Las últimas palabras del papa Francisco: el emotivo mensaje que le dejó a su enfermero

El domingo de Pascua, frágil pero decidido, dio su última bendición "urbi et orbi". Al día siguiente, su estado se agravó repentinamente.

«Gracias por haberme vuelto a llevar a la Plaza». Con esa frase, el papa Francisco se despidió de su enfermero de confianza, en lo que serían sus últimas palabras conscientes. El testimonio fue revelado este martes por el portal oficial Vatican News, junto con las primeras imágenes del pontífice en su féretro, tras confirmarse su fallecimiento.

El domingo de Pascua, Francisco había protagonizado su última aparición pública: una vuelta en papamóvil por la Plaza San Pedro y la tradicional bendición «urbi et orbi» desde el balcón central de la basílica. Ese gesto, que conmovió a miles de fieles, fue posible gracias al acompañamiento de Strappetti, quien le había preguntado antes de salir: «¿Creés que puedo hacerlo?», sabiendo que su estado era delicado.

La noche del domingo cenó normalmente y descansó tranquilo. Fue cerca de las 5.30 del lunes cuando comenzaron los primeros síntomas de un derrame cerebral, seguido por una insuficiencia cardíaca.

Aunque los médicos intervinieron de inmediato, el Papa cayó en coma poco después de saludar con la mano a su enfermero. Minutos más tarde recibió la unción de los enfermos, administrada por su secretario privado, el sacerdote argentino Juan Cruz Villalón.


«No sufrió, todo sucedió rápido», aseguraron quienes lo acompañaron hasta el final


La muerte fue discreta, casi silenciosa, como fue su deseo: sin anuncios previos ni internaciones prolongadas, tras haber cumplido su último deseo de reencontrarse con el pueblo que siempre amó. «No sufrió, todo sucedió rápido», aseguraron quienes lo acompañaron hasta el final.

Francisco será velado desde este miércoles a las 9 (4 de la madrugada en Argentina) en la Basílica de San Pedro, y su funeral se celebrará el sábado a las 10 (5 en Argentina) en la misma plaza donde se despidió del mundo.

Se espera la presencia de medio millón de fieles y de líderes internacionales como Javier Milei, Donald Trump, Volodimir Zelensky y Emmanuel Macron.

A diferencia de sus predecesores, Bergoglio pidió un entierro austero: será sepultado en la basílica de Santa María la Mayor, bajo una lápida sencilla que solo diga «Franciscus». Así cierra el ciclo de un papa que eligió siempre la humildad, incluso en la muerte.