La ONU trabaja en un tratado mundial de plásticos, aunque «queda mucho por hacer», dice una experta

La idea de un tratado a nivel mundial sobre plásticos surgió en 2022. En noviembre de 2024, se realizarán las negociaciones finales para terminarlo en Corea del Sur. "La estrategia más efectiva es dar un paso atrás en el problema e ir al inicio, es decir trabajar en reducir la producción de plásticos.", afirma a RED/ACCIÓN Clara Subirachs, coordinadora de Políticas Públicas y Empresas de Unplastify.


La cuarta sesión del Comité Intergubernamental de Negociación para desarrollar un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación plástica, incluso en el medio marino (INC-4), tuvo lugar del 23 al 29 de abril de 2024 Ottawa, Canadá. Participaron más de 2.500 delegados en representación de 170 miembros y más de 480 organizaciones observadoras, incluidas organizaciones no gubernamentales, organizaciones intergubernamentales y entidades de las Naciones Unidas, según un comunicado de prensa emitido por la ONU.

Este sesión se concibe en el marco de negociaciones realizadas por este organismo: INC-1 en Punta del Este (Uruguay) en noviembre de 2022, INC-2 en París (Francia) en mayo y junio de 2023 y INC-3 en Nairobi (Kenia) en noviembre de 2023. La quinta y última sesión (INC-5) esta programada parara noviembre de 2024 en Busan (Corea del Sur).

Desde RED/ACCIÓN, hablamos con Clara Subirachs, coordinadora de Políticas Públicas y Empresas de Unplastify, quien asistió a la sesión en Ottawa.

¿Cuáles fueron avances más importantes que se realizaron en Canadá?
—Las negociaciones sobre el borrador cero del tratado, que es el texto inicial de lo que va a ser el instrumento. Lograron simplificar varias opciones y avanzaron bastante sobre los contenidos. También se definió la creación del trabajo intersesional, que es algo que se pedía mucho por la sociedad civil. Para poder cumplir con el objetivo de tener un instrumento final eran necesarios trabajos entre sesiones, previo al encuentro de fin de año en Corea del Sur. Finalmente, se definieron dos grupos de expertos: uno va a trabajar químicos y plásticos preocupantes y el otro financiamiento.

¿Se manifestaron desafíos durante el debate?
—Siguen habiendo diferencias importantes en algunas posturas sobre cómo se ve la problemática. Por ejemplo, si es un problema únicamente de consumo, entonces hay que atacar una parte del problema o si hay que trabajar sobre la producción. Hay diferencias importantes que hacen también que las propuestas de los países varíen mucho sobre cómo avanzar en el instrumento.

¿Qué expectativas existen respecto a las negociaciones finales en Corea del Sur?
—Si bien hubo avances importantes ahora en Canadá sobre discusiones de contenido, todavía queda mucho por hacer para definir los elementos finales. Por ejemplo, el nivel de ambición del tratado, el financiamiento y cómo se va a implementar. Entonces, depende mucho del trabajo de los próximos meses, tanto en el trabajo interseccional como en Corea del Sur, para finalmente tener un tratado que sea efectivo.
Esperamos que se logre un tratado ambicioso, que sea vinculante y que plantee la reducción en la producción, acompañado también por medios de implementación, como financiamiento y transferencia de tecnología y capacidades que permita a los países en desarrollo cumplir con el instrumento. No obstante, falta mucho trabajo por hacer para lograrlo, y por la resolución de la ONU, que dio inicio a este proceso, el contenido del tratado tiene que finalizarse a fin de año.

¿Qué estrategias son más efectivas para cambiar los patrones de consumo y reducir la dependencia de los plásticos?
—La estrategia más efectiva es dar un paso atrás en el problema e ir al inicio, que es cuando se generan estos plásticos es decir, trabajar sobre la reducción en la producción. Podemos pensar un sistema más circular y dejar este sistema actual de descarte que genera tantos residuos y trabajar, por ejemplo, en el diseño. Idear opciones ya desde el inicio de la cadena para generar menos plásticos. Eso también acompaña a cambiar patrones de consumo y reducir la dependencia de los plásticos. Es importante trabajar en todo lo que es la concientización y la educación, pero si no hay cambios en el inicio de la cadena, es muy difícil modificar los patrones de consumo.

Foto: gentileza Clara Subirachs.

Desde Unplastify, ¿qué buscan a partir de las resoluciones del tratado?
—Promovemos la reducción de plásticos de un solo uso y desde el instrumento se habla, por un lado, de polímeros plásticos y de plásticos problemáticos, que serían estos plásticos de un solo uso. Entonces, nos parece importante que estos puntos planteen medidas ambiciosas de reducción en la producción y el consumo. Además, tiene que ser una transición acompañada, las medidas de implementación, tienen que ser puntos fuertes para ayudar a los diferentes actores a cumplir con estas disposiciones.

También, todas las disposiciones se tienen que hacer en base a los conocimientos locales y a la ciencia. Por eso, es importante siempre el desarrollo de conocimientos, tanto de la problemática del plástico como de información local sobre producción. Esto ayuda a tomar decisiones basadas en los aportes que pueden hacer actores locales como los científicos y la sociedad civil sobre este problema.


Este contenido fue originalmente publicado en RED/ACCIÓN y se republica como parte del programa «Periodismo Humano», una alianza por el periodismo de calidad entre RÍO NEGRO y RED/ACCIÓN.



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