La rana patagónica resiste la sequía, pero sigue en riesgo

Habita en Laguna Blanca, el parque nacional cercano a Zapala. Ya había dado muestra de supervivencia cuando soportó la llegada de peces. Ahora la amenaza la planteala escasa cantidad de agua. Las estrategias proteccionistas están dando resultados.

Pese a todas las adversidades que atraviesa, la ranita de la Laguna Blanca sigue viva. Esta especie, un anfibio endémico que encontró su hogar dentro del área protegida y sus alrededores, se vio amenazada con la llegada de peces a su hábitat.

Logró sobrevivir, aunque ahora enfrenta otro adversario, tan temible como el anterior: la sequía.

La Atelognathus patagonicus fue observada durante el censo realizado por el personal del parque nacional junto a la investigadora María Elena Cuello. Allí no solo se confirmó la presencia y reproducción de la especie en las cinco lagunas menores del Parque Nacional que aún presentan agua, sino que también se halló un ejemplar en una laguna ya seca, protegido bajo rocas que mantienen la humedad.

La rana habita en los espejos de agua del área protegida y otras lindantes.

Excepto la Laguna Blanca, de 1.700 hectáreas, todas ellas presentan un régimen temporal con largos períodos de sequías.

Al evolucionar en ausencia de los peces, en estas cuencas endorreicas crecen numerosas especies de plantas vasculares como la vinagrilla (Myriophyllum quitense), cuyos largos tallos rojizos forman una red que brinda refugio a los renacuajos y juveniles de la rana.

También marcan presencia otros numerosos organismos acuáticos de los que éstos ejemplares se alimentan.

Además funcionan como importantes refugios las rocas sumergidas en la costa y la zona periférica, para los estadios de desarrollo más avanzados y para los adultos.

En todas las estaciones del año el personal del Parque Nacional realiza un monitoreo exhaustivo del estado ambiental de cada cuerpo de agua donde fue citada la presencia de la especie.

El mismo consiste principalmente en un análisis del estado hídrico de cada laguna (se releva el volumen y la turbidez del agua), la presencia de vegetación clave para el desarrollo de la rana, tanto en la laguna propiamente dicha como en los mallines que existen en la periferia, la evidencia de pisoteo en la costa y otros procesos de degradación que se puedan observar.

Por otra parte, en conjunto con la licenciada Cuello, quien investiga actualmente a la especie, se realizan relevamientos de la población mediante la captura de algunos individuos.

Luego de realizar mediciones del cuerpo, determinar el estadio del ciclo biológico, el morfotipo (acuático o terrestre) y el estado sanitario, a la vez que se estima la densidad poblacional de la especie por cuerpo de agua, se los devuelve al medio.

Larana atelognathus patagonicus se encuentra sólo en 23 lagunas de régimen hídrico temporal.

En la laguna Blanca, cuerpo de agua permanente, la rana no se volvió a registrar desde que su hábitat fue drásticamente modificado por la introducción no autorizada de peces.

Debido a que la región atraviesa un período de sequía prolongado, posiblemente acelerado por el cambio climático global, con altas temperaturas en verano e inviernos con pocas precipitaciones en las sierras vecinas, varias lagunas tienden a desaparecer.

Pese a su adaptación al medio terrestre, se desconoce cuánto tiempo pueden sobrevivir en condiciones extremas estas especies.

Se advierte además que necesariamente requieren de agua para la reproducción, dado que lo renacuajos son estadios acuáticos.

Ejecutan programas

de protección

Como medida de protección el Parque Nacional Laguna Blanca lleva adelante distintos proyectos de monitoreo y conservación de esta especie. Entre estas acciones tres cuerpos de agua menores fueron cerrados estratégicamente para evitar el pastoreo de ganado doméstico y el pisoteo en las costas.

En la laguna Blanca -sitio único para la conservación de la especie por su régimen hídrico permanente-, se lleva adelante un Proyecto de Restauración Ecológica que tiende a la disminución y control de peces introducidos, con resultados que ya se hacen evidentes en el desarrollo de la vegetación acuática y la abundancia de alimento, condiciones necesarias para el desarrollo de la ranita de la laguna.

Superficie

Se diseñan acciones que favorezcan los ciclos de reproducción de la vegetación acuática, para asegurar las fuentes alimentarias

de las especies.

Datos

112,5
km2 tiene el Parque Nacional Laguna Blanca, ubicado a medio centenar de kilómetros de Zapala, hacia el sur.
Se diseñan acciones que favorezcan los ciclos de reproducción de la vegetación acuática, para asegurar las fuentes alimentarias
de las especies.

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