Hace 30 años encontraron en Neuquén el dinosaurio más grande del mundo

Un 1993 se descubrió la estructura ósea fósil más completa de la historia en El Chocón. En 1995 se publicó en revistas científicas y posicionó a la localidad como villa turística por excelencia.

El 25 de julio de 1993, un aviso se activó inmediatamente en el equipo conducido por el paleontólogo Rubén Carolini por el hallazgo de restos fósiles dentro del ejido de Villa El Chocón, en inmediaciones del lago Ramos Mexía, en la provincia de Neuquén.

Las tareas exploratorias se activaron de inmediato. Excavaciones de por medio y días de trabajo en una zona resguardada, dieron como primer resultado que efectivamente se trataba de restos fósiles. Fueron trasladados al museo de Plaza Huincul, Carmen Funes, donde se realizaron trabajos de limpieza y estudio.

Dos años después, el informe final elaborado por los paleontólogos Rodolfo Coria y Leonardo Salgado, fue publicado en las revistas de divulgación científica, “una condición indispensable” para que los “dinos tomen nombre y apellido y el descubrimiento sea avalado”, explicó la directora del Ernesto Bachmann, Mara Ripoll.

Y llegó la noticia que instalaría a El Chocón y a la provincia de Neuquén en el número 1 del ranking mundial: se trataba de los primeros restos fósiles encontrados en todo el mundo, del dinosaurio carnívoro más grande del planeta. Además, hasta este momento nunca se produjo un hallazgo de estas características: fue el primer esqueleto de dinosaurio carnívoro más completo descubierto en la zona, donde se encontró aproximadamente el 70% de su estructura ósea.

Inmediatamente se le puso un nombre: Giganotosaurus carolinii”. Su nombre significa “lagarto gigante del sur” y su “apellido” es en honor al paleontólogo que encabezó las tareas del rescate de esos fósiles.
Hoy, a 30 años de la publicación científica, el museo Ernesto Bachmann organizó actividades para celebrarlo. “Vamos a festejarlo con un acto protocolar con autoridades de museos de la provincia, funcionarios provinciales y locales, en el que se realizará una pequeña reseña y se entregará un presente a los dos paleontólogos”, detalló Ripoll.

El acto conmemorativo será también para celebrar la localía y recordar lo que significó este hallazgos para las tierras de El Chocón y sus alrededores. “Gracias al hallazgo del Giganotorausus crecimos como localidad con el turismo paleontológico. Para nosotros es muy importante esto porque le volvió a dar vida a El Chocón después de la privatización de la represa. Resurgimos. De haber estado en el mundo como la obra del siglo, volvimos como localidad de turismo paleontológico”, agregó la directora del museo.

Hoy, el turista de paso a la cordillera se toma unas horas o un día para ingresar a la villa y conocer a esta criatura prehistórica de aproximadamente 100 millones de años. El museo ofrece una réplica de su estructura ósea completa en escala real y un espacio acondicionado donde se exhiben los restos fósiles encontrados en 1993.

Quién era este prehistórico animal que hizo historia en la Patagonia

Para empezar hablar de quien era este gigante hay que decir que vivió hace aproximadamente 100 millones de años. Es considerado por la ciencia como el dinosaurio carnívoro más grande del mundo.
Tenía una altura estimada de 4,60 metros desde la cadena hasta su cabeza, lo que medirían tres adultos de estatura promedio uno arriba del otro. Su peso era de 9.500 kilos, lo mismo que pesa un camión articulado con semirremolque.

Según los estudios de los paleontólogos no se trataba de un cazador sino de un animal que comía presas muertas (carroñero). Se alimentaba principalmente de saurópodos (animales hervíboros) que en general lo superaban en tamaño.

Tenía un cuello corto y musculoso, por lo que de un solo movimiento podía desgarrar a cualquier cosa que mordiera. Su boca era tan grande que podría haber alojar “sin mayores problemas a un adulto en posición fetal”.

El Giganotosaurus era un depredador bípedo, con un gran cráneo sostenido de un cuello firme. Sus extremidades superiores eran cortas en proporción a su tamaño. Las inferiores están su método de movilidad.

Según los estudios de paleontólogos, en su traslado cotidiano este terópodo mantenía su cuerpo en posición paralela al suelo y su cola estensa le servía como medio de contrapeso y equilibrio.
Durante años se lo considerá el mayor depredador de la historia y se lo ubica en el número 1 de la cadena alimentaria. Versión que es cuestionada, debido a que muchos especialistas siguen sosteniendo que se alimentaba de animales muertos.


El 25 de julio de 1993, un aviso se activó inmediatamente en el equipo conducido por el paleontólogo Rubén Carolini por el hallazgo de restos fósiles dentro del ejido de Villa El Chocón, en inmediaciones del lago Ramos Mexía, en la provincia de Neuquén.

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