El picaflor rubí, que cada invierno busca fama, y ahora la consiguió

El picaflor Rubí habita principalmente en la Cordillera de los Andes y migra a climas más cálidos durante el invierno, por eso es difícil captarlo en esta temporada. Sin embargo, hace cinco años una pareja de ejemplares eligió la casa de un vecino fotógrafo para pasar los meses más fríos. Hoy brillan en cámara.

El picaflor rubí es un pequeño pájaro de aproximadamente 10 cm, con un pico largo, fino y recto, estas aves son de color verde. El macho se distingue por una brillante corona naranja que exhibe en ocasiones. Esta especie habita principalmente en la zona central y austral de la Cordillera de los Andes, aunque muchas de estas aves migran a climas más cálidos durante el invierno. Es importante señalar que el picaflor rubí es la única especie que alcanza Tierra del Fuego. Su dieta consiste mayormente en néctar, aunque también consume pequeños insectos y arácnidos... «Todo esto nos lleva al inicio de esta historia».





Hace cinco años, en el jardín de mi casa, en General Roca, era a mediados de otoño. La nieve había comenzado a cubrir la cordillera y el frío en la región anticipaba un invierno severo.

En un momento dado, creí haber visto un picaflor; sin embargo, debido a su velocidad y su inquieto movimiento, no pude confirmar si realmente era un picaflor. Pasaron algunos días y volví a avistarlo, esta vez con certeza: ¡era un picaflor rubí!






Decidí entonces comprar un bebedero para ofrecerle su alimento favorito, el dulce néctar. Pocos días después, el picaflor descubrió el bebedero y comenzó a alimentarse sin cesar. Estos pequeños pájaros necesitan comer entre 7 y 8 veces por hora, ya que requieren mucha energía para sobrevivir. Tienen un cerebro y un corazón relativamente grandes y una frecuencia cardíaca rápida. Cada día consumen al menos 1.5 veces su peso corporal. Sus impresionantes aleteos, de hasta 70 veces por segundo, los convierten en los más veloces entre las aves.






Cuando el clima se vuelve frío en la cordillera, aquellos picaflores que habitan allí inician su migración a lugares más cálidos o menos fríos, siguiendo los cursos de agua hasta los valles, donde regresarán en primavera. Su migración está motivada por la búsqueda de temperaturas más amenas y alimento.

Aquellos que permanecen en la cordillera, la mayoría, entran en un estado especial denominado letargo, una habilidad que han desarrollado. Gracias a ello, pueden sobrevivir a las bajas temperaturas y a periodos de inactividad, como la noche. Durante el letargo, su temperatura corporal disminuye, su ritmo cardíaco se ralentiza y su metabolismo opera a un ritmo muy bajo, lo cual les ayuda a conservar energía y evitar la muerte.





En nuestro hogar, estos picaflores se han vuelto parte de nuestra vida. En los primeros dos años, solo llegaba uno, una hembra, pero en los últimos tres inviernos, para nuestra sorpresa, son dos los que pasan la temporada fría: una pareja.




Ambos se turnan para alimentarse y es un verdadero deleite observarlos mientras liban en el bebedero. Su vuelo es fascinante; pueden mover sus alas en dos fases, de arriba hacia abajo, como si nadaran en el aire, haciendo movimientos en forma de ocho que les permiten realizar diversas maniobras. Su aleteo recuerda más al de insectos que al de otras aves, y tienen la capacidad de desplazarse hacia adelante, hacia atrás, arriba y abajo, e incluso de flotar en el aire.




Estos picaflores se han acostumbrado tanto a mi presencia que tengo la oportunidad de fotografiarlos en sus visitas diarias. Vienen a alimentarse aproximadamente cada 20 minutos, haciendo pausas en el bebedero antes de continuar su recorrido por el jardín o el vecindario. Así, todos los días, durante todo el día. Desde que ellos eligieron mi hogar para pasar el invierno, he pasado horas retratando su belleza con mi cámara, reflexionando que este encantador habitante de la cordillera no pudo encontrar un mejor lugar para inmortalizar su esplendor que en la casa de un fotógrafo.







El picaflor rubí es un pequeño pájaro de aproximadamente 10 cm, con un pico largo, fino y recto, estas aves son de color verde. El macho se distingue por una brillante corona naranja que exhibe en ocasiones. Esta especie habita principalmente en la zona central y austral de la Cordillera de los Andes, aunque muchas de estas aves migran a climas más cálidos durante el invierno. Es importante señalar que el picaflor rubí es la única especie que alcanza Tierra del Fuego. Su dieta consiste mayormente en néctar, aunque también consume pequeños insectos y arácnidos... "Todo esto nos lleva al inicio de esta historia".

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