¿Arte o trampa? El revuelo por el uso de la IA en el arte sigue activo

La “foto” del artista alemán Boris Eldagsen generó revuelo por haber sido generada con la ayuda de la inteligencia artificial.

El artista alemán Boris Eldagsen, que provocó controversia esta semana al ganar el prestigioso premio de fotografía Sony World Photography Awards con una imagen que había sido generada con la ayuda de inteligencia artificial (IA), indicó ahora que estas tecnologías representan una amenaza “para la democracia y el fotoperiodismo”, a la vez que reconoció que las relaciones entre él y el organismo que otorga la distinción se han puesto más tensas.


La firma organizadora del certamen emitió en estos días un comunicado crítico con el ganador en el que decía: “Ya no sentimos que podamos entablar un diálogo significativo y constructivo con él”.

Poco después de aquel episodio, el artista concedió una entrevista al periódico inglés The Guardian donde expresó su perplejidad por la declaración de la compañía: “No sé por qué se comportaron así”, aseguró.

El fotógrafo alemán fue reconocido con el Sony World Photography Awards, en la categoría “Creativa”, dotada con 5.000 dólares por una obra realizada con Inteligencia Artificial (IA) y luego indicó que su participación en el concurso tenía la intención de instalar un debate.

“Me presenté para averiguar si los concursos están preparados para encontrarse con imágenes hechas por IA. No lo están. Gracias por seleccionar mi imagen y hacer de este un momento histórico, ya que es la primera imagen generada por inteligencia artificial que gana en un prestigioso concurso internacional de fotografía”, escribió el propio artista en su cuenta de Instagram @boriseldagsen que tituló “Rechazo del premio Sony”, junto a la imagen ganadora.


Eldagsen presentó al concurso la imagen titulada “Pseudomnesia/La Electricidad”, donde se pueden ver dos mujeres en diferentes etapas de su vida, ambas con una estética visual de los años 40, confeccionada por generadores de imágenes de IA, combinando diversas técnicas, según reveló luego. Incluso, confesó que dichas mujeres nunca existieron.

“Me encanta la fotografía, me encanta generar imágenes con IA, pero me he dado cuenta de que no son lo mismo. Uno está escribiendo con luz, uno está escribiendo con indicaciones. Están conectados, el lenguaje visual se aprendió de la fotografía, pero ahora la inteligencia artificial tiene vida propia. Si la gente quiere callar y no hablar de eso, está mal”, sostuvo al periódico The Guardian.

Eldagsen creció en el suroeste de Alemania, estudió filosofía en la universidad de Colonia, luego fotografía y bellas artes en Maguncia. Su trabajo siempre fue más conceptual que figurativo, mucho antes de que comenzara a trabajar con IA.

“Mi acercamiento a la fotografía era psicológico y filosófico. Teniendo ese trasfondo, la IA me fascinó. Se construyó desde el inconsciente colectivo. También vi que la forma en que funciona se puede relacionar con la teoría de las ideas de Platón”, destacó en la entrevista.


El artista indicó también que no ve el proceso de construcción de una imagen de inteligencia artificial como algo deshumanizado, o incluso como uno en el que el ser humano queda al margen. “No lo veo como una amenaza para la creatividad. Para mí, realmente me está liberando. Todos los límites que tenía en el pasado (límites materiales, presupuestos) ya no importan. Y por primera vez en la historia, la generación anterior tiene una ventaja, porque la IA es un acelerador del conocimiento”, apuntó.

Según el fotógrafo, el verdadero desafío que presenta la IA no es que pueda horadar la creatividad humana como algo único e insondable, ni siquiera que pueda destruir puestos de trabajo y, potencialmente, industrias enteras – aunque eso tampoco es bueno. “La amenaza”, aseguró Eldagsen, “es para la democracia y el fotoperiodismo; tenemos tantas imágenes falsas que necesitamos encontrar una forma de mostrarle a la gente qué es qué”.


¿Y qué “piensa” la IA?



Le preguntamos a ChatGPT sobre cuál considera que es el desafío de la fotografía tras el crecimiento de la IA, y en principio destacó el “mantener la integridad artística y estética de la fotografía como una forma de expresión única y auténtica”, expresó.

“En este sentido, el desafío radica en encontrar un equilibrio entre la tecnología y la creatividad humana en la fotografía, y en asegurarse de que la utilización de la IA no desplace a la habilidad y el talento del fotógrafo. Además, es importante mantener la ética en el uso de la IA en la fotografía, evitando el plagio y la manipulación engañosa de las imágenes, y asegurando que los derechos de autor y la propiedad intelectual sean respetados en todo momento”, cerró.


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