Tramas de Nadia Guthmann y Mercedes Schamber

NEUQUÉN (AN).- La muestra “Trama; límites imprecisos” de Nadia Guthmann y Mercedes Schamber quedará inaugurada el viernes, a las 20:30 en la sala de arte Emilio Saraco (avenida Olascoaga y vías del ferrocarril). Se trata de una exposición conjunta de esculturas y pinturas, que podrá presenciarse en la sala hasta el 15 de este mes. La muestra, a decir de las propias artistas radicadas en Bariloche, se halla conectada por la trama de sus obras. “Formas y volúmenes se definen en el espacio por un tejido que separa y a la vez conecta provocando distintas relaciones y planos de lectura. Pinturas y esculturas indagan sobre temas del hombre y la naturaleza mediante un lenguaje simbólico y poético con citas a la cultura y la ecología”, definen la nueva exposición en la sala ubicada en la avenida Olascoaga en su cruce con las vías del Ferrocarril. Guthmann sintetiza con sus esculturas dos de sus pasiones: la biología y el arte. Ella es doctora en biología, pero recorrió un extenso camino artístico a partir de talleres y becas, con las que mantuvo una muy activa participación en circuitos expositivos. “Me doctoré en Biología en la Universidad Nacional del Comahue, dedicándome al Arte en forma no académica. Con el uso de tejidos metálicos, conceptos biológicos y escultóricos confluyeron para hablar de cuestiones humanas, trazando paralelos entre ecología, sociedad y psiquis. Los tejidos metálicos remiten a tejidos biológicos, la piel de los animales. Pero la inclusión de un animal dentro de otro rompe la idea de individualidad y sugiere otro tipo de unidad, la coexistencia en ecosistemas. Ninguna parte existe sin la otra”, expresó la artista que el año pasado ganó el Gran Premio Adquisición Salón Nacional en la categoría escultura. Por su parte, Schamber, en sus pinturas explora “el entrelazamiento de la cultura, la historia, los lugares, la memoria y la interpretación. Me interesa la idea de cambio, el hombre y la naturaleza, también la condición del arte y su valor simbólico en la sociedad”, sentenció la artista. “No hay un espacio definido, no hay un plano de apoyo. Hay un entrecruzamiento entre lo que percibo interiormente, lo que veo exteriormente y lo que va apareciendo en la pintura. Me gusta la idea de ambigüedad que se logra entre lo que es y lo que parece”, describe la artista nacida en Misiones, y que vive desde el 2004 en Bariloche.

Gentileza