Murió el papa Francisco: el recuerdo de la vez que Bergoglio visitó Neuquén

Fue en el 2009 cuando aún era cardenal. La diócesis de Neuquén recordó como fue esa visita en la que su mensaje fue el mismo que hoy: el amor fraterno y el compromiso social.

El papa Francisco murió este lunes a sus 88 años. Su estado de salud era delicado hacía varias semanas, pero eso no dejó de sorprender y conmover al mundo que, como puede, lo recuerda. Así lo hizo la Diócesis de Neuquén, que rememoró la vez que el cardenal Jorge Bergoglio visitó la ciudad.

«Hoy nos toca despedir con profundo dolor a Su Santidad, el Papa Francisco, un pastor cuya vida fue ejemplo de sencillez, servicio y amor incondicional hacia todos, especialmente hacia los más humildes y desprotegidos», escribieron en un comunicado en redes sociales.

Recordaron el momento en que asumió, en marzo del 2013. Un momento caracterizado por un nuevo camino en la iglesia. «Marcó un camino de apertura, misericordia y diálogo, invitando a toda la Iglesia a volver a lo esencial del Evangelio».

«Su llamado constante a la unidad, al cuidado del planeta y a una Iglesia “pobre para los pobres” nos dejó un legado vivo que seguirá guiando nuestros corazones», manifestaron.


La vez que el papa Francisco visitó Neuquén


Desde la Diócesis de Neuquén explicaron por qué la figura de Francisco fue aún más cercana. Es que, cuando aún era cardenal en 2009, Jorge Mario Bergoglio, visitó la ciudad. «Nos brindó palabras de aliento y reflexiones profundas en momentos de grandes desafíos. Su paso por estas tierras dejó una huella indeleble en quienes tuvieron la bendición de escucharlo».

Según relataron, en aquel encuentro, resaltó la importancia de la sencillez y la cercanía en el ministerio pastoral, «palabras que hoy resuenan más que nunca en la vida de nuestra Iglesia local».»Su testimonio fue un recordatorio constante de que la fe debe ser vivida desde el amor fraterno, el compromiso social y la defensa de la dignidad humana«.

La Diócesis expuso que como Iglesia, está la misión de llevar adelante su mensaje de apertura y ternura, su invitación al diálogo interreligioso y su ejemplo de entrega incondicional.

«En este tiempo de despedida, rogamos por el eterno descanso de su alma y porque su legado sea faro y guía en cada comunidad que hoy llora su partida pero celebra su vida. Que la paz y la misericordia que tanto proclamó acompañen siempre su camino hacia el Padre».