«Soy lo que soy gracias a Cipolletti»

CIPOLLETTI (AC).- Muy pocos lo consiguieron. Son contados los jugadores que sintieron en carne propia lo que significa jugar los tres clásicos más importantes del fútbol argentino. Llegó a Cipolletti de adolescente y el hincha «albinegro» lo adoptó como uno de sus hijos. El recuerdo de Guillermo Daniel Rivarola vive aún en la memoria colectiva del simpatizante cipoleño.

Muchos se habrán preguntado qué fue de la vida de ese muchacho que con algo más de 20 años llegó a River y los medios lo apuntaron como «el pichón de Passarella». El jueves por la tarde recibió el llamado de «Río Negro» a su teléfono celular y se prendió en una charla que duró cerca de una hora. Habló de su actual ocupación, su alejamiento de las canchas, del cordón umbilical que lo une con River y de su experiencia con la casaca «albinegra».

Guillermo, ¿qué estás haciendo en la actualidad?

– Entrenando un selectivo de jugadores (de entre 16 y 20 años) de Racing. Trabajamos con la idea de perfeccionarlos para que no sientan el cambio brusco que significa dar el salto a la primera. Me lo ofreció (Fernando) Marín en marzo del año pasado. Yo dejé de jugar tres meses después y acepté. Sucede que (Angel) Cappa me dijo que no me tendría en cuenta. Antes de jugar a cualquier lado, decidí calzarme los pantalones largos.

¿No extrañás la cancha, el vestuario, el aliento de la gente?

– Es raro, pero no. Yo era un tipo demasiado apasionado para jugar, vivía el fútbol muy intenso y pensé que iba a sufrir. Pero me equivoqué. No hubo luto.

Guillermo defendió las camisetas de River, San Lorenzo y Racing, mientras que en México lo hizo en Pachuca, Santos y Monterrey.

¿Pensaste alguna vez que ibas a terminar tu carrera en Racing?

– Eso no se prevé. Soy ferviente hincha de River, pero nunca me desesperó la idea de culminar mi carrera allí. Me hubiese encantado, el sueño máximo. Pero las cosas se dieron así y soy un agradecido de Racing, y de Marín.

¿El fútbol te cambió la vida?

– Me dio lo que más soñaba de pibe. El paso de Cipolletti a Ríver fue increíble y todo lo que pasó

después fue un regalo del cielo. Vivía para el fútbol, y el fútbol me dio más cosas de lo que yo le dí a él. ¿Qué fue Cipolletti dentro de tu extensa trayectoria?

– El trampolín. El club que me dio la posibilidad de llegar a ser lo que fui, de llegar a donde llegué. La vidriera, quien me dio la continuidad para jugar un campeonato (Nacional B) que era seguido por todo el mundo del fútbol.

Imagino que debés tener muchos recuerdos de esta zona.

– Sí. Fueron cinco años (del '86 al 91) bárbaros. LLegué con 16 años y todos me trataron de maravilla. Cómo olvidarme del «Indio» (Jorge) Solari Gil, un padre en la cancha, de «Rody» Torres, «Mingo» Perilli, el «Ruso» Homann. Recuerdos impagables, y sería un mal tipo si no los tuviera presente a cada momento.

River, Boca y los superclásicos

CIPOLLETTI (AC).- Rivarola sueña con ser técnico. Dijo que su mayor virtud como futbolista fue «conocer mis limitaciones y tener una entrega total» y aseguró que los partidos «más lindos fueron los Superclásicos».

Así, el que más disfrutó fue «el 3 a 0 en La Bombonera». El del River campeón e invicto del «Tolo» Gallego. El jueves por la noche alentó al Once Caldas: «Quiero que pierda Boca, si te dijera otra cosa sería un hipócrita», disparó.

Su mayor satisfacción futbolística fue ganar la Libertadores del '96 y salir victorioso de La Bombonera. Dijo que sufrió con la eliminación de River a manos de Boca en el campeonato continental, pero «eso no le quita mérito al campeonato local».