La Universidad Nacional del Comahue lanzará al espacio su segundo satélite en la historia

La facultad de Ingeniería trabaja en la construcción del PehuenSat 3, el segundo satélite que enviará al espacio. En agosto estará listo y será lanzado en 2025. Se viene el tercero. La UNCO es la primera universidad pública de Argentina en llegar al universo.

La facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Comahue está lista para lanzar al espacio el segundo satélite que permitirá medir y monitorear el territorio argentino. Su nombre es PehuenSat 3 y su antecedente fue el PehuenSat 1 que orbitó durante 16 años, hasta marzo de 2023.

La UNCo es la primera universidad del país en llegar al “infinito y más allá” y su primer satélite se convirtió en el sexto íntegramente realizado en Argentina, por profesionales argentinos y en el ámbito de una institución académica pública.

El nanosatélite o picosatélite, denominado así por su tamaño y forma, estará listo entre agosto y noviembre de 2024, para ser lanzado al espacio en 2025.

El equipo de ingeniería que está integrado por estudiantes avanzados de las carreras de Electrónica y Mecánica y docentes de las áreas, trabajan en los laboratorios que la UNCo tiene en su sede central de calle Buenos Aires al 1.400 de la ciudad de Neuquén.

El año pasado participó del Décimo Encuentro de Tecnología Espacial que se realizó en marzo, en Mendoza y allí, además de mostrar su segundo proyecto, logró los fondos para sustentarlo. Hoy, está a punto de ser una realidad concreta.

Además, está cerrando trato con organizaciones ambientalistas para que el satélite tenga como primer labor desde el espacio, monitorear los niveles de metano que emiten los basurales y las empresas petroleras.

“El equipo está trabajando en el armado del satélite que se va diseñando por partes. Logramos conseguir el financiamiento para la adquisición de todos los componentes a bajo costo y de alta tecnología”, comentó el director del proyecto, Marcelo Araoz.

Este nanosatélite que saldrá al espacio en 2025 será el encargado de recolectar imágenes de la tierra que luego serán la base para la realización de estudios científicos.

Su diseño y la tecnología a la que pudo acceder el equipo de profesionales permitirá que el PehuenSat3 pueda recopilar información de todo el planeta, incluso de aquellos lugares donde no exista una conexión de internet para transmitir los datos. “Además le incorporamos baterías de litio que nos ayudará a que el satélite tenga mayor tiempo de actividad”, explicó el profesor.

El PehuenSat es un cubo de 10 centímetros, unos cinco centímetros más grande que los tradicionales cubos Rubik y pesa menos de un kilogramo. Proporcionará información sobre temperaturas, calidad del agua, aire y suelo, intensidad del tránsito y condiciones geológicas del área que se quiera estudiar, entre otras cuestiones.

Recibirá información y la enviará a la tierra a través de ondas de banda UHF, la misma que utilizan los radioaficionados. Los datos serán descargados en la estación terrena de la facultad de Ingeniería y de allí como punto de partida a una página web para el resto del mundo.

Araoz explicó que este nanosatélite ya tiene sus misiones “en la vida”. La primera será registrar los niveles de metano emitidos por basurales a cielo abierto y por las empresas petroleras. Pero no se quedan en esa. Están en tratativas para que también pueda monitorear el volcán Copahue y poder así tener datos certeros sobre su actividad geológica.

Y entre manos tienen una propuesta más: que el PehuenSat 3 “sobrevuele” la localidad de San Martín de los Andes para determinar la presencia y evolución de una batería muy común en la zona del Chimehuin que afecta a la flora del lugar.

“Hay mil propuestas y mil aplicaciones que se le pueden dar al PehuenSat”, agregó Araoz. Y en esa empresa está encaminado el equipo de la facultad de Ingeniería. Están confiados y entusiasmado porque su primera experiencia, el PehuenSat1 fue todo un éxito.

Fue el primer satélite construido por una universidad pública argentina, orbitó durante 16 años alrededor del mundo y permitió que hoy no solo se esté pensando en un segundo proyecto, sino que también se esté trabajando en el diseño de un tercer satélite. Y también a un ambicioso proyecto para el que fue convocado el equipo de la UNCo por el INVAP. Araoz no quiso adelantar sobre esto porque aún están en negociaciones, pero adelantó que de concretarse, la UNCo seguirá manteniendo sus niveles de excelencia a nivel mundial.

El PehuenSat3 estará finalizado entre agosto y noviembre del año próximo. Y saldrá al espacio en 2025. Y será lanzado desde una universidad pública.

“Desde lo emotivo esto pega fuerte porque estos chicos y chicas están dando corazón y alma a un proyecto que sale desde una facultad y una universidad pública que la pelea día a día contra los escasos recursos”, se confesó el profe. “Los tiempos también son escasos pero acá estamos esperando lanzar al segundo PehuenSat al mundo”, concluyó.

El nanosatélite ya está en el horno, solo queda cerrar acuerdos para encontrar su base de lanzamiento.
El primero fue enviado al espacio desde una base aeroespacial de la India. Hoy existen posibilidades de que el satélite de la UNCo se dispare desde Nueva Zelanda, Brasil, Ecuador, Rusia e incluso Cabo Cañaveral de Estados Unidos, la meca de la “llegada al espacio”.
El satélite universitario argentino es patagónico y en un año y medio será parte del universo.


Un primer intento que duró 16 años en el universo


Hubo un antecedente. Fue el PehuenSat1, el primer satélite construido íntegramente por un equipo de docentes, no docentes y estudiantes de la facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Comahue. Se lanzó el 10 de enero de 2007 desde una base aeroespacial de la India. Orbitó durante 16 años hasta enero de 2023.

Un equipo integrado por 17 docentes, 44 estudiantes y 3 no docentes, liderados por Lassig y Quiroga, trabajó en la construcción del Pehuensat 1 durante diez años, desde la etapa administrativa inicial hasta su lanzamiento el 10 de enero de 2007.

Fue el primero en transmitir con voz en español. Fue lanzado a las 9.23, hora de la India (1.53 hora argentina), a bordo del cohete Pollar Satellite Launch Vehide (PSLV C7), desde la base de lanzamiento de Satish Dhawan, en la costa este de la India.

El viaje del Pehuensat 1 duró 20 minutos y viajó a las de 27 mil kilómetros por hora. Orbitó unos 640 kilómetros de altura y tuvo una actividad de seis meses, pero siguió girando alrededor de la tierra hasta que se desintegró a mediados de enero de este. La vida útil del satélite está marcada por la duración de las baterías y su sistema de recarga.

La primera transmisión luego de su lanzamiento se recibió en Taiwán el 16 de enero de 2007.
Para recibir la información se utilizó la red de radioaficionados y podía transmitir en español, pero también en inglés e hindi.

Los profesores, guías del proyecto destacaron en esa oportunidad que “ aprendiendo a hacer se logran grandes cosas”. Este año van por más y ya el mundo les queda corto, aseguran.


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