La cerveza artesanal, el hit del verano en Las Grutas

Hay diez locales entre el balneario y San Antonio. La movida se instaló con fuerza entre las novedades de la temporada, ya sea para compartir un trago con amigos o para recargar un botellón.

“No es una tendencia. Es un cambio cultural y de consumo. Llegó para quedarse”. El que se entusiasma es Matías Ashkar, uno de los dueños de tres de las cerca de 10 cervecerías que proliferan entre Las Grutas y San Antonio. Y que este verano se convirtieron en el lugar de encuentro obligado de residentes y turistas. Que se volcaron a pleno a disfrutar del sabor intenso de la “birra” artesanal.

El negocio de Matías es familiar. Fue uno de los pioneros en abrir locales en la zona, y hoy, junto a sus hermanos Manuel y Enrique, están pensando en ampliar el negocio, incorporando un centro de recarga de botellones con 12 canillas. Que funcionará en San Antonio.

“No nos equivocamos cuando inauguramos el primero de nuestros comercios, Lúpulo, en el balneario. Luego llegó la cervecería Tiki, y Alpataco en San Antonio, y en cada uno de los casos la gente nos acompañó. En invierno, con la apertura en SAO, los vecinos adoptaron definitivamente el lugar. Y ahora, en verano, se sumaron los turistas” contó el joven de 30 años.

Es que el fenómeno cervecero crece, y ya se convirtió en uno de los hits de la temporada. Ya sea para compartir un trago en la “previa”, antes de cerrar la noche en un boliche o un parador. O para disfrutar de los colores de la puesta. O de entre casa, recargando un botellón de los que se venden para este tipo de bebidas, o una botella plástica cualquiera. Que permita llevar el aroma y gustito del lúpulo a la mesa familiar o al encuentro entre amigos.

“Creció un montón la venta al público en general. Nosotros, por $150, vendemos los botellones de vidrio de dos litros que vienen con tapa a rosca. También hay en plástico pet. Nuestros clientes los compran y después vienen a recargarlos. Vienen en color oscuro para que la bebida no se oxide. Y hay que enjuagarlos una vez vacíos y dejarlos boca abajo para que se sequen. La gente viene, elige una de las 14 variedades y se la lleva para compartir. El litro sale 120 pesos”, relató Marcos Guirao.

El hombre, junto a su esposa, es el propietario de la fábrica ‘Dos Pulpos’, que funciona en el acceso norte del balneario. El emprendimiento, que comenzó hace 6 años, es el único que cuenta con habilitación oficial, y vende su producción a nivel local y en ciudades y provincias vecinas.

Sus cervezas llegan a General Conesa, Sierra Grande, Puerto Madryn, Trelew y Rawson. Pero lo que se impuso de manera sorprendente, es la recarga que realizan los pequeños consumidores, que, al caer la tarde, comienzan a peregrinar cargando sus botellones.

“Es algo que está instalado. En el invierno los locales lo incorporaron, y ahora los que llegaron de vacaciones ampliaron el público. Es que la cerveza artesanal tiene muchas ventajas sobre la comercial. No te duele la cabeza, hay muchos sabores. Y los que comienzan a disfrutar del gustito genuino del lúpulo, no paran más” explicó Marcos.

Justamente, las opciones que se abren a la hora de deleitar el paladar, exceden incluso la oferta bebible. En los locales de los hermanos Ashkar, por caso, se ofrecen platos inspirados y potenciados en la materia prima que burbujea en las canillas.

“Usamos la cerveza para cocinar tanto en postres como en platos gourmet. Hacemos bondiola de cerdo con crema de cerveza stout. O birramisú, porque en lugar de café para armar el tiramisú remojamos las vainillas en las variedades” enumeró Matías. A la hora de definir los gustos de los consumidores de la zona, sin embargo, el panorama se acota sólo a algunos sabores y estilos.

“La ipa está a la cabeza” coincidieron los cerveceros. Después, para Marcos le sigue la “Apa, que es una variedad más ligera y fragante, menos amarga. Y las opciones de trigo, como la american wheat”. Matías coincide con el segundo puesto del ranking. “Salen muchos las rubias suaves” aseguró. Aunque consideró que cierra las preferencias de la gente “la birra roja tipo scottish”.

Los jóvenes son los que más las eligen.

¿Cuánto cuesta?

La IPA (como una rubia amarga) y las rubias con trigo (de sabor más ligero) son las variedades que más se consumen.

Hay platos dulces y salados con la cerveza como ingrediente.

Marcos Guirao, de la fábrica Dos Pulpos, explicó que, para elaborar la cerveza, hay que “macerar la malta, para lograr el mosto”. Después, el resultante se “hierve y se lupula” hasta lograr el típico amargor.

Tras este paso, la bebida “se enfría, utilizando un enfriador, y finalmente se fermenta”. Para medir la calidad del producto terminado se utiliza un densímetro, que estima la concentración de azúcares y alcohol de la variedad obtenida.

Densímetro. Mide la concentración de azúcar y el alcohol, una vez terminado el proceso.

Hasta 14 variedades ofrecen los locales.

“El consumo de cerveza artesanal no es una moda ni una tendencia. Es un cambio cultural. Llegó para quedarse…”.

Matías Ashkar, con locales en Las Grutas y SAO

Datos

$ 120
El litro de cualquier variedad de cerveza artesanal tirada en la fábrica de cerveza Dos Pulpos, en Las Grutas.
La IPA (como una rubia amarga) y las rubias con trigo (de sabor más ligero) son las variedades que más se consumen.
“El consumo de cerveza artesanal no es una moda ni una tendencia. Es un cambio cultural. Llegó para quedarse…”.

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