Una médica de Neuquén inventó un dispositivo para radioterapia único en el país: ayuda a tratar el cáncer
Cecilia Gadan ideó el Dispositivo Depresor de Lengua (DDL) de fabricación nacional y logró la aprobación de la Anmat. Reduce los efectos adversos de los tratamientos en personas con cáncer de cabeza y cuello.
Desde el momento en que eligió su especialidad, Cecilia Gadan persigue el propósito de ayudar a las personas con cáncer. Como médica, la oncología era uno de sus intereses, pero acompañar a las pacientes en sus largos tratamientos, le pareció que era su lugar; y optó por la especialidad Radioterapia.
Hoy mediante la investigación y el desarrollo tecnológico, pero fundamentalmente sobre la base de una necesidad; Cecilia logró avanzar en un dispositivo funcional que podrá ayudar a los pacientes de todo el país expuestos a radioterapia en las zonas de cabeza y cuello.
Personas con tumores de amígdala, de cavidad oral, de lengua, de piso de boca; podrán acceder a sus tratamientos con una mejor calidad y efectividad, y evitar efectos adversos. Luego de ocho años de trabajo, experimentar y reunir a los profesionales indicados; Cecilia Gadan lo logró.
La médica tiene 41 años y nació en la ciudad de Neuquén. Vivió toda su niñez y adolescencia en la región, hasta que decidió estudiar Medicina y se fue a vivir a Buenos Aires para cursar la carrera en Fundación Favaloro. Luego hizo la residencia en Radioterapia en el Hospital Italiano, donde se desempeña hasta la actualidad.
Ahora trabaja en “Mevaterapia”, en el servicio de Oncología Radiante del hospital porteño y este año, junto a un equipo de médicos de la institución, patentaron el “Depresor Lingual”, un producto médico que ya está disponible en el mercado.
Su diseño totalmente innovador fue confeccionado mediante impresión 3D y softwares, desde el área de Cirugía Asistida por Computadora del hospital Italiano que dirige el médico Lucas Ritacco. El material con el que fue confeccionado es ácido poliláctico -se utiliza en medicina estética- y está aprobado por la Anmat.

Según explicó la médica, en radioterapia se requiere de precisión en la posición del paciente durante el tratamiento y para lograrlo, se utilizan distintos sistemas de inmovilización para generar una apertura mandibular correcta, estabilidad en la lengua y posicionamiento diario, en el caso de las patologías de cuello y cabeza.
El Dispositivo Depresor de Lengua (DDL), único a nivel internacional, permite dejar atrás un sistema que hasta ahora era muy “rudimentario”: “En Argentina, se sigue utilizando un sistema muy artesanal, un corcho con un bajalenguas de madera”, aseguró la profesional. La necesidad era generar un cambio y ver que a nivel mundial había otras opciones.
“Se me ocurrió que tal vez podíamos hacer algo para reemplazar lo que se utilizaba que era el corcho”, admitió y poder sacarlo de circulación. Así empezaron a trabajar en el producto en el año 2017 y dos años después, llegaron a la estructura adecuada del depresor de lengua.
“Fue una prueba y error constante de cuál iba a ser la forma, que sea algo anatómicamente cómodo para el paciente y que por supuesto cumpla con las necesidades que teníamos. En el año 2019 le encontramos la forma, que es la actual”, aseguró Cecilia.
En marzo de 2025, junto a la Unidad de Innovación y Vinculación Tecnológica del hospital “Terranova” y la empresa “Odontit”, lograron lanzar oficialmente el producto médico y ya lo están utilizando pacientes. “Ahora se abrió la posibilidad de que todos los centros de radioterapia de Argentina puedan acceder”, difundió la neuquina.
Un producto médico único, por sus características
La radioterapeuta explicó que en el mundo existen lo que se conocen como ‘bloqueadores de la mordida’, pero no un depresor con estas características.
Es que la invención nacional cuenta con un “conducto aéreo” por el cual el paciente además de deprimir la boca, puede intercambiar aire libremente en caso de que haya alguna patología que le genere obstrucción nasal o aumento de las secreciones.

Entre las características del depresor lingual se destacan: su parte superior contacta con el paladar en tanto que su cara inferior presiona la lengua sobre el piso de la boca; con el fin de anular su movimiento durante la aplicación de radioterapia.

El conducto longitudinal interno permite el libre intercambio de aire durante su uso, facilitando que el paciente respire cuando el dispositivo está inserto. Además, la hendidura anular permite el ajuste de los labios alrededor del dispositivo impidiendo su inserción completa en la cavidad oral del paciente.
Según estimaciones del servicio, aproximadamente 100 pacientes utilizan el depresor lingual por año en esa institución.
Ahora, Cecilia ya tiene en mente nuevos desafíos de innovación tecnológica, que es otra de sus pasiones. “Estamos pensando en un lateralizador de lengua, que también es una necesidad no cubierta. En eso también estamos trabajando”, confió la neuquina.
Cáncer en cabeza y cuello: patología frecuente a nivel mundial
Si bien los de cuello y cabeza no son los cánceres más frecuentes, pero ocupan un lugar preponderante. “A nivel mundial hay aproximadamente 650.000 a 900.000 diagnósticos de este tipo de cáncer al año, con lo cual se convierte en una patología importante”, puntualizó la profesional.
Además, Cecilia precisó que en los últimos años es más frecuente que se desarrolle en personas cada vez más jóvenes y que está relacionado a infecciones del virus del papiloma humano (VPH), la ingesta de alcohol, tabaco. “Hay muchos factores que contribuyen”, dijo Cecilia.
El cáncer de cabeza y cuello fue la patología que más la convocó en su práctica profesional y decidió capacitarse en los centros de primer nivel en Bélgica y en Estados Unidos. “Siempre me interesó la oncología y la parte de innovación tecnológica. La radioterapia tiene mucho de eso. También el acompañamiento de un paciente, tener un seguimiento de la persona”, cerró.
Comentarios