiarizados en libros distópicos o de ciencia ficción, como la novela de Isaac Asimov Yo, Robot, la idea de materializarlo suena un poco lejana (o más bien improbable). Además, suscita, entre muchas otras cosas, algo de temor. ¿Hacia dónde vamos?

Pero lo cierto es que muchas personas llegan a la vejez y se encuentran en plena soledad. Guillermo Lahera, profesor titular de Psiquiatría de la Universidad de Alcalá de Henares, explica en diálogo con El País que la soledad no deseada aumenta un 30 % el riesgo de muerte prematura y supone un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, ictus, demencia y problemas de salud mental como la depresión. 

Esta es una situación que, hasta hace poco tiempo, no ofrecía otra solución que invertir en gente capacitada para acompañar a los mayores. Sin embargo, un informe reciente publicado por la revista Science Robotics realizado por investigadores de las universidades de Auckland (Nueva Zelanda), Duke y Cornell (Estados Unidos) destaca el potencial de los robots mejorados con IA para funcionar como compañeros. 

“Ahora mismo, todas las pruebas apuntan a que tener un amigo de verdad es la mejor solución. Pero hasta que la sociedad no dé prioridad a la conexión social y al cuidado de los mayores, los robots son una solución para los millones de personas aisladas que no tienen otras soluciones”, expresó Murali Doraiswamy, uno de los autores del informe, según el medio News Medical


De acuerdo con el medio Cryptopolitan, el estudio destaca las emocionantes oportunidades que presenta la IA al brindar a los robots habilidades sociales mejoradas para fomentar las conexiones y así poner fin a la “epidemia de la soledad”. Y no parecen ser los únicos que lo creen.

Los autores señalan una encuesta a 307 proveedores de atención médica en Europa y Estados Unidos la cual revela que el 69 % de los profesionales cree que los robots sociales pueden brindar compañía, aliviar el aislamiento y mejorar la salud mental de los pacientes. 

Sin embargo, Elizabeth Boradbent, una de las autoras del informe, destaca que es esencial construir reglas morales y confiables en el diseño de estos robots programados por la inteligencia artificial, ya que a diferencia de otros modelos implementados, estos tienen la capacidad de establecer conexiones sociales aún más fuertes. Y esas conexiones sociales pueden tener grandes impactos. 

Bien explicó este tema Yuval Harari en una nota para The Economist. El filósofo israelí sostiene que, a diferencia de otras tecnologías, la IA busca convocar la intimidad del ser humano. “A través de su maestría de lenguaje, IA podrá formar relaciones íntimas con las personas y usar el poder de esa intimidad para cambiar nuestras opiniones y perspectivas del mundo”. 

Además, está claro que al reemplazar robots por los seres humanos algo, en ese camino, se está perdiendo. Isabel Rodriguez, coordinadora del Grupo de gerotecnología de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), aseguró a El País que esto “puede ser un parche”, pero igualmente es un aspecto que hay que llevar con cuidado para no permitir que se sustituya el contacto humano. 

En esta línea, la profesional profundizó en el hecho de que las relaciones sociales no se basan solo en el contacto físico sino que entran en juego otros factores como la empatía, el afecto o el intercambio de sentimientos. “Cosas que al menos a día de hoy, un robot no te va a dar”, afirmó. 

Ya se han puesto a prueba robots sociales como ElliQ, pero con la gran diferencia de que la IA todavía no estaba en juego. Este tipo de tecnología que se propone en el informe publicado por Science Robotics está todavía en desarrollo y lejos de su uso generalizado, pero parece ser un punto de partida.


Este contenido fue originalmente publicado en RED/ACCIÓN y se republica como parte del programa ‘Periodismo Humano’, una alianza por el periodismo de calidad entre RÍO NEGRO y RED/ACCIÓN



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